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24 octubre, 2019

En La Revista ALACAY, Núm 39 - 2019 (2)


ALACAY - Publicación de Cultura Tradicional Aragonesa de la
 Agrupación Folklórica "Santa Cecilia"
Enero - Junio 2019 Nº 39 Año XIX - Págs 15 - 18

DANZA, MONTAÑÉS, DANZA[1].
MANUEL TOMEO TURÓN
(componente del grupo folc. Alto Aragón de Jaca)


PALOTEAO

Son los bailes más conocidos por todos, pues no solo se ejecutan durante los cultos a Santa Orosia, si no que se pueden contemplar en otras ocasiones más profanas: festivales, homenajes, en grupos folclóricos, etc. Además aparece de manera anual en fiestas como San Isidro, San Indalecio, procesión del Corpus, y durante el Domingo de la Trinidad y San Juan ya como parte de las tradiciones de la Santa.
Su origen arranca en 1922 en que, en horas bajas el grupo de bailadores de castañuelas, se decide cambiar estos bailes por otros más de moda en aquel entonces: los paloteaos. Se crea a imitación y enseñanza de los de Yebra, pero rápidamente se distancia de ellos y surge un originalísimo conjunto de mudanzas con personalidad propia. Quien haya visto el paloteao de Jaca verá viveza, agilidad, rapidez  … pero sobre todo ritmo y fuerza en sus más de 20 bailes que componen el corpus del paloteao de Jaca.
De entre estos bailes, los hay de procesión; es decir, que se ejecutan conforme avanza la misma; y los hay de plaza, que se interpretan llegados al destino final de la plaza en la que se realiza el acto de la veneración de la reliquia de la Santa, o bien, en algún momento del recorrido en las breves paradas de la misma procesión. Sus nombres: La ensaladilla, Las viñetas, Pedro Gil,  El cascadedos, El rompecabezas, La araña, La cruz, El remolino, La gallina, El caracol,…
Danzantes del Paloteao de Jaca - 1959

La formación básica del grupo de danzantes es de ocho, pero, se llega a duplicar si están animados y aparecen todos (algún año se han contabilizado 24). Incluso participan varios grupos de jóvenes y niños, que a buen seguro tomarán el relevo de los mayores en cuanto cojan fuerza en los brazos. Este grupo se les denomina como Danzantes de Santa Orosia. Por el contrario, en otros momentos de la fiesta aparece otro grupo de danzantes del paloteao, esta vez organizados por el grupo Alto Aragón y que lleva participando de los actos desde hace 40 años.
Visten con el traje de calzón propio de estas montañas, con faja morada, pero sin pañuelo en la cabeza. Como distintivo llevan un mantoncillo por encima de un hombro cruzado de un lado al otro del pecho. Los palos, de bucho con cascabillos, y en la boca, llamando la atención, un buen clavel rojo.


EL CHIFLO Y EL SALTERIO

Dos grupos de danzantes, dos repertorios de bailes, dos vestuarios distintos… pero hay algo que los unifica y que forma parte principal de estas dos manifestaciones y es  la música y los instrumentos con los que se interpreta: la flauta o chiflo y el salterio.
La flauta es de las de tres agujeros, como el chistu vasco, la chirula transpirenaica, la flauta leonesa, la rociera y algunas más.  A la nuestra, comúnmente la conocemos como chiflo y es el instrumento que interpreta las melodías. Siempre debería estar forrada con piel de culebra, que la protegería tanto de golpes, como de  la excesiva humedad o sequedad del ambiente.
El salterio es un instrumento peculiar que siempre acompaña rítmicamente al anterior. Consta de seis cuerdas que se golpean con un batiente y que sirve de fondo sonoro a las melodías. En la actualidad, se le nombra en diversas ocasiones como chicotén, pero es denominación errónea que nunca ha sido popular entre los danzantes y sus músicos[1].
Ambos instrumentos, tras siglos de existencia por muy diversos lugares, quedó reducida su permanencia en dos únicos enclaves: Jaca y Yebra de Basa. En ambos, como acompañamiento de danzantes y con el culto a Santa Orosia como telón de fondo  imprescindible[2].
Componentes del grupo Alto Aragón, una vez más,  abrieron el camino  en 1979 para la recuperación de estos instrumentos que han acabo convertidos en verdaderos símbolos de la música tradicional aragonesa.
Danza, montañes, danza.
Danzaremos cosa viella
Y, si a mudanza lis cuaca,
Verez como Santa Orosia
Me da a yo luego as gracias[3]
Jaca, junio de 2019.



[1] Tal vez, la denominación chicotén sea más propia de la flauta, como así lo argumentaban los antiguos danzantes y como se ve reflejada en diversa documentación, aunque tampoco concluyente.
[2] Curiosamente, también quedaron relegados a dos únicos lugares en los valles vecinos del otro lado de los Pirineos, pero esta vez asociados a melodías más lúdicas y festivas; menos ritualizadas.
[3] Dichos de los danzantes de finales del siglo XVII. Archivo catedralicio de Jaca.


[1] El siguiente artículo está basado en el trabajo titulado Danza, montañés, de la editorial Pirineum, de Jaca, año 2007, y de los autores Manuel Tomeo Turón y Guzmán Fernández Barrio.

22 octubre, 2019

En La Revista ALACAY, Núm 39 - 2019 (1)

ALACAY - Publicación de Cultura Tradicional Aragonesa de la
 Agrupación Folklórica "Santa Cecilia"
Enero - Junio 2019 Nº 39 Año XIX - Págs 15 - 18




DANZA, MONTAÑÉS, DANZA[1].

MANUEL TOMEO TURÓN
(componente del grupo folc. Alto Aragón de Jaca)

¿Conocéis Jaca, sus costumbres, sus tradiciones, su cultura antigua…? Fiestas como la del Primer Viernes de mayo, su Semana Santa o sus festivales folclóricos invitan al viajero a acercarse hasta sus montañas y recrearse con estos acontecimientos.
Todavía queda por recordar, y lo hago para dar mayor énfasis, el conjunto de tradiciones que el culto a Santa Orosia ha mantenido en toda su belleza y explendor desde hace más de cinco siglos: las fiestas anuales dedicadas a esta Santa.
Y dentro de estas tradiciones, una más, pero muy significativa es la realización de unos dances ancestrales durante estas festividades.
Los dances de Jaca, así en plural pues son dos, están referenciados documentalmente desde principios del siglo XVII. Concretamente es en 1623 cuando ya se cita en las cuentas municipales de la ciudad el gasto que debía pagar el Concejo por la interpretación de unos dances en la festividad de Santa Orosia de aquel año; el documento dice así:
Item fue propuesto que el dia de la fiesta Nra. Sra. Santa Orosia hicieran fiesta y dançes unos mancebos, sus mercedes vean si gustan se les de alguna cosa por el trabajo que tuvieron… Cuanto al tercer cavo fueron de voto y parecer que a los que dançaron… se les de quareynta reales[2].

29-06-1917 Julio Requejo AHPZ

La cita no quedó aislada, pues a esta siguieron otras muchas (más de doscientas) a lo largo de los 400 años que nos separan. Prácticamente sin interrupción, año tras año, se nos informa de todos los elementos que los dances fueron adquiriendo a lo largo del tiempo: que se formaron dos grupos de a ocho danzantes; que uno lo mantenía el gremio de labradores y el otro el de los artesanos u oficiales; que llevaban castañuelas adornadas con hermosos lazos y cascabeles que alegraban la marcha; que vestían de blanco con grandes cintas y adornaban sus cabezas con curiosos bonetes montañeses; que recorrían la procesión incansables; que eran acompañados de los inseparables flauta y salterio; y un largo etcétera.
Si el viajero se acerca a Jaca para la patrona, verá esto mismo cuatro siglos después.
Pero, hablamos de bailes de castañuelas y ¿es que Jaca no tiene un conocido y vistoso paloteao que acompaña cada uno de los actos del culto a la Santa? Efectivamente, por eso se habla de los dances de Jaca, de los dos: los bailes de castañuelas y el paloteao.
Es muy curiosa esta particular duplicidad de los dances exclusiva de Jaca y que  diversas circunstancias históricas la han hecho posible. No es que haya dos clases de bailes distintos; es que son bailes diferentes desarrollados por dos grupos diferentes, con dos trayectorias distintas, cada cual con su propia organización, pero que coinciden en espacio y tiempo en su ejecución: uno delante del otro, pero sin otra interacción que acompañar, como uno más, la urna sagrada con la reliquia de Santa Orosia, principal objeto de los actos de esa fecha.
OS  BAILADÓS
Los bailadores de Santa Orosia, o sencillamente os baliadós, forman el primer grupo de danzantes de Santa Orosia y son los herederos directos de aquellos que ya ejecutaban sus bailes en el siglo XVII. Unos bailes, un dance, que se bailó de manera ininterrumpida durante cuatrocientos años hasta que en 1922, en plena decadencia del grupo de bailadores, se decidió cambiarlo por bailes más de moda y más acordes con la solemnidad de la fiesta; es decir, por el paloteao.
Años más tarde, en la década de los cuarenta se volvieron a recuperar y a mostrar por las calles de Jaca, pero cayeron de nuevo en el olvido hasta que en 1979, el grupo folclórico Alto Aragón los recuperó y los volvió a poner de nuevo en el lugar que nunca debieron faltar: en la procesión general del 25 de junio, día de Santa Orosia.
Este grupo, el Alto Aragón, recuperó el vestuario antiguo que se guardaba en la catedral jaquesa; así como, las viejas castañetas, los coloridos bonetes montañeses, los adornos de cascabeles, cintas y ligas,… Montó de nuevo un buen conjunto de bailes, pero sobre todo recopiló el repertorio musical que estaba quedando en el olvido y con ello, los viejos instrumentos que durante siglos los acompañaron: la flauta y el salterio.
Día de San Juan 2005
Os bailadós visten calzón y chaqueta corta blanca engalanada con pasamanería de colores, cascabeles y vistosas cintas que cuelgan por todo el conjunto. Son copia fidedigna de los antiguos que todavía se conservan en la catedral. Destaca en el vestuario, el colorido e impactante  gorro de cintas inspirado en las descripciones de los antiguos bonetes montañeses de las crónicas del siglo XVIII. Finalmente, se acompañan de castañuelas artesanas de bucho, copia de las conservadas entre los antiguos danzantes. En la boca, nunca falta un buen clavel rojo.
Como curiosidad, los nombres de los bailes son As viñetas, Mantos, Romeros, Pedro Gil, Cruceros, Yebra, Sinués, A rosa, Bailadós…



[1] El siguiente artículo está basado en el trabajo titulado Danza, montañés, de la editorial Pirineum, de Jaca, año 2007, y de los autores Manuel Tomeo Turón y Guzmán Fernández Barrio.
[2] Archivo municipal de Jaca. Actas, 30-6-1623.