APUNTES SOBRE LA JOTA CANTADA
(Prosa y Rapsodia)
Por Luis E. Lope López
Aunque las coplas de Jota son de cuatro versos, con las pocas excepciones que hay de cinco o de seis, siempre en el canto son siete versos seguidos los que se oyen, lo mismo con música que sin ella. Para esto, la canción de Jota tiene tres partes que pueden llamarse ENTRADA, COPLA Y VUELTA. La entrada es el segundo verso de la copla, con el mismo tono que tiene en ella en su correspondiente lugar; la copla son los cuatro versos que la componen, y la vuelta es la repetición del cuarto y del primero, pero con el tono del tercero y del cuarto respectivamente, a no ser que lo tengan especial.
Ejemplo:
Entrada: Como tienes fantasía;
Copla: Si tuvieras olivares
Como tienes fantasía,
Los molinos del aceite
Por tu cuenta correrían.
Vuelta: Por tu cuenta correrían
Si tuvieras olivares
Hay quien hace la vuelta repitiendo los versos tercero y cuarto en su propio estilo; pero es más general y más castizo el repetir el cuarto y terminar con el primero.
Las coplas de jota de cinco versos no es necesario que sean quintillas perfectas sino que es suficiente que el quinto verso sea por lo menos asonante con el tercero, además de serlo entre sí el segundo con el cuarto, como en las cuartetas. En alguna de estas canciones de cinco versos se ve que el qufnto verso es postizo, y que se pueden cantar como de cuatro sin que quede incompleta la idea. Para cantar las coplas de cinco versos, se sigue el mismo método que en las de cuatro, con la única diferencia de concluir la canción con el quinto, después de repetir el cuarto.
Ejemplo:
Entrada: No pararía hasta el suelo;
Copla:· A la mar me arrojaría,
no pararía hasta el suelo,
y una piedra cogería.
En ella haría un letrero.
Vuelta: En ella haría un letrero.
Que jamás olvidaría.
En las de seis versos, que son muy raras, no hay vuelta, sino que se cantan los dos últimos como si la hubiera.
Generalmente, los compositores de música para jotas se atienen bien a esta norma; pero la ignoran o la olvidan algunos cantadores, y a veces se oye truncada alguna vez la canción, como a medio vestir.
El estribillo (que es muy clásico en la jota) pocas veces se canta suelto, sino inmediatamente después de la canción, sobre todo en el baile, que es donde tiene su lugar adecuado para amenizar las fiestas y marcar el compás a los bailadores inexpertos. El estribillo no tiene entrada, pero tiene vuelta como la canción, y se practica repitiendo bis el cuarto verso y volviendo al primero y segundo. Para que la medida del cuarto, repetido la primera vez, dé la que corresponde, que son de siete sílabas, se le añaden so, que suelen ser las palabras “niña” o “madre” según el sentido de la copla, y de este modo se forma otra completa, viniendo a ser ocho versos los que cantan, alternos de siete y de cinco sílabas.
Ejemplo:
Dame un poquito de agua,
Fresca o caliente
No por la sed que tengo,
Sino por verte.
Sino por verte, niña,
Sino por verte.
Dame un poquito de agua
Fresca o caliente.
Otro modelo:
Los que van al rosario
no tienen frío,
que la Virgen María
les da su abrigo.
Les da su abrigo, madre,
Les da su abrigo
Los que van·al Rosario
No tienen frío.
Hay cantadores de buen gusto que saben sacar del fondo del mismo estribillo la palabra de dos sílabas o de tres (si hay sinalefa) para agregarla al primer verso de la repetición.
Por ejemplo:
Las estrellas del cielo
Son ciento doce,
Con las dos de tu cara
Ciento catorce.
Ciento catorce estrellas,
Ciento catorce,
Las estrellas del cielo
Son ciento doce.
Otras coplitas hay que, sin tener la métrica de los estribillos, se adaptan también al aire de Jota después de la canción. Vayan de muestra dos de versos de seis sílabas y una de heptasílabos.
Como se menea
la anguila en el pozo,
así se menea
tu cuerpo gracioso.
Mariquita, hila:
tengo un dedo malo:
Mariquita, baila:
ya se me ha curado.
A la Habana me voy,
te lo vengo a decir,
que me han hecho sargento
de la Guardia Civil.
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