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13 abril, 2023

Enramadas celebrando la primavera - 2020

 

Bienvenido mayo, bienvenido seas...

Bienvenido mayo, bienvenido seas… con esta canción y otras semejantes, el Grupo Folklórico Alto Aragón festeja desde hace 20 años (desde 2001, este año se cumple el vigésimo aniversario) la llegada de la primavera. Se cantan canciones de galanteo y ronda, se enrama, se baila, se bebe, se planta el mayo… y todo porque Ya estamos a 30 del abril cumplido. Y no es para menos, celebramos como siempre ha celebrado la sociedad tradicional, aquí y en todo lugar, la llegada de la verdadera primavera, la que  viene trayendo la vida a toda la tierra.


¿Pero qué es este tiempo nuevo que desde siempre se ha celebrado su llegada? Es la primavera, es la llegada del calor, del despertar de la naturaleza, del crecimiento de la hierba y de las hojas de los árboles. Es el dejar atrás el frío, la oscuridad de la noche, de la muerte de la naturaleza, de la escasez cada vez más pronunciada… En definitiva, es el triunfo de la vida sobre la muerte, es la resurrección de la naturaleza. 

Sí, llega el tiempo nuevo, pero el hombre tiene que contribuir a su llegada; es necesario que se realicen una serie de ritos o costumbres o tradiciones, llamémoslas como queramos, para que todo se cumpla, para que el ciclo anual de la vida tradicional siga girando año tras año, primavera tras primavera. Hay que hacerlos para que todo se renueve como siempre. 

Esos ritos, que tienen escondidos muchos mensajes de sociedades mucho más antiguas de lo que ahora percibimos, se materializan en lo que decíamos al principio: canciones, bailes, enramadas… ¡y que no falte el mayo! Pero no solo eso, ni mucho menos. Además de esto, se sacralizaban los campos, el sustento familiar, y de ahí la bendición de términos que todavía se realiza en numerosos lugares en estas fechas, bendición hacia los cuatro puntos cardinales; en el calendario cristiano se celebra la fiesta de la Santa Cruz de mayo: cruz-madero-mayo y flores que la engalanan; se celebra San Marcos, San Gregorio y San Miguel de mayo, incluso San Isidro, un santo de Madrid; romerías por doquier con sus carros engalanados de ramas… Por último, cómo no incluir dentro de estas fiestas y de estos ritos la celebración principal del mundo cristiano: la muerte y la resurrección de Cristo durante la cercana Semana Santa: muerte y vida, tinieblas y luz. ¿Y cuál es el alimento principal de estas fechas del calendario cristiano? El huevo. El huevo como símbolo de nacimiento de la vida: de chocolate, duros en comidas rituales, encima de panes o tortas de Pascua…  

Y en nuestras montañas, ¿qué ritos han acostumbrado hacer los montañeses para la llegada de este tiempo nuevo?  Pues, entre otros, los que recreamos cada año en la ronda de los mayos y más que poco a poco iremos incorporando con la ayuda de todos.  

Y lo cierto es que los hacían y hacen, pues, por suerte, todavía en nuestra comarca se vienen realizando en algunas localidades con mucha vitalidad.  

En Javierregay, según nos cuenta Enrique que ha sido actor principal en esta fiesta, todavía enraman los mozos a las mozas (bueno, hoy todos juntos hacen la ronda) la madrugada del día de Pascua. Para ello, colocan grandes ramas de pino colgadas en los balcones y ventanas de las casas de todas las niñas, mozas y mujeres solteras del pueblo y le añaden unas bolsas de naranjas como regalo para ellas.  

Lo mismo sucede en otras localidades próximas, así en Santa Engracia enraman con carrasca y naranjas, y en Berdún nos cuenta Teresa, con ramas de laurel o pino y bolsas de caramelos y naranjas. Y hasta hace unas décadas ponían un gran mayo para festejar el día. También en Embún se ha mantenido con vitalidad esta costumbre de las enramadas y como curiosidad, la primera que se le festejaba era la imagen de la Virgen en el portal de la Iglesia.  

 En Bailo, como nos dice Nuria, todavía se enrama con pino y bolsas de naranjas y caramelos; y en Sinués, se enramaba con pino; y en Navasa, también con pino y con naranjas, y hasta se ponía un gran abeto cogido en los pacos de Uruel para que no faltase nada en la fiesta.

Ahora bien, para finalizar, destacamos lo que se realizaba el Atarés, pero dejemos que nos lo cuente Gema:  

En Atarés se enramaba dos veces, una para Pascua Florida o Domingo de Resurrección y otra para Pascua Granada o Pentecostés. Lo hacían los mozos solteros a media noche. Era con ramas de cerezo ya florecidas; primero, en la puerta de la iglesia se ponían dos ramas para la Virgen del Rosario y, luego, en los balcones o ventanas de la casa una rama por cada soltera que había en la casa. Alguno, si quería, añadía algunas naranjas colgadas para la novia o para alguna moza por la que sintiera una simpatía especial.  

Al día siguiente, los mozos recogían en cada casa una docena de huevos por cada moza enramada y, más tarde, cuando se acababan, las mozas se juntaban en alguna casa y hacían los huevos de pascua, que eran huevos duros y encima perejil, ajo, cebolla fina y canela espolvoreada. Como había muchos, hacían también tortillas, postres, etc. Y merendaban juntos en la cantina con abundante vino.

 Se dejó de enramar durante unos años porque  no había mozas y cuando se volvió a enramar, se hizo con ramas de pino y ponían naranjas colgadas también. No había cerezos ya para ponerlas igual que antes. Pero fueron pocos años, después se dejó de hacer. No era tradición ni cantar, ni plantar un mayo.  

Ya lo sabéis, a rondar este 30 de abril, que Si el mayo no llega quedarán los hielos y los campos nuevos seguirán hoy yermos.

 (Qué buen trabajo podríamos hacer entre todos sobre este ciclo festivo de inicio de la primavera. ¿Nos animamos?)

Manuel Tomeo

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 5

(PrimerTrim. 2020)

29 abril, 2021

Sobre el Dance de Biescas - 2020

 El trabajo de investigación y recuperación de José Ángel Gracia ha sido recogido en una publicación editada por La Comarca del Alto Gállego.

Biescas reconstruye su antiguo dance

E.P.A.- El área de Cultura de la Comarca del Alto Gállego ha editado la publicación Dance, gaitas y gaiteros en el folclore de la villa de Biescas, de José Angel Gracia Pardo. Se trata de un trabajo de investigación que se recoge en el segundo volumen de la colección comarcal A Gabardera y que fue presentado el pasado viernes en Sabiñánigo por el autor y la consejera de Cultura, Isabel Manglano.

La consejera comarcal Isabel Manglano, junto al autor José Ángel Gracia y la portada de la publicación.

El texto publicado está basado tanto en encuestas de tradición oral como en documentos escritos inéditos, y da a conocer el antiguo dance y la pastorada de Biescas, datada esta última en 1844. Un testimonio que permite reconstruir el antiguo dance a Santa Elena gracias también a partituras de las mudanzas que se reproducen y junto a abundantes fotografías de los músicos intérpretes del mismo.

José Ángel Gracia explica en la publicación el recorrido realizado para tratar de reconstruir el dance través de los testimonios de los escasos informantes locales existentes. El punto de partida es el año 1984, cuando el investigador serrablés Enrique Satué Oliván, que entonces estaba elaborando su tesis doctoral, entrevista Enrique Aínsa Aso, de casa Balentín (sic) de Biescas, quien le proporcionó la única referencia que se poseía en torno al dance de Biescas, "Le habló sucintamente, desde el reeuerdo de su niñéz, del propio dance, de los gaiteros que interpretaban su música, de las festividades en que se bailaba... todo ello en una grabación magnetofónica que no superaba los seis minutos de duración”, explica. Si bien las personas cercanas a Satué, entre ellas el propio Gracia, eran conocedoras de este documento, no fue hasta 2014, cuando deciden examinar su contenido y realizar un trabajo de campo tratando de buscar nuevos testimonios que ofrecieran pistas sobre el desaparecido dance de Biescas. Se realizaron quince entrevistas, pero los resultados “no fueron los deseados”, al menos en cuanto al propósito principal del proyecto, “no así en cuanto al recuerdo que se mantenía de músicos y gaiteros, que en general fue más satisfactorio”, señala. Los datos recogidos fueron publicados, bajo el título En torno al dance de Biescas, en el boletín número 15 de la revista Erata, correspondiente al año 2015.

El autor de la publicación comenta que, cuando todo se daba ya por cerrado, en la primavera de 2017, “un hallazgo sorprendente” vino a aportar nuevos datos sobre el dance y otros aspectos del folclore pelaire, a la vez que corroboraba en gran medida lo anteriormente estudiado. “Se trata de las memorias de Enrique Aínsa Lalaguna, padre de Enrique Aínsa Pardo, informante que Enrique Satué entrevistó en 1984 y primera persona que daba noticia del dance de palos en Biescas. Esas memorias se empezaron a redactar el 2 de agosto de 1936, apenas unos días después de que diera comienzo la Guerra Civil, por lo que en ellas son inevitables las continuas alusiones tanto a la contienda como a los bandos involucrados. No obstante, queda espacio para hablar de la sociedad pelaire de la época, de antepasados de la villa, de costumbres, de religión, de Santa Elena y también, cómo no, de folclore. Así, el texto aporta abundantes datos sobre el paloteo (sic), los gaiteros, los espacios donde se bailaba: en fin una valiosísima información de primer orden acerca de un tema prácticamente inédito”, apunta.

Tras estudiar estas memorias, decidieron retomar las entrevistas y finalizar el trabajo de campo oral puesto en marcha en 20 14. Se hicieron media docena de entrevistas más a otros tantos informantes y un compendio de las partes relativas al folclore de las memorias de Enrique Aínsa Lalaguna, que unieron a los resultados de la anterior investigación, para emprender un nuevo estudio que fuera una compilación de todo lo conocido en lo referente al dance y al folclore en general en la villa de Biescas, cuyo resultado es el trabajo que ahora ha visto la luz.

En las consideraciones finales, José Ángel Gracia reconoce que, a primera vista, no deja de sorprender que, aparte de las memorias de Enrique Aínsa Lalaguna y de la entrevista realizada a su hijo en 1984, “no existen prácticamente referencias claras en relación con el dance. Una de las razones de esta falta de datos, es que tras la Guerra Civil “Biescas quedó total y absolutamente destruida” y “se borró todo vestigio del pasado”.

“Así, no es de extrañar que tras semejante devastación no quedase ni rastro del dance. máxime cuando llevaba ya varias décadas desaparecido. No hubo ningún costumbrista al que le llamasen la atención el coloquio y la vistosidad de este tipo de baile. Ni siquiera los pirineístas, que tanto gustaban de glosar las costumbres de las gentes de este lado del Pirineo, repararon en esta manifestación folclórica”, apunta.

Tampoco se hace mención en los cancioneros ni en la prensa local o provincial. Entre esas fuentes, el autor cita a El Pirineo Aragonés, donde existe “abundante información sobre los actos festivos que se realizaban con motivo de la romería de Santa Elena de Biescas, pero ninguna referencia al paloteao. La noticia más antigua relacionada con los festejos celebrados en honor a santa Elena data de 1883, un año después de la creación del periódico”, concluye.

Semanario El Pirineo Aragonés núm. 7026 del 11 de diciembre de 2020, pág. 12



22 febrero, 2021

6 componentes fundadores 45 años después - 2020

45 años

45 años dedicados al folclore y la cultura del Alto Aragón. 45 años en los pueblos, en las plazas, en teatros y escenarios de medio mundo. 45 años de trabajo incansable, de nervios, de ensayos y de largos viajes.

Podemos resumir estos años enumerando logros, o podemos resumirlo en momentos.

Hemos pedido a los 6 únicos componentes del grupo que trabajaron en su creación, y continúan en activo, que nos cuenten sus recuerdos más queridos de su vida en "el grupo".

El Grupo Folclórico Alto Aragón es sobretodo su gente. Trata de personas. De buenas personas unidas por el folclore y decididas a cuidarlo y enseñarlo. Trata de los recuerdos de Rafa, Fernando, Isabel, Paco, Guzmán, Álvaro... y de los de muchos más. De los de todos.

De los momentos duros, tristes, alegres o absolutamente felices, de la gran familia que forma el Grupo Folclórico Alto Aragón.

Por 45 años de éxitos, y un futuro lleno de ilusión.

Te invitamos a ver este vídeo realizado por Teresa Tomás y José Mari Palacio.

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 8 
(Cuarto Trim. 2020)

10 febrero, 2021

Receta de Navidad del Sobrarbe - 2020

 MENÚ DE NAVIDAD

Como se acercan las fechas de hacer menús de Navidad, vamos a darle una vuelta a aquéllos que hace 70-80 años se cocinaban por este Pirineo. Como lo que más conozco es Sobrarbe, no me voy a meter en “camisas de once varas”.

Partamos de la evidencia de que, ahora, cuando pensamos en una comida, no hay problema: nos acercamos a cualquier supermercado y encontraremos toda clase de carnes y pescados frescos o congelados, verduras y frutas de cualquier temporada etc.  Pero esto es así desde hace no tantos años. En la época de la que hablamos, era imprescindible hacer huerto para poder comer, criar un cerdo para tener embutido o jamón, sembrar trigo para poder comer pan, hacer un arna si querías probar miel o tener gallinas para comer huevos o pollo y la ganadería de “vender”, para conseguir algún dinero, porque había que comprar la sal, arroz, algún pescado en salazón, azúcar y aceite.

Como la orografía de Pirineo era abrupta, los campos tenían poca extensión y se cultivaban de la manera muy rudimentaria (se labraba con un mulo, burro  o caballo y un arado romano, se segaba a hoz y se trillaba en la era). Con esto quiero decir que las cosechas de trigo eran muy pequeñas y desde ahí aún había un trecho hasta convertirlo en pan.

La  comida no era cuestión de pensarla y hacerla, todo necesitaba haberse empezado a trabajar mucho antes. Se plantaban en verano las verduras de invierno (generalmente coles o cardos), se dejaban pollos para comer en Navidad, se había ido a moler el trigo a los molinos de piedra que había a lo largo de los ríos de para hacer pan y alguna torta en días señalados y se hacía matacía de cerdo para el año.

Las dos fechas en que, de las más ricas a las más pobres había comida especial en todas las casas, era Navidad y el día de la fiesta del pueblo. Generalmente en Nochebuena se hacía alguna verdura: col, si había mucha suerte, con aceite de oliva o “apañada con tocino”, cardo en salsa de almendras al que se le añadía bacalao desalado y alguna carne. Si con el cardo no había bacalao, se ponía de segundo plato algún pescado, porque los de la ribera alta del Ara o los que estaban cerca del Cinca, Cinqueta o Yaga tenían truchas que pescaban “a uñeta” o con un tresmallo. De postre orejones de presiego, manzana o higos que se teseraban sobre un cañizo en las falsas venteadas del verano y luego se ponían a cocer con agua y se añadía vino.

El día señalado era la comida de Navidad. Como ya en cada casa había mucha gente no solían venir más familiares, a partir de la década de los 60 donde marchó tanta gente a  Zaragoza o Cataluña empezaron a volver hijos y nietos en estas fechas.

El menú de ese día, además de la esquerola con ajo, era de sopa de fiesta (que, hasta que llegó la tapioca, era de pasta, que venían a hacer por los pueblos con una maquina cargada en la mula –de estos oficios podemos hablar otro día-. Esa sopa llevaba huevo duro y carne del caldo picados. Después el pollo, que habían criado en casa durante casi un año. Se hacía guisado  en cacerola de hierro al fuego o en la cocinilla de leña. El postre iba en función de los “posibles” de la casa o de la materia prima que tuvieran. Por ejemplo, si tenían leche de oveja o de vaca hacían flan, si eran del bajo Sobrarbe donde hay almendreras, preparaban turrón o guirlache con almendras y miel, en otras casas cocían bizcocho o hacían pastillos (empanadicos) de calabaza o manzana o nueces. En lugares como Ainsa o Boltaña que, tras la Guerra Civil se quedaron acuartelamientos de militares, cambiaban leche por arroz y azúcar, y así podían hacer arroz con leche.

El azúcar era muy difícil de conseguir, por eso se valoraban mucho los postres dulces, y aunque solía ser negra, sin refinar era tanto lujo como el café. El anís se hacía en algunas casas, con alambiques ilegales y se conseguía de estraperlo.

Gracias a los arrieros, como los de Naval que subían por Jánovas y Sobrepuerto se podía conseguir aceite a cambio de lana o de cera o sal (que aunque os parezca un tema menor era importantísima para geste y animales). De los arrieros también podemos hacer un aparte en otro momento.

Como dice el antropólogo Severino Pallaruelo, en Sobrarbe éramos tan pobres que con lo que otros tiraban, nosotros hacíamos alta cocina: colas de cordero, patatas con sebo, chiretas de arroz, fritada de sangre con cebolla. Como veis se aprovechaba todo.

Conforme avanzaba el siglo XX, con la llegada de más productos a las tiendas de los pueblos grandes, el “trasiego” con Francia por el puerto que hacían los vecinos de Bielsa, Plan y San Juan fue variando en enriqueciendo los menús con pescados de salazones, fruta fresca como mandarinas, chocolate o vino rancio.

Os dejo aquí una receta de pastillo de nueces, por si tenéis una tarde con tiempo: 


Picar un tazón de almendras crudas u otro de nueces (mejor no muy molidas para que encontremos los trozos). Mezclar con otro de azúcar, al que le habréis añadido un poco de canela.

Vamos a hacer la masa con agua, harina, levadura, sal, aceite y un huevo. Amasamos bien y la dejamos a reposar calentita durante 1 hora. La extendemos a lo largo, lo más fina que sepamos, de manera que pongamos sobre la mitad la mezcla que teníamos reservada  y el resto nos sirva para taparlo. Una vez hayamos extendido bien la mezcla de los frutos secos, echamos miel por encima, tapamos y unimos las orillas con los dedos haciendo presión. Por encima, echamos un poco de aceite y azúcar.

Al horno a 200º hasta que quede dorado.  Lo dejáis enfriar y tenéis listo turrón de Sobrarbe. Es un lujo que no se encuentra más que en las casas que aún lo hacen.

En la nuestra, ¡estáis invitados! Feliz Navidad.

Elsa Fumanal

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 8 (Cuarto Trim. 2020)

24 enero, 2021

Artículo sobre gaita aragonesa - 2020

 Gaitas y gaiteros del país de Sobrarbe

Entre los instrumentos que usamos en los espectáculos, está la gaita aragonesa. Habiendo invitado a nuestro componente y lutier Luis Salesa a que nos hablara del tema, uno de los instrumentos que toca en el Grupo, nos remitió a Álvaro de la Torre, por estar él más centrado en el tema del salterio. Nuestro amigo Álvaro, une en su persona una gran experiencia como investigador y como músico de diversos instrumentos. Durante años salió en la procesión de Santa Orosia tocando el chiflo y el salterio al lado del paloteao. Fruto de sus investigaciones es el siguiente artículo. Agradecemos su colaboración.

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 8 (Cuarto Trim. 2020)

GAITAS Y GAITEROS DEL PAÍS DE SOBRARBE

A raíz de un encuentro casual en 1.985, el folklorista Joaquín Díaz nos sugirió la conveniencia de publicar unas notas sobre el chiflo y el salterio en la “Revista de Folklore”, que él había creado cinco años antes, ya que entonces existía bastante desconocimiento sobre estos instrumentos a nivel nacional. Al ir buscando antiguos testimonios en torno a estos, nos encontramos con que al Este del valle de Broto, en la comarca de Sobrarbe, la cornamusa o gaita de fuelle sustituía a la flauta de tres agujeros como el instrumento que acompañó las danzas ceremoniales, y decidimos investigar también esta tradición.

En aquellos años la situación era propicia para esta búsqueda. En cierta medida, se mantenía aún el antiguo estado social, aunque hacia dos décadas que había desaparecido el último gaitero en activo, Juan Cazcarra, de Bestué (valle de Puértolas) de quien Ánchel Conte -eran los inicios del grupo “Viello Sobrarbe”- había tenido la precaución de preservar su instrumento completo. La mayoría de las personas a las que encuestamos ni siquiera eran conscientes de que ya no quedaran gaiteros en activo. La búsqueda, por lo tanto, fue fructífera. 

Juan Cazcarra, de Bestué, en Tella, hacia 1.945, en una fotografía que conservó su sobrina Pilar Bestreguí.

En la misma época, el gaitero Martín Blecua, de Sariñena, junto a Pedro Mir, habían comenzado el estudio de la gaita en su comarca, que después extendieron al resto de Aragón, y habían contactado con el artesano Marcel Gastellu, que hizo unas primeras copias siguiendo el modelo de la vieja gaita de Bestué. El libro de referencia de Blecua y Mir se publicó finalmente en 1.998 (1).

La presencia de la cornamusa en Sobrarbe ya había sido dada también a conocer para el gran público por algunos investigadores. Entre los primeros, Charles Alexandre, amigo personal de Marcel Gastellu, la describió detalladamente en 1.976, al tratar sobre la cornamusa en los Pirineos centrales (2).

Lo encontrado en Sobrarbe se publicó finalmente en dos apretados artículos de la “Revista de Folklore”, en 1.995 (3). En resumen, anotamos referencias precisas de 11 gaiteros a comienzos del siglo, y algunas vagas referencias de otros 6, y encontramos o identificamos gaiteros en algunas fotografías antiguas, en especial entre las que Juli Soler publicó en su descripción de las fiestas de Chistén de 1.907. Todo esto, claro está, con la colaboración de muchas personas de esa comarca. Encontramos también piezas de otras cuatro gaitas: un clarín con sus inchas en la propia casa de Juan Cazcarra, otros dos clarines, una bordoneta, un bordón y otras piezas de otras dos gaitas en Santa Justa, en el mismo valle, y otra bordoneta en el caserío de La Muera (Fueva Alta). Años después Adolfo Castán encontraría en Lacort otro clarín y otra bordoneta, que seguramente pertenecieron al gaitero de Ceresuela.

Y también muchos otros aspectos de esa misma tradición: melodías, cantos a son de gaita, el uso de clarines de buxo y clarines de caña entre pastores aficionados, coplas y romances alusivos, etc.

Una de las primeras constataciones fue por lo tanto que la gaita en Sobrarbe no se limitaba a las danzas ceremoniales -como ocurre con la gaita en otras comarcas, o el chiflo y salterio en la nuestra- sino que era también de uso general para todo tipo de bailes y cantos.

Los instrumentos hallados o descritos fueron invariablemente del tipo de gaita de boto aragonesa (4) que, como es sabido, se caracteriza básicamente por tener, además de un gran bordón con lengüeta simple, el tubo melódico con lengüeta doble -clarín- paralelo a un pequeño bordón – tenoreta o bordoneta- sujetos a una misma pieza. Dentro de este esquema, en Sobrarbe encontramos algunos detalles particulares, como el uso esporádico del bordón, adornado, por encima del hombro (Chistau y La Muera), y, sobre todo, el uso de lengüetas dobles – que allí llaman inchas- similares a las del clarín en las bordonetas (Charles Alexandre la describió también así) que por esta razón presentan oídos de resonancia, cuando en el resto de Aragón lo más común es que las bordonetas estén provistas de lengüeta simple.

Otro aspecto importante es la excelente fabricación de la mayoría de las piezas encontradas en Sobrarbe, y la uniformidad de los cinco clarines entre sí (que sin embargo proceden de constructores diferentes) siendo la pieza técnicamente más compleja de construir, frente a las formas de otros clarines encontrados en el resto de la región.

En conclusión, los datos encontrados nos hablarían de una fuerte tradición “endogámica” de ámbito comarcal. Este punto de vista, que puede parecer obvio desde una perspectiva montañesa, encontró en su día sin embargo una fuerte oposición entre los demás investigadores del instrumento a nivel regional.

Comparación de los clarines encontrados en Sobrarbe (Bestué 1 y 2, y Santa Justa 1 y 2) frente a un clarín monegrino (de Juan Mir, de Sariñena). A la derecha, el clarín de Lacort encontrado posteriormente por A. Castán.

Desde el punto de vista organológico, esta cornamusa está emparentada con otras extendidas por varias regiones de toda Francia, en particular con las “cabretas” de Auvernia y las “chabretas” del Limosín y el Périgord. En la Alta Auvernia se han conservado además algunas “cabretas” sin soplo mecánico y con doble lengüeta en los pequeños bordones, que en este caso reciben el nombre de chanterelles. Este es también el caso de la “chèvre”, uno de los tres sub-tipos de “chabretas” limosinas. El trabajo de Bruno Meraud (aún sin publicar) llega a la conclusión de que este debió ser el caso general de todas las “chabretas”, y del resto de cornamusas similares más primitivas.

Algunos musicólogos opinan que este tipo de cornamusa apareció por la adición del gran bordón exento a una gaita primitiva de doble tubo melódico, como aún existen en Las Landas, los Balcanes o el Norte de África. No obstante, el fallecido investigador y documentalista Thierry Boisvert presentó en 1.988 un concienzudo trabajo sobre la “chabreta” y sus elementos simbólicos (5) en el que opinaba que este tipo de cornamusa pudo ser inventada en el Limosín en la segunda mitad del s. XVI, en el marco de la exaltación de las cofradías civiles a partir de la Contrarreforma. Por extraña que esta teoría pueda parecer, algunos hechos históricos de esa misma época podrían llegar a explicar la aparición de este tipo de cornamusa en nuestra provincia, asentándose seguramente sobre una tradición de cornamusas anterior.

Álvaro de la Torre

Notas:

(1) Martín Blecua y Pedro Mir, “La gaita de boto aragonesa”, Edizions de l´Astral y A.G.A., Zaragoza, 1.998.

 (2) Charles Alexandre, “La Cornemuse dans les Pyrenées Françaises”, Bulletin du Musée Instrumental de Bruxelles, vol. VI, 1.976. También, J. A. Urbeltz, “Notas sobre el xirolarru en el País Vasco”, Cuadernos de Sección: Folklore, 1, de la Sociedad de Estudios Vascos, San Sebastián, 1.983.

 (3) A. de la Torre, “Gaitas y gaiteros del país de Sobrarbe”, en “Revista de Folklore”, nº 176 y 183, Caja España, Valladolid, 1.995 y 1.996. A pesar de que el libro de Blecua y Mir, tras un largo período, se publicó después de estos artículos, los datos de Sobrarbe que ellos emplean provienen de notas anteriores a la publicación, y en algunos casos son incompletos o inexactos.

 (4) Aparecieron algunas piezas de otros tipos de cornamusas, pero reaprovechadas en la misma estructura original

 (5) Thierry Boisvert, Chabrettes: Mon Dieu, quelle histoire !”, Actas del Simposio Internacional sobre la Cornamusa, La Haya, 1.988.

11 enero, 2021

Información sobre villancicos - 2020

 MARÍA PILAR FRANCO Y SU CUADERNO DE VILLANCICOS

Mª Pilar Franco Bescós, de la huerta Franco de Jaca, apuntó en un cuaderno los villancicos que había aprendido en los años 50, los villancicos que había aprendido en la escuela y en casa. Su sobrino, Carlos, nos enseñó algunos de esos villancicos al resto del Grupo. Algunos los grabamos en nuestro disco “Nueces y turrones, manzanas y peras” (“Pobrín, pobrín” y “Pastorcitos despertad”). Otros los hemos ido incorporando después a nuestro repertorio (“Suenan, suenan las campanas”, “Buenas tardes tenga”, “Ya caminan juntos hacia Belén”). Lo que es indudable, es que nuestras actuaciones de villancicos no serían lo que son de no contar con el repertorio que recogió Mª Pilar.

Tiene 80 años, recién cumplidos: “muchos años ya…” nos dice. Pilar estudió en el colegio que estaba en la calle Ramón y Cajal, que ahora es parte del ayuntamiento, y trabajó muchos años en hostelería, ”también cosiendo (sobre todo camisas) y en casa, en la huerta, donde siempre ha habido mucho trabajo”.

Buenas tardes, Pilar.  ¿Cómo era la Navidad en su infancia?

Con muy poca abundancia de nada, eran tiempos muy difíciles, pero yo creo que se celebraba con más sentimiento que ahora. Lo poco que había de extraordinario se valoraba mucho. Y claro, de críos todo es más majo y alegre. Lo pasábamos bien.

¿Ha cambiado mucho respecto a lo que es hoy?

Ahora hay demasiada abundancia y algo de derroche, valoramos menos las cosas. Aunque es una época bonita del año por juntarnos todos como siempre (aunque este año va a estar difícil).

Como seguro que sabe, los villancicos que usted escribió en su cuaderno hace 64 años son una parte importante del repertorio de Canciones de Navidad del Grupo Alto Aragón, ¿dónde y cuándo cantaban esos villancicos?

Los cantábamos en la escuela que era donde los aprendíamos, pero luego en casa con mis hermanos también, mi hermana Irene también sabía muchos como “En un pesebrito” que también lo grabasteis.

¿Cómo se le ocurrió recoger esos villancicos en el cuaderno?

Los apunté por acordarme luego, para que no se olvidaran, aunque alguno, después de tantos años, no me acuerdo de la tonada.

¿De todos ellos cuál es su preferido?

El “Pobrín, pobrín” seguramente, aunque el de “Buenas tardes tenga” también me gusta mucho.

¿Por qué?

No sé, son de los que más me acuerdo.

¿Ha escuchado alguna vez en directo alguna actuación de villancicos del Grupo Alto Aragón?

Claro, siempre que los tocáis en Jaca y puedo, voy a veros.

¿Qué opina de cómo los interpretamos?

Me gusta mucho cómo los tocáis, con tantos instrumentos y voces.

¿El cuaderno contiene otros villancicos, además de los que tocamos? ¿Nos podría cantar y enseñar alguno de estos?

Sí, hay más, algunos no recuerdo las tonadas bien. Alguno aún podría recordar.

Le agradecemos mucho su tiempo por habernos enseñado… y haber guardado ese fantástico cuaderno del que tanto hemos aprendido.

Gracias a vosotros, me ha gustado mucho colaborar con vosotros.

Carlos Franco y Óscar Tesa


Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 8 (Cuarto Trim. 2020)


30 diciembre, 2020

Componentes en el 45 aniversario - 2020

 

La orla de 2020

En nuestra secretaría tienen un lugar especial las 10 orlas que se han ido realizando, cada 5 años, desde la fundación del Grupo en 1975. Suponen siempre un foco de atracción para reconocer caras, ver cómo hemos cambiado con los años, descubrir en qué momento empezó cada uno… Por cierto, por el Grupo hemos pasado un total de 261 personas.

En este artículo, Paco y Álvaro nos descubren detalles y curiosidades sobre las orlas, dando algunos detalles importantes sobre la de 2020.

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 8 (Cuarto Trim. 2020) 


De nuevo noviembre, se acerca nuestro aniversario que, en circunstancias normales, celebraríamos con distintas actividades y la tradicional cena. De momento habrá que aplazarla. Cumplimos cuarenta y cinco años de música, de ensayos, bailes, viajes y sobre todo risas. Claro que ha habido enfados y desencuentros, pero sin olvidarlos, lo que recuerdo desde el principio y dominando sobre lo demás, las abundantes risas.

El año de la fundación del Grupo, nuestro primer presidente, José Ángel, entre otras muchas cosas, elaboró una orla con las fotos de todos los componentes. Desde entonces se ha mantenido la iniciativa, haciendo una cada cinco años. La segunda y tercera orlas (1985) las confeccionó Javier Angel-Alberola, al que siempre hemos llamado Javierre. La cuarta y la quinta (1995) las elaboró David Rodríguez. La sexta, la del año 2000 y la séptima, Elsa Fumanal. Francisco Betés (Paco) y Elsa harían la octava (2010) y las de 2015 y este año las hizo este último.

Nos ha parecido importante mantener esta faceta,- nos dice Paco-, pues forma parte de la historia del Grupo. Es poner cara a cada componente y en muchos casos ver cómo van cambiando. Casi lo que da más trabajo es recoger las fotos, anunciarlo en algún ensayo, recordarlo y hasta en algunos casos insistir, por no decir perseguir, a las personas  que se les olvida.

Habla con distintas personas, buscando motivos reseñables para completar el espacio. En esta ocasión le pareció importante poner el músico del salterio que Javierre plasmó y con el que hicimos un cartel en las primeras épocas del Grupo. También hacer alusión al viaje a Rusia que se hizo en 2018 y que es quizá el más llamativo de este período.

Somos en la actualidad 76 componentes

Bajas                                        4

Altas                                      21

 

Repiten de 1975                    4

Repiten de 1980                     

Repiten de 1985                    3

Repiten de 1990                    5

Repiten de 1995                  11

Repiten de 2000                    6

Repiten de 2005                    3

Repiten de 2010                   10

Repiten de 2015                   13

El control de los componentes no es exhaustivo como en los primeros tiempos, donde se apuntaba hasta los viajes en que participaba cada cual. Por eso, a lo largo de los lustros, es posible que falte alguna persona que haya estado “entre-orlas” o que otras hayan figurado en menos de las que deberían, pero a lo largo del tiempo, da una idea bastante aproximada de la gente que está o ha pasado por el Grupo. Con las últimas personas incorporadas, hemos pasado por aquí 261 personas. Habría que resaltar que 29 personas (38 %) llevamos más de 20 años, estando seis personas de los fundadores, lo que da imagen de un grupo maduro, sólido y con equilibrio entre la juventud y la experiencia.

¡¡¡FELICIDADES GRUPO!!!

 Paco Betés y Álvaro Gairín

27 diciembre, 2020

Adaptándonos a las circunstancias - 2020

 LOS NUEVOS ENSAYOS

 

Fotografía cedida por la Escuela Municipal de Música

En estos tiempos en los que la lentitud es la tónica predominante, hemos pasado del “arrímate que no pecas” al “ponte a dos metros o te paso el coronavirus”. Y así han ido pasando los días, las semanas…  Desde el pasado 1 de julio en el Casino, después el 15 de julio en la Nave Polivalente y para terminar el 9 de septiembre de nuevo en el Casino.


Pocos, muy pocos pero armados con mascarilla, gel, lista de asistencia, desinfección tras cada clase y manteniendo la distancia de seguridad, hemos ensayado hasta que tras el Puente del Pilar, y ya con el virus campando a sus anchas por Jaca y alrededores, se han vuelto a suspender las “quedadas” de baile, canto y rondalla, desde el 17 de octubre.

Estos ensayos, me recordaban más a las clases con que algunos de nosotros empezamos en la Escuela de Jotas, todos en fila, que a los ensayos preparatorios de las actuaciones del Grupo Folklórico, sin el estrés que supone a los organizadores tanto de vestuario y actuaciones, como a los directores de baile, canto y rondalla y otras personas que siempre nos acompañan en la gestión de estos eventos.

Hemos perdido o mejor, dejado aparcada en el baúl, la emoción de la actuación que por un lado tanto nos asusta a los más novatos, y a la vez, tanto nos motiva a todos. Subirse a un escenario a cantar, interpretar los acordes o bailar frente al público tiene su encanto, como cuando tomas prestada una pieza del vestuario del grupo o tienes la suerte de vestir un traje de Hecho o Ansó con el empaque y la elegancia que ambos son capaces de desplegar a pesar de su peso, que esa es otra, al final todo el tejido aísla, hasta del calor que nos genera tantas capas de ropa. También echamos de menos esa sonrisa cómplice de Fernando cuando entre bastidores nos pregunta ¿qué tal?  ¿Cómo van esos cambios? ¿Cuánto os falta? Y es que el tiempo apremia y ya nos toca salir a bailar, momentos y actuaciones que por ahora siguen suspendidos sine die.

El tiempo ha transcurrido en tres etapas, desde la primera “qué mal se baila con mascarilla”, pasando por el “bueno, con mascarilla pero estamos bailando” a “vaya, ahora ya no podemos bailar ni con mascarilla”.

Y así va pasando el tiempo y yo, por aquello de mostrar una actitud positiva ante tantas adversidades, me quedo con las “Pasadillas” que en agosto nos enseñó Manolo; con la intensidad de los ensayos con Inma, que además de bailar y enseñarnos, nos ha recordado todos los pasos a aquellos a los que todavía no nos los sabemos, despegando de la cara la mascarilla que en pleno verano se quedaba adherida como una segunda piel y al final y como siempre después de los ensayos, hemos disfrutado también de alguna caña o vino, pero ojo, solo lo imprescindible.

Durante estos meses hemos podido practicar el Bolero de Caspe a modo de calentamiento, El Bolero de Sallent, La Danza Andorrana,  la jota-fandango de Rubielos de Mora, la Balsurriana, la jota de Hecho “la nueva” y “la vieja”, las de San Lorenzo, Albalate, Alcañiz, Teruel, Ansó, el vals-jota de Banastón, todas ellas sin más variación que la que nos obligaba a mantener la distancia con la pareja y por supuesto, sin cruces entre nosotros. Por eso, hemos dejado de ensayar la Jota Cruzada de Aso de Sobremonte, Hurtada, Pañuelos de Remolinos, las danzas del Cadril, Polka, Tin Tan; ningún paloteado.

En este punto, estamos en barbecho mientras esperamos con paciencia e ilusión la vuelta a una normalidad que nos permita juntarnos a ensayar los viernes y también los miércoles con el baile. Así tan pronto se pueda, allí estaremos. Mientras, pensaremos en el nuevo disco, en otros proyectos de exhibición de trajes…  Para volver renovados y con nuevas ideas.

 ¡Salud para todos!
  

Isabel Castillo Pes

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 8 (Cuarto Trim. 2020)

17 diciembre, 2020

Vídeo con música de nuestro primer disco - 2020

 VÍDEO SOBRE JACA

Va rondando por los WhatsApps, cosa que nos agrada y vaya usted a saber por dónde más, un vídeo de Jaca, su paisaje urbano, monumentos, procesiones  y fiestas. No hay narración, pues las imágenes tienen fuerza descriptiva y van acompañadas de la música Ronda Altoaragonesa de nuestro primer disco “EN RECUERDO A UNOS VALLES”. El vídeo, realizado por Santiago Castilla Sesé de Bolea (Huesca) con la colaboración de Manuel Tomeo Turón, uno de nuestros componentes.

Uno de los objetivos de este blog es ir haciendo historia de nuestra trayectoria y es por eso que solemos recoger todo tipo de citas que hacen mención a nuestro grupo. Si hay algún detalle que pueda enriquecer la cita, procuramos aportarlo. En este caso se dice, Canta Javier Ferrer  “Ronda Altoaragonesa” y es verdad, pero no del todo. Javier canta la primera y la tercera copla y la segunda la canta Carlos Martínez Ariño, de Alcañiz, que habiendo estudiado en los Escolapios de Jaca, se incorporó al Grupo en 1978 y participó en la grabación de este primer disco. No trato de quitar mérito a nadie, bien lo sabe Javier, sino recordar con cariño a Carlos, con el que pasamos tan buenos momentos en nuestros viajes por Las Landas francesas y otros lugares de aquellos primeros años.

Álvaro


24 noviembre, 2020

Hoy cumplimos 45 años.

Felicidades

a todas las personas que están o han pasado por el
Grupo Folklórico
“Alto Aragón”


Las fotos son del archivo del Grupo y hay un equipo de gente que se lo curra. Gracias.

El montaje del vídeo lo ha hecho María Martínez.

Sentimos que no se vea el vídeo. Blogger no permite subirlo por contener músicas con derechos de autor.



21 noviembre, 2020

Mañana es Santa Cecilia - 2020

 En la página de Facebook del Ayuntamiento

Ayuntamiento de Jaca

11 min  ·

SANTA CECILIA

Los músicos en 2020

Podría ser un 22 de noviembre, pero también una cabalgata de Reyes, un desfile del Festival, un concierto clásico, un pasacalles de verano, una verbena, una procesión o una fiesta.

Necesitamos tanto que los músicos abran los estuches de sus instrumentos y los hagan sonar, que os pedimos fuerza y ánimo para compartir pronto muchos ratos con todos los jacetanos. Os necesitamos, os echamos de menos, os esperamos y os queremos.

Gracias al profesorado y alumnado de la Escuela Municipal de Música por no parar y garantizar nuevas generaciones musicales. Gracias a los grupos folklóricos, conjuntos vocales, bandas, solistas, cantantes, técnicos, lutieres…. Este año, como siempre, también estamos con vosotros.

#JacaPirineos @Javier Acín

Una de las fotos que se pueden ver de las distintas agrupaciones musicales



Página de Facebook del Ayto. de Jaca.

05 noviembre, 2020

Sobre campanas - 2020

 Las campanas de nuestro

entorno


 Foto de nuestro disco Calandrias

Durante años las campanas fueron para mí una compañía omnipresente, formando parte de mi día a día. Las personas que vivíamos en el casco viejo de Jaca oíamos las de las distintas iglesias y las de la catedral, no olvidando el Reloj de la Cárcel que desgranaba el tiempo día y noche.

Las campanas han sido y aún son, aunque en menor medida, un medio de comunicación importante. Durante siglos, han convocado a los actos religiosos, anunciado la actividad claustral, fallecimientos de religiosos o seglares y los principales momentos de festividad o de peligro. Algunos ejemplos de toques: De Coro y Angelus, Minerva, Muerte de Canónigo, Muerte de seglar (distinguiendo hombre y mujer), Bandeo de campanas, en festividades importantes, Toque del Perdido, para peregrinos y caminantes, entre otros.

Al formarse el Grupo en el 75 se entró en contacto con muchas personas que nos habrían de aportar información sobre aspectos muy variados. Las personas de la catedral, entre otras, nos facilitaron no sólo el acceso sino la posibilidad de interactuar sobre buen número de temas: Música, instrumentos, trajes, pendón, etc. Así cuando por ahí apareció el valenciano Françesc Llop i Bayo, casi fue inevitable que coincidiéramos y que colaboráramos con él.

“Campana de Las Agonías” de la pág. web Campaners.com

Su trabajo en este tema es vastísimo, con más de 430 artículos, siendo los primeros a finales de los 60 del siglo pasado y habiendo publicado el último en mayo de este año 2020. Presentó su tesis “Las campanas en Aragón: un medio de comunicación tradicional” en la Universidad Complutense de Madrid en 1988. Habiendo recorrido y trabajado por buena parte de la geografía española, hay algunas comunidades como la de Aragón donde casi podríamos decir que la ha trillado, recogiendo los toques, fotografiando campanas y campaneros y acumulando saber que está disponible en campaners. Notabilísima página web con cerca de 5 millones y medio de visitas. Allí vemos 8 artículos directamente vinculados con Jaca, sobre conservación-restauración de campanas, recuperación de toques, divulgación de los mismos y hasta concierto de campanas en la catedral y actividad práctica en 2001 con la Escuela de Música de Jaca.

Comparada con su labor ingente en este campo, es para nosotros puntual en el tiempo por estar más enfocados en los cantos, dances y bailes, con sus respectivas músicas y vestuarios. Colaboramos con él en 1982 y se añadieron al contenido de nuestro disco “Calandrias” varias pistas con entrevistas a Françesc y Dª Concha del Cacho (campanera que fue de la catedral de Jaca) y distintos toques de campanas. No fue un descubrimiento, pues como recoge nuestro blog, ya en 1949 el Dr. Dumas había entrevistado a Dª Concha y se publicó en el periódico local “Ayer y Hoy”. Después “Radio Jaca, La voz del Pirineo”, en los 60 y Radio Nacional, se interesaron por el tema y sobre todo por la persona de Dª Concha, esposa de D. Agustín Lalaguna.

Relacionado con el tema, se presentó en el Museo Diocesano de Jaca, el pasado 21 de diciembre, el libro “El paisaje sonoro de la Jacetania: campanas toques y relojes públicos”, de los investigadores valencianos Antoni Ruiz y Pau M. Sarrió. Se publicó entrevista a los autores en nuestro semanario local “El Pirineo Aragonés” el 3 de enero de 2020. La Asociación “Sancho Ramírez” y La Comarca de la Jacetania, encargaron a los autores hicieran el inventario de campanas, relojes y el aspecto inmaterial, los toques. Mencionan que hay 260 campanas, 31 de ellas góticas, y 50 relojes. La más grande y una de las más antiguas es “la de la agonía”, en la catedral de Jaca. Resaltan el valor patrimonial y el paisaje sonoro que representan las campanas en los lugares donde suenan, por encima de la anécdota o lo sentimental.


Dña. Concha del Cacho, Campanera que fue de la Catedral de Jaca

Álvaro Gairín

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 7 (Tercer Trim. 2020) 

Las negritas y cursivas son del blog.