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12 septiembre, 2023

Sobre las músicas del chiflo y salterio - 2023

 

Cristina Puente Garós 

Licenciada en piano. Profesora de música en IES Pirineos de Jaca

 

Un puente entre Jaca,

Barcelona y Sevilla

A medida que van pasando los años te das cuenta de que aquellas cosas que hacían “los mayores” son lo que realmente te vinculan a una tierra, a unas raíces, a un lugar que quieres. Creo que ese primer momento lo viví en 1992 cuando en pleno desarrollo de la Exposición Universal de Sevilla vi bailar una jota en plena plaza de San Francisco, sentí una emoción como jamás antes había experimentado. Estaba escuchando y viendo una Jota aragonesa en tierras andaluzas, creo que fue entonces cuando comencé a valorar eso que llamamos “tradicional” y que en mi caso estaba vinculado al terreno musical.

          Apenas unos años después y durante el transcurso de una clase de la asignatura de Folclore, mi profesor en el conservatorio municipal del Bruc de Barcelona, Josep Crivillé i Bargalló expuso ante todo el alumnado allí presente esta premisa “en Yebra de Basa se baila un palotiau  acompañado de chiflo y salterio...”; al escucharlo no pude evitar levantar la mano y decir que en Jaca también se bailaba y que además existía un dance de castañuelas. Ese fue el desencadenante que motivó el tema sobre el que versaría mi trabajo de fin de curso “Dances para la festividad de Santa Orosia”.

          Lo que voy a tratar de transmitir a lo largo de estas líneas no pretende ser más que una ilustración de la experiencia musical vivida, pues a lo largo de muchos años se ha escrito mucho acerca de la música tradicional vinculada al culto religioso. Sirvan como una muestra de esos detalles que en ocasiones no percibimos, pero que contribuyen al resultado final que luego contemplamos.

          Comenzó entonces un arduo trabajo de consulta de los materiales que ya existían, la grabación de las melodías que acompañan estos dances, la transcripción al papel... han pasado unos pocos años, pero esa tarea se llevó a cabo con una grabadora de cassette y un micro. Luego había que escuchar, comparar, rebobinar, anotar... para plasmar sobre un pentagrama las notas y el ritmo lo más precisos posibles, ya que la variabilidad en la música tradicional pasa por entender sus pequeñas variaciones en cuanto a velocidad, ritmo, cansancio de los bailadores a lo largo del recorrido de la procesión... Toda esa información en más de dos horas de grabaciones al músico del paloteau  y  al del dance de castañuelas quienes, al son del chiflo y salterio acompañan musicalmente a los danzantes. De este modo fui transcribiendo al papel pautado las notas de las melodias del chiflo más el ritmo percutido del salterio y  de los palos o castañuelas y nombrando a cada una de esas melodias con nombres como “Sinués”, “Mantos”, “Romeros”… para los dances de castañuelas o “Viñetas”, “Pedro Gil” o “La cruz”... para los dances de palotiau entre otras. Este recopilatorio no habría sido posible sin la colaboración de Álvaro de la Torre y Enrique Tello, quienes tuvieron la amabilidad de venir a casa de mí abuelo y allí tocaron todas las melodías con su chiflo y salterio y que yo pude grabar. Por aquel entonces mi abuelo, Jacinto Garós Escartín, aún vivía, era el año 1996, Fue una persona amante de las costumbres y tradiciones de Jaca, pero además fue parte integrante de todas ellas destacando la del Primer Viernes de Mayo, la Semana Santa y la de haber sido danzante de palotiau. No en vano fue uno de los que bailaron y actuaron en la Exposición Universal de Barcelona en 1929.


          Una vez recopilada toda la información, había que darle forma, clasificarla y plasmarla en un documento que ilustrara las melodías del chiflo y los ritmos de los palos y castañuelas en ese momento actual. Ese mismo verano y en una charla informal, tuve la ocasión de comentarle a José Enrique Ayarra, jacetano y organista en la catedral de  Sevilla, en una de sus visitas a su ciudad natal, el trabajo musical que me llevaba entre manos y para mi sorpresa empezó a tararear una melodía que el recordaba de cuando era pequeño y veía la Procesión de Santa Orosia… seguidamente me pidió un papel pautado y allí esbozó una melodía, la cual incorporé también a mi trabajo musical. Al año siguiente, de nuevo grabé durante la procesión del 25 de junio a ambas formaciones para comparar con las del año anterior y confirmar o variar sensiblemente la recopilación que ya había escrito.

          Ahora quedaba maquetar toda esta información que no habría visto la luz sin el apoyo incondicional de José Ventura Chavarría. Ya sólo me quedaba entregar dos copias  a Álvaro (de la Torre) y a Enrique (Tello) y otra copia similar al que fuera mi profesor en el conservatorio. Cuál sería mi alegría al encontrar en un periódico con fecha 26 de junio de 2002 la noticia que reflejaba el estreno de una nueva mudanza titulada “Ayarra”. Estoy convencida de que mi abuelo que falleció dos años antes, también se habría alegrado.

          Este estudio musical se centró en la ciudad de laca, pero no hay que dejar de mencionar Yebra de Basa, que tiene también como patrona a Santa Orosia y a otros pueblos, que sin estar vinculados a esta Santa, también tienen palotiau como  es el caso de Jasa, Aragüés del Puerto o Embún y los que tuvieron como Hecho e incluso Aso de Sobremonte,  donde existió dance de castañuelas.

          Y si hablamos del momento presente, la cantera de nuevos y jóvenes bailadores de palos y castañuelas hace que chicos y quién sabe si también pronto serán chicas, se interesen por mantener viva esta tradición. Por ello es importante destacar la colaboración de la Escuela Municipal de Música, el Ayuntamiento y el Grupo Folklórico Alto Aragón para enseñar y motivar a estos futuros danzantes. En ocasiones el destino es caprichoso, ya que Gustavo Bretos, a quien conozco desde hace ya algún tiempo, es uno de los actuales intérpretes musicales que acompaña a los danzantes de Santa Orosia, vinculado al grupo folklórico Alto Aragón desde 2017. Si bien sus inicios no fueron como músico de chiflo y salterio, sino como danzante de palotiau, ya que en una de sus múltiples facetas, la Escuela de Música, bajo la dirección de Jesús Lacasta, motivó este aprendizaje. En aquel entonces Luis Salesa era uno de los intérpretes musicales. Poco después serían Enrique Tello y Julio Laín los que convencieron a Gustavo para que cogiera esta pareja de instrumentos y aprendiera las melodías de las diferentes mudanzas. Gracias a esta amistad y ser profesora de música en el LE.S. Pirineos de Jaca, ha accedido a Presentar estas melodías y estos dos instrumentos al alumnado de 1* de ESO, que previamente ha trabajado en torno a las músicas del Camino de Santiago en el tramo aragonés, donde estos dos instrumentos tienen un merecido protagonismo. Mostrar a los más jóvenes esta porción de nuestra historia musical puede contribuir a dejar una pequeña huella que seguro recuerdan más adelante cuando de nuevo vuelvan a escucharlos.

          Hoy en día disponemos de medios para escuchar, grabar y ver allá donde queramos cualquier música, pero las sensaciones de ver y escuchar a los danzantes con el chasquido de sus palos y castañuelas acompañados del chiflo y salterio, durante el recorrido de las procesiones, no son en absoluto comparables, así que desde mitad de mayo hasta casi final de junio tenemos la ocasión de hacerlo, por cierto, a los de castañuelas, sólo dos días en junio, el 24 y el 25. Y este año desde el mes de abril, el grupo folklórico Alto Aragón va a organizar una extensa muestra relacionada con motivo de los “Cuatrocientos años de los bailadores de Santa Orosia de Jaca (1623-2023)” con la que seguro disfrutamos y tenemos ocasión de comprobar cómo nuestras tradiciones siguen aún muy vivas y atraen, seguro, el interés del público de todas las edades.



En la revista LA ESTELA  núm 50 (págs 98-100) de la Asoc. Sancho Ramírez de Jaca 

26 agosto, 2021

Artículo sobre el Dance de Castañuelas - 2021

Traemos hoy una entrada del blog MIS COSAS DE JACA. Hay fotos y detalles nuevos, por lo menos para el blog, además de que se hacen eco de la labor del Grupo F. “Alto Aragón” en esta faceta. Sugerimos visitar el blog del que extraemos ésto, ya que tiene variada y sabrosa información sobre personajes, edificios, eventos, calles, murallas y mucho más. Disfrutaréis.

Álvaro.


lunes, 19 de abril de 2021

OS “BAYLADOS" DE CASTAÑUELAS DE SANTA OROSIA


 
     Las primeras noticias sobre los bailes de castañuelas en honor a Santa Orosia aparecen en 1623. Estos bailes los realizaban dos grupos de Compañías de Danzantes de “a ocho”, pertenecientes a dos colectivos gremiales: el de los pelaires o artesanos y el de los labradores, ambos acompañados por un músico con salterio. Desde 1882 solo aparecen los danzantes del gremio de los labradores. Con posterioridad, tras un lento declive, llegó su desaparición (o más bien, su sustitución) en 1922.Volvieron a salir durante 5 o 6 años en la década de los 40, hasta que, de una forma definitiva, el grupo local “Alto Aragón” recuperó “os baylados” en 1979, con la inestimable colaboración, entre otros, de Juan Francisco Aznárez. (DANZA, MONTAÑÉS. Historia de los danzantes de Jaca. Manuel Tomeo Turón y Guzmán Fernández Barrio, 2007).


     Ángel Gari, en De las Heras. Una mirada al Pirineo 1910/1945, afirma que esta fotografía de F. de las Heras “pertenece a una serie que tuvo que ser realizada entre 1921-1926 por las referencias indirectas que constan en postales editadas que tenían como tema la celebración de Santa Orosia”. Por otra parte, los medios de comunicación locales El Pirineo Aragonés y La Unión nos indican que la última aparición de estos bailarines se hizo en 1921, y que al año siguiente fueron sustituidos por el paloteao, que desde entonces sigue presente en varias procesiones de Jaca. La foto está tomada en el nº 2 de la calle del Carmen, haciendo esquina con la Calle Mayor; lo podemos afirmar porque, a la izda., todavía se contempla parte de un noble edificio que resulta ser el Seminario Conciliar, y del que poco después, en mayo de 1924, a causa de en un horroroso incendio, solo pudo salvarse del pasto de las llamas la espadaña con la campana de la iglesia.

 Así que, en mi opinión, esta instantánea representa la última e ininterrumpida presencia de los antiquísimos bailadores de castañuelas, ataviados con chaqueta y calzón blanco, adornados con abundantes cintas, cascabeles, pasamanerías y mantoncillos que cruzan su pecho, que bailaron, como era costumbre, durante todo el recorrido, de cara a la urna de la Santa, sin darle la espalda, el 25 de junio de 1921.  

Jaca, 1896. Procesión de Santa Orosia con las reliquias de la Santa por la calle Echegaray. Posiblemente el documento gráfico más antiguo en el que aparecen os baylados de Santa Orosia. (Fotografía de Coyne, Gobierno de Aragón)

Este Dance  de carácter cívico-religioso, que hunde sus raíces en el medievo y que, como mínimo, se venía haciendo desde 1623, afortunadamente, tras 58 años, en 1979, fue recuperado magistralmente con esmero y gran fidelidad por el Grupo Folclórico “Alto Aragón”. De esta forma se mantiene viva una tradición que llevaba a sus espaldas más de cuatro siglos y que, sin duda, es el dance/baile más representativo de Jaca, ya que el tradicional "paloteao" solo lleva danzando por las calles de Jaca 99 años.                                 

       Varias son las razones que llevaron a algunos de nuestros paisanos a interrumpir su salida en las procesiones. El primer contratiempo que sufrió tan antiquísima celebración se produjo con la retirada de los danzantes del gremio de los pelaires. En efecto, la tradicional y pujante industria textil, que todavía contaba a principios del siglo XIX con 130 telares (30 de medias y 100 de estameñas y bayetas), entró en irreversible decadencia debido a la competencia del algodón americano; de manera que en 1835 tan solo quedaban 7 telares. La coincidencia de esta tremenda crisis textil en la ciudad con la ausencia de los danzantes del gremio de los pelaires en las procesiones parece más que evidente. El resto lo podemos imaginar si atendemos, en general, a algunas de las razones, en su mayoría salidas del poder civil, que tachaban esos bailes  de ridículos, poco vistosos, poco acordes con la solemnidad de la fiesta, pasados de moda… y, además, a la existencia de esas “sentencias sabrosas” (1) interpretadas por algunos como algo “atentatorio a los fines simbólicos del culto católico”.

        Argumentos que en perfecta y contradictoria opinión se mostraban en un artículo del periódico local La Unión, de junio de 1922: “Desde este año y rompiendo una tradición venerada, la danza histórica ha sido sustituida por un paloteado, (2) que a decir verdad, nos es visto con perfecto agrado por los amantes de conservar legendarias costumbres”. 

Procesión de Santa Orosia por la calle Mayor. La fotografía, probablemente de la primera década del siglo XX, nos muestra que el grupo de danzantes ha sido reducido a seis componentes. (Foto MFHA-PAU. FDPH)

         Pero también mostraban asombro ante su desaparición, al tiempo que nos brindaban información sobre las actuaciones de los bailarines. Así, en dicho periódico del 22 de junio de 1922 (calcando otro artículo del 20 de junio de 1912, firmado por “O”) se recuerda que “en tiempos del Rey David los niños y jóvenes de ambos sexos, danzaban delante del Arca de la Alianza… costumbre que pasó a suelo hispano…”, para luego pasar a enumerar las cuatro ocasiones en las que venían saliendo los danzantes de castañuelas:

         “Fue costumbre en los últimos tiempos el que los danzantes se colocaran en dos filas delante del Altar, en que se celebraba el Santo Sacrificio o delante de las Reliquias, objeto de la veneración de los pueblos. Así viene practicándose aquí por la compañía de danzarines de la Hermandad de Santa Orosia en la procesión de la entrada del Pastor que se conmemora en la tarde de la Dominica de la Santísima Trinidad; en la del Corpus, delante del Santísimo Sacramento; en la de San Juan, día 24 de junio al recibir a los Romeros del Campo de Jaca y en la mañana del Día de Santa Orosia en la llamada de las Cruces de las Parroquias…”.

        Algo más contundente fue el artículo TRADICIÓN DESAPARECIDA publicado en el Pirineo Aragonés, firmado por Xavier, el 24 de junio de 1922 quien, además de argumentar el alto valor simbólico de los bailadores, ve ajeno a nuestra tradición “el juego de palos”, en clara referencia al paloteao  que “importado” de Yebra de Basa se fue incorporado desde entonces para sustituir, y posteriormente complementar, a nuestros bailadores de castañuelas:  

        “Nuestros clásicos bailadores, aquellos que durante siglos y siglos, al igual que los SEISES de Sevilla (3) que religiosamente se conservan, constituyen una de las características que rememorando añejas tradiciones del catolicismo conservaba esta ciudad de Jaca en sus fiestas titulares, han desaparecido esta año  para dar paso al juego de PALOS, que por no venir encarnado en nuestras costumbres lo consideramos desprovisto de ese concepto altamente sugestivo que lleva aneja toda veneración a tradiciones cuyo origen se pierde en el suceder de los siglos.

       ... Es error craso el pretender ver en los suprimidos bailadores nada absolutamente atentatorio a los fines simbólicos que ellos representaban dentro del culto católico en nuestras grandes festividades. Tenían su origen en aquellos remotísimos tiempos en que los bailes sagrados eran considerados como una parte del culto que se tributaba en los días de mayor alegría de nuestra Iglesia, la que exterioriza su júbilo por medio de danzas que, según Scaligero (4), iniciaban los mismos obispos "presides" porque “a presitiendo” ellos comenzaban las danzas sagradas en los COROS separados del altar, que en todas nuestras iglesias se construían al efecto, y que todavía se conservan en Roma en los templos de San Clemente y San Pancracio.

        Los bailadores suprimidos, simbolizando esa alegría y ese placer que se siente en los días de fiestas grandes religiosas, eran fieles representantes de viejas costumbres, de añejos hábitos y tradiciones veneradas, que encarnaron durante siglos y más siglos en la vida y costumbres de la montaña". 

 Os "baylados" (seis) en las "Cuatro Esquinas" (intersección de las calles Ramón y Cajal y Zocotín con la calle Mayor) La instantánea fue tomada en 1917 por Julio Requejo. (Gobierno de Aragón)

       Pero, para descripción fiel de cómo se celebraba la festividad de Santa Orosia y muestra de detalles concretos del desempeño de los bailadores en los últimos años del siglo XVII y principios del XVIII, nos puede servir de referencia el largo artículo LA FESTIVIDAD RELIGIOSA DE SANTA OROSIA EN EL SIGLO XVIII” que, firmado con la abreviatura de LAT, aparece en El Pirineo Aragonés del 24 de junio de 1922. En él, sin citarlo, se hace referencia al libro escrito en 1702 por el canónigo de la Catedral de Jaca Salvador Alberto Alavés y La Sala “Compendio de la vida magna disputada de la gloriosa virgen, casada, mártir y reina de Aragón, y su antigua y primera patrona, y siempre de la ciudad de Jaca y sus montañas, santa Orosia” :

       “Para Vísperas, en la tarde anterior al día de nuestra Patrona, sale de su palacio el Obispo, acompañado del Cabildo, Prebendados, representantes de la ciudad con sus ricas gramallas o ropones consulares, y dos comparsas de danzantes… A continuación se celebra la entrada de los Romeros que son personas de cada casa de los pueblos que tienen esta obligación con pena impuesta si faltan a ella; en número de más de treinta, vestidos de peregrinos, descubiertos y descalzos, trayendo certificación de sus respectivos párrocos de haber confesado y comulgado en el día. Durante las 24 horas que permanecen como tales en el Jaca, se alimentan solo de pan, vino y queso… Sale a recibirlos a un cuarto de hora de la ciudad el capellán que cuida de la capilla de la Santa, con su respectiva cruz, esperándoles a la entrada de la población sus Ministros representantes, (entonces sin “gramallas” pero con un Macero) y los Racioneros y Beneficiarios; y cantando una antífona implorando la intercesión de nuestra Patrona, llegan a la Catedral, donde saludan a la Santa con una solemne conmemoración. Más tarde se celebran los Maitines, que duran unas 4 horas, alternando el canto de los Nocturnos con alegres villancicos de la Capilla de música. Terminados estos, se quema (en un lugar que debía ser la Plaza de la Catedral) una vistosa fiesta de fuego; y después vuelve el público a la citada iglesia, donde quedan el resto de la noche muchísimos devotos, "alternando las dos comparsas de danzantes en sus bailes delante de la urna de la Santa y diciéndole “diversas sentencias sabrosas”…


  25 de junio de 2016. En la plaza de la Catedral, frente a la Lonja   Chica, "os baylados" avanzan de espaldas sin dejar de mirar a la urna donde se encuentran las reliquias de Santa Orosia. (Fotos del autor)

       Al siguiente día… festividad de nuestra Patrona… una comitiva formada por cuatro canónigos, algunos Racioneros y Beneficiados con Cruz alzada, Macero e infantes, y por parte de la ciudad dos jurados con su Ministro, Macero y ciudadanos, salen a recibir a las cruces parroquiales de varios pueblos a tres puertas de la población, donde sus curas y parroquianos están esperando, entrando todos en solemne procesión cantando los himnos de las vírgenes y mártires. Recibidos ya en la Catedral…el señor Obispo revestido de pontifical entona la Tercia, comenzando seguidamente la misa Mayor, en cuyo ofertorio se da a adorar al pueblo, por el celebrante, la sagrada reliquia de la Santa… el Vicario General  y el Justicia y el Prior de los Jurados, en fomento de la jurisdicción y autoridad eclesiástica, van ordenando las Cruces y formando la Procesión General. Se compone esta de 80 Cruces parroquiales de otros tantos pueblos, con sus respectivos Curas y sus  Primicieros de los Lugares, estos con sobrepellices y toallas blancas. Formando dos filas van el macero y dos acólitos, precediéndoles dos atabales (timbales) tocados con destreza, que la devoción militar del Castillo de Jaca ofrece para mayor solemnidad del acto. Siguen los vistosos estandartes de los oficios mecánicos y de los labradores: los reverendos frailes de los conventos del Carmen, San Francisco y Santo Domingo; los curas y párrocos de los pueblos de las diócesis enclavados desde el río Gas hacia Poniente, con sobrepellices o mucetas (esclavinas sin capucha); los prebendados, racioneros, beneficiados, canónigos, el terno con el Deán, que en todos casos precede al pontifical, y después este, bendiciendo el Prelado al pueblo.

Desde 1979 componentes del Grupo Folclórico Alto Aragón han tomado el relevo de los antiguos grupos gremiales. Con la urna de Santa Orosia al fondo, "os baylados" danzan  por la calle Ramón y Cajal. (Fotografía del autor, junio 2014)

        La urna que contiene los sagrados restos de Santa Orosia es llevada por cuatro labradores vestidos con albas y descalzos rodeados de portadores de hachas encendidas; debajo de dicha peana, pugnan por colocarse el mayor número posible de devotos. Después van los romeros o peregrinos de la Hermandad de la Santa con sus bordones y velas encendidas y descalzos... y cuatro  Andadores ministros de la ciudad con sus ropones azules; la Nobilísima y Fidelísima ciudad de Jaca, representada en forma solemne por sus cuatro Cónsules con ricas romanas togas o gramallas de damasco carmesí guarnecidas de anchas franjas de oro, siendo acompañados de los Justicia, Prior de Veinticuatro, Almutacén Mayor, Padre de Huérfanos y otros nobles… y por último los fieles de sexo masculino y después el femenino, debidamente ordenados por cuatro ciudadanos con bastones y armas de la Ciudad; cerrando tan solemne procesión una gran muchedumbre de forasteros. 

 La cantera está asegurada. 18 de junio de 2017. Ocho jóvenes "baylados" procedentes de la escuela del Grupo Folclórico "Alto Aragón"  acompañan con sus bailes la procesión del Corpus Christi. (Fotografía de Ana López Artillo)

       Concurren dos comparsas de danzantes en número de nueve cada una, vestidos de blanco, ceñidos con ricas bandas  y vistosas ligas, cubiertos con bonetes montañeses guarnecidos de curiosas lazadas y preciosas joyas, y con calzado parecido a brodequines encascabelados, tocando pulgarillas(castañuelas) al acompañamiento de psalterios y danzando por el centro de la procesión.

       Llegada esta a la plaza llamada del Campo del Toro, toman en brazos dos sacerdotes el arca de la Santa y suben a una Capilla formada por un gran arco de piedra con una rasgada ventana. Para abrir la urna, lleva una llave el Prior de Jurados, por corresponderle desde Martín de la Sala, señor de Santa Cruziella, Navasa y Somanés, que en el año 1072 se hallaba de Justicia de la ciudad de Jaca, cuando el pastor trajo el cuerpo de la Santa; y la otra llave el Presidente del Cabildo catedral. Suben a esa capilla los Eclesiásticos y Seculares Nobles, graves y de graduación; cuatro romeros con cuatro cirios adornados, y con otros dos los oficiales, los seis que llevan los mismos en la Procesión, y los ciegos, mancos, cojos, baldados, y enfermos, a quienes también se les permite el acceso. 

A requisición de dichos dos Presidentes, Eclesiástico y Secular, testifican los dos notarios de ambas partes que se abre el arca de Santa Orosia a fin de celebrar la acostumbrada veneración, mientrastanto se disparan en la Ciudadela tres tiros de artillería gruesa y los danzantes bailan y dicen “sentencias sabrosas” a nuestra patrona”.                                                      

                                                                         VIDEO  

     "Os bailados de Santa Orosia"  (03, junio, 2011. Autor, Paco Barón) VÍdeo en una entrada anterior de este blog

(1)           SENTENCIAS SABROSAS. “Al baile precedía con frecuencia el canto o el recitado de una Lyra o graciosa sentencia en verso sencillo y en lenguaje jaqués. Con estas poesías populares se hacían loas y requiebros a la Santa, pero no faltaban otros breves recitales que eran dirigidos a jerarcas eclesiásticos, a los ediles civiles y militares, a ministros y a otras personas relevantes… Finalmente los diestros danzarines ocupaban el resto del día recorriendo calles y plazas donde ejecutaban sus primorosas danzas y donde las lyras y dichos y sentencias de argumento profano, jocoso y amatorio hacían las delicias de personas relevantes, de damas y doncellas asomadas a los balcones" (Juan Francisco Aznárez. Revista Jacetania, nº 79, abril 1979).

 (2)           PALOTEAO O PALOTIAU: Este dance se introdujo en 1922 para sustituir al de castañuelas. Para ello danzantes de Yebra de Basa instruyeron a los jaqueses, para, como ellos, rendir honores a la patrona común, Santa Orosia. 

(3)           LOS SEISES DE SEVILLA. Nombre con el que se conoce en Sevilla a los seis niños que bailan y cantan con castañuelas (hoy son diez) ataviados con un llamativo traje con detalles dorados, mallas, pantalones abombados, chaquetilla y sombrero de plumas. Salen en la procesión del Corpus, en la a la festividad de la Inmaculada y en el Triduo del Carnaval; y lo vienen haciendo de forma ininterrumpida desde el siglo XV. 

(4)          GIULIO SCALIGERO (1484-1558) fue médico, filósofo, botánico y humanista italiano.

Lo resaltado en amarillo es del blog

05 febrero, 2020

La procesión de Santa Orosia en 1929

He encontrado buscando otra cita, una curiosa conferencia que D. Luis Monreal Tejada (1912-2005) dio en Jaca en el año 2000. Fue alumno de D. Domingo Miral en Zaragoza y en Jaca. Asistió por primera vez a los cursos de verano de la Universidad de Zaragoza en Jaca en 1928. En esos momentos no estaba hecha la Residencia Universitaria y los alumnos y profesores estaban realquilados en domicilios particulares. Las clases se impartían en el colegio de Escolapios, entonces en la calle mayor y en el Casino de la calle Echegaray. Nos lo cuenta El Pirineo Aragonés hablando del protagonista. Su padre fue profesor de francés en la Universidad de Verano. El gobierno municipal republicano, condicionó el apoyo a la Universidad de V. a que la familia Tejada-Campo dejara de asistir a los cursos, por lo que no volvería a Jaca más que en dos ocasiones puntuales en los años 40. El haber presenciado la Procesión de Santa Orosia en 1929, hace que esta conferencia en el año 2000 sea de gran atractivo por lo valioso de su testimonio oral. Agradecemos cómo no, la accesibilidad que el Pirineo Aragonés permite a sus publicaciones, donde siempre encontramos temas de interés.

Álvaro

El día de Santa Orosia de 1929
E.P.A.- Luis Monreal de Tejada quiso relatar a los asistentes al auditorio del Palacio de Congresos las vivencias que perduran en su memoria del día de Santa Orosia de 1929. La descripción fue detallada y sugestiva por los numerosos detalles y situaciones expuestas, aspectos de los que se tienen amplio conocimiento a través de testimonios escritos, pero no orales.
“La tarde anterior al día de Santa Orosia me crucé por la calle con algún peregrino (romero) vestido de saya parda y sombrero redondo de fieltro endurecido; eran peregrinos que venían de los pueblos de la comarca para acompañar a los enemigados”. Al día siguiente, contó que asistió a la misa en la catedral, un oficio lleno de suntuosidad con “diáconos vestidos con dalmáticas”, monaguillos, órgano y latín. “Aquella mañana también había una pequeña orquesta de cámara” que interpretó entre otras obras, el andante de la «Casación» de Mozart. “Al término de la misa, se organizó la procesión que salía por la lonja grande y que pasó por la calle del Obispo”. Luis Monreal explicó que la comitiva, como ocurre actualmente, la abría una “gran bandera (el pendón) que por lo menos tenía cuatro o cinco metros de mástil y que el forzudo que lo llevaba apoyaba en un cinturón de cuero y otros dos forzudos lo sujetaban con dos cuerdas a los lados”. Recuerda como en la calle Obispo los portadores del pendón “tropezaron con el primer cable eléctrico”, situación que se fue repitiendo constantemente en el resto del trayecto.
“Detrás venían los Danzantes de Yebra (se refiere a los Danzantes de Santa Orosia), vestidos de blanco y tocando con sus palos. No recuerdo si eran ocho o doce. La música se la daba cl que venía detrás, tocaba un silbo de tres agujeros que sujetaba con la mano izquierda; en la otra mano lleva el chicotén. La melodía era muy simple, una frase muy corta de trece notas”.
Tras los Danzantes de Santa Orosia iba las andas con la urna donde se custodia la reliquia de la patrona. “Debajo de las andas —cuenta— venían los enemigados o espirituados. Se les llamaba así para no nombrar al enemigo (al demonio, ya que habitualmente se les conoce también como endemoniados). Portaban en las manos unas anillas hechas con hilos que simbolizaban el número de demonios que llevaban en el cuerpo. Habría entre ocho y diez e interpelaban a la Santa con las más soeces palabras”. Detrás de los espirituados iba el obispo vestido de pontifical.
Luis Monreal explicó que una vez finalizado el recorrido por las calles de la ciudad, la procesión terminaba “en el descampado del Campo del Toro (actual plaza Biscós), donde había un pequeño pabellón de dos plantas, rematado por una cúpula oriental (el templete). Subía el obispo y depositaba sobre el alféizar la urna de Santa Orosia y quitaban los mantos bordados uno por uno; conté cincuenta y tantos. Finalmente salía un paquete envuelto en una tela roja que se suponía eran los huesos de la Santa”. Relató que debajo estaban los danzantes y los endemoniados que “se quitaban los anillos para sacar los demonios” de sus cuerpos mientras gritaban “por los pies, por los pies”, al creer que era el mejor sitio para sacar los malos espíritus, ya que se pensaba que de hacerlo por los ojos, se quedarían ciegos, o si fuera por los oídos, sordos. Entre los espirituados que allí se encontraban, “había una mujer de Ayerbe que gritaba más que ninguno” y que se iba quitando todos sus ropajes : detrás de una sábana “porque creía que así ahuyentaba a los demonios. “Esa mujer, cuando pasó a mi lado, decía: tres años más, tres años más”, refiriéndose a que todavía le quedaban otros tres años para espantar a los demonios que la poseían.


Semanario El Pirineo Aragonés núm. 6021 del 14 de julio de 2000, pág. 10


12 agosto, 2015

Noticias de Santa Orosia - 1875-1975



Noticias de santa Orosia para construir una crónica de historia de la ciudad (1875 -1975)

Por Domingo J. Buesa Conde

A la vez de muchas acciones, como las colectas para apoyar la abolición de la esclavitud en Africa desde el 31 de diciembre de 1911, se piensa en reformar el templete de la santa en la Plaza del viejo cementerio medieval, tarea para la que el sacerdote Victoriano Bescós (querrá decir Biscós) cedió la fortuna de 18.000 pesetas en febrero de 19 12, y para la que el alcalde Pérez Samitier recibe la autorización militar para subastar el derribo de la muralla de la plaza del Toro, en marzo. Estamos viendo el cambio de una sociedad que se adapta lentamente a las nuevas claves de la historia. La ciudad homenajea a Ramón y Cajal- en abril de 1922- dedicándole una céntrica calle, mientras se firma el decreto del Ensanche y se sustituyen los bailadores de santa Orosia por el paloteau. Justo unos días antes que se celebre el primer partido de fútbol civil entre el Boscos de Huesca y el jacetano Somport.

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Concluida la guerra, la sociedad jacetana está inmersa en recuperar todos aquellos gestos que constituyen la referencia histórica de la ciudad y el 5 de abril de 1941 el Sindicato de Iniciativa sugiere restablecer el Viernes de Mayo y los bailadores de Santa Orosia. Todo ello en un plan de acción general que habla del Campo de fútbol junto a la Estación o de la calefacción de aire caliente en la catedral, inaugurada para la navidad de 1941. La procesión de la santa recobra su importancia, con el apoyo del alcalde Lacasa, y en 1 943 sube el gobernador Julve a Jaca con esta ocasión, en el mismo año en el que —en febrero— ha estado Raquel Meller, el arquitecto Fisac y José María Albareda impulsor del Instituto de Estudios Pirenaicos.

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En octubre de 1968 se urbaniza la Plaza de Biscós, desaparece el templete de santa Orosia en enero de 1969 y se plantea el monumento a la Jacetania, en el lugar en el que nunca debió desaparecer el viejo templete, patrimonio protegido de una ciudad puesto que estaba allí, antiguamente pegado a la muralla, desde d siglo XII por lo menos.

Semanario "El Pirineo Aragonés"  Núm 6.756 del 19 de Junio de 2015 Pág.16-17