Interpretamos el folclore tradicional pero somos conscientes de que podemos presentarlo al público todavía mejor, pulir detalles, profundizar en algunos aspectos, sacar mayor provecho a los recursos que tenemos, ser más polivalentes cada uno de nosotros… Eso se llama estar en un proceso de mejora continua, que nos permita seguir siendo un grupo con unas señas de identidad diferentes a los demás.
Para trabajar esos objetivos introdujimos el pasado año en
la Junta Directiva una nueva vocalía, la de Formación interna. Y han seguido
una serie de acciones en forma de talleres que hemos desarrollado en los
últimos meses...
Un Grupo en continuo aprendizaje
Sí, sí, ya lo sabemos... Estamos en el mundo del folclore
tradicional y eso, al parecer, se traduce en un repertorio inamovible. Repetido
hasta la extenuación en un compás y estilo invariable y con la indumentaria
completa del lugar en el que fue recogida la pieza en cuestión.
Pues sí… y no.
Sabemos perfectamente que representamos el folclore
tradicional aragonés, especialmente el pirenaico. Y estamos extraordinariamente
orgullosos de hacerlo de la forma más correcta posible.
Pero el repertorio a nuestra disposición es extensísimo y
está repleto de matices que ofrecen muchas posibilidades. Tanto en la indumentaria,
como en los instrumentos a utilizar o incluso los pasos de baile y, por
supuesto, en la forma de presentarlo en un espectáculo, sin que nada de ello
altere en absoluto la filosofía del grupo.
Nuestra idea es muy simple, si somos capaces de hacerlo mejor,
más fiel a su forma original y más
bonito… ¿Por qué no lo hacemos? Pues hagámoslo.
Con ese afán por mejorar (en lo individual y en colectivo),
llevamos años recurriendo a talleres, pequeños cursos, jornadas de formación, a
los propios ensayos o a los tiempos muertos de un día de actuación. Pero hay
que destacar que en la planificación de la Escuela de Folclore del curso pasado
(2018-19) dimos una importancia capital a este tipo de aprendizaje, impulsado
además por la creación de una vocalía de formación interna. Estas iniciativas,
y la ilusión de tod@s, se han materializado en todo esto:
El 6 de febrero, Taller de mudanzas del Paloteao de Sinués, dirigido por Jose Ramón ”Salva”, con la idea final de modificar el “paquete estándar de mudanzas”, introduciendo alguna música diferente, como “La niña” o “El molinero”. Participamos 22 personas y cumplimos los objetivos planteados.
El 22 de febrero,
Taller de canto: Rondaderas y estribillos, dirigido por Tania Gil. Nuestro
objetivo era involucrar a más gente en el canto, dinamizar esta sección de la
escuela tendiéndole un puente hacia el grupo, ampliar el repertorio, y con ello
las posibilidades a la hora de preparar una actuación o ronda.
Pasamos una tarde
divertida y terminamos con un buen sabor de boca y la satisfacción de sentirnos
realizados de una forma nueva para muchos ¡habíamos cantado JOTAS!
(Este taller nos ha animado especialmente a la hora de
preparar la actuación musical del reciente Festival de Jumilla, con muy pocos
cantantes habituales en el escenario).
El 2 de marzo, Taller de peinados y pañuelos de cabeza,
dirigido por Lara Gil y María Brun. El objetivo estaba claro, mejorar una
faceta de nuestra puesta en escena que hemos trabajado muy poco (en el caso de
los chicos… ¿nada?).
Lo consideramos muy útil y con una aplicación inmediata. Ha
supuesto, sin ninguna duda, una mejora en nuestra puesta en escena.
El 22 de marzo,
Taller de canto: “Mayos”, dirigido por Isabel Moreno. La idea cuando lo
planteamos fue dedicar tiempo a mejorar la técnica individual para mejorar el
resultado grupal. Supuso el pistoletazo de inicio a los ensayos para la “ronda
de los Mayos”, que ya todos conocéis y en la que muchos participáis (el año que
viene ¡tod@s!).
El 30 de marzo, tuvimos un Taller de percusión, dirigido por
Luismi, profe de la Escuela Municipal de Música. Nuestro objetivo, abrir nuevas
posibilidades a la percusión, de manera que gente que actualmente hace otras
cosas, pueda participar más en las actuaciones o en las rondas.
Participamos casi 40 personas en dos grupos diferentes y
tenemos clarísimo que habrá una segunda parte… ¡solo nos falta poner la fecha!
Los meses de abril y mayo vinieron este año cargados de actividad y no tuvimos ocasión de preparar más talleres… pero nada más terminar las fechas de máxima actividad…
El 7 de septiembre, Taller de mantones, dirigido por Lara
Gil en colaboración con Belén Artero. Uno de los más demandados y que, sin
duda, requerirá una segunda parte para seguir trabajando un aspecto tan
importante de la indumentaria femenina.
Todos estamos muy contentos por haber conseguido sacar adelante tantas jornadas “extra”, pero es que, además, hemos cerrado todos estos encuentros con una charla animada, risas y un ambiente fenomenal que no distingue de edades y que nos facilita muchísimo continuar este camino y mantener un ritmo de actividad… ¡altísimo!
Cada año que pasa somos capaces de afrontar nuevos
retos, de cerrar espectáculos más
difíciles, con más ritmo, con pequeñas variaciones que mejoran el resultado y
complican la ejecución, que prescinden de los tiempos muertos y que nos exigen
polivalencia y mucha concentración para cantar, bailar, tocar, presentar o
hacer reverencias estilosas…
¡Seguimos a la vanguardia del folclore tradicional,
seguiremos trabajando para conquistar al público en cada actuación!
José
María Palacio
Publicado en la newsletter del Grupo
"De Capazo", núm 3 (Septiembre 2019)
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