Traemos esta
entrada que se publicó en el último número de Andalán, en enero de 1987. En
ella hace referencia al salterio o chicotén. Ya se asociaban estas dos palabras
como sinónimos, desde la creación del grupo de música Chicotén del que ya hablamos en una entrada anterior (https://grupofolkloricoaltoaragon.blogspot.com/2019/05/actuacion-en-la-romareda-zaragoza-1980.html).
Para nosotros tiene más lógica que la palabra chicotén (chicote, chico, pequeño) se asociara al chiflo que al
salterio, pero no todos piensan de igual forma. En cualquier caso es el
contenido del artículo lo que tiene interés, sin entrar en otras
consideraciones.
Álvaro
El salterio de Biota
Es notorio el aumento del interés por la
investigación y difusión de la música tradicional aragonesa en la actualidad.
Concretamente, en el terreno de los instrumentos musicales de nuestro folklore,
aparecerán próximamente sendos estudios sobre la dulzaina y la gaita de fuelle
aragonesas, gracias al esfuerzo individual de Blas Coscollar y Pedro Mir,
respectivamente.
El grupo Biella
Nuey, en colaboración con Alvaro de
la Torre, venimos realizando un estudio sobre dos instrumentos tan
desconocidos como los anteriores para la mayoría de los aragoneses y de gran
importancia para su originalidad: el salterio y el chiflo.
El
chiflo y el salterio
El chiflo o chuflo es una flauta de tres
agujeros, recubierta de piel de culebra, lo que lo emparenta con la gaita de
fuelle aragonesa. A éste le acompaña el salterio o chicotén, un tambor de
cuerdas conformado por un cajón de madera alargado provisto de seis cuerdas que
al ser golpeadas por un batiente proporcionan el ritmo y un acorde continuo a
la melodía interpretada por el chiflo.
El salterio de Biota |
Ambos instrumentos son tocados por el mismo
músico. Este sujeta el salterio con el antebrazo izquierdo, sosteniendo en la
mano izquierda el chiflo y en la derecha el palo que golpea las cuerdas del
chicotén.
El área de extensión de estos instrumentos en
Aragón la encontramos hoy muy limitada, concentrándose su uso en dos
localidades, Jaca y Yebra de Basa, donde han pervivido ligados a los
respectivos dances y a la popular romería de Santa Orosia.
El chiflo y el chicotén se extienden también al
otro lado de los Pirineos con algunas pequeñas diferencias.
Actualmente, en Aragón se conservan dos
salterios tradicionales: el que se guarda en la catedral de Jaca y el que posee
el músico del Dance de Yebra de Basa, Faustino Villacampa.
El
ejemplar de Biota
Fue hace alrededor de un año cuando, en
conversación con el músico y luthier Pedro Sabirón, éste nos informó de la
posible existencia de un chicotén en Biota. Dado nuestro interés por el dat0 nos
remitió a José María Valero, con la ayuda del cual nos pusimos en contacto con
el dueño del instrumento, José Manuel Giménez. En agosto de este mismo año
visitamos en su casa de Biota a José Manuel Giménez. quien nos recibió muy
amablemente y nos permitió medir y fotografiar el instrumento. Al calor de unos
generosos vasos de vino nos dio noticia de cómo había llegado a sus manos. El
salterio conservado en Biota fue encontrado por él hace cerca de ocho años en
la cuadra de una casa de Sos del Rey Católico que era propiedad de su tío
abuelo Emiliano Ladrero Remón. El señor Ladrero había sido médico forense en
Sos y acostumbraba a viajar, en razón de su oficio y por gusto propio, por
numerosos pueblos de la comarca. Dada su afición a recoger objetos de interés en
los lugares que visitaba, es deducible que encontrara el salterio en alguna de
sus excursiones y lo conservara en su casa de Sos. Es más improbable que el
instrumento se hubiera tocado en el mismo Sos; las encuestas que hicimos al
respecto en el pueblo fueron negativas. Desgraciadamente, Emiliano Ladrero
murió hace ya tiempo y no nos puede precisar su origen; a pesar de todo,
continuamos rastreando la exacta procedencia del instrumento.
La forma general del salterio que conserva José
Manuel Giménez permite clasificarlo como el tipo aragonés. Las proporciones
generales, la forma global (cuatro curvas laterales, presenta salientes
protectores de las clavijas, conserva un soporte para correa), la técnica de
construcción (laterales tallados en una sola piaza, (pieza), travesaños interiores) nos
dan una clara idea de su parentesco con los ejemplares conservados en Jaca y
Yebra de Basa.
Frente a estos presenta algunas singularidades:
su mayor longitud (unos ocho centímetros más), su acabado exterior (la tapa anterior
está pintada de amarillo y la posterior y los laterales de verde oscuro) y el
delicado tallado en escalera de los puentes.
El estado de conservación del instrumento es
bastante deficiente: faltan dos de las curvas laterales y un trozo de la tapa inferior.
se encuentra rajado en varios puntos, sólo conserva cuatro de las clavijas y de
las cuerdas de tripa se mantienen una íntegra y algunos pequeños trozos del
resto. Por otro lado, no se conserva el batiente ni se tiene noticia del
paradero del chiflo que hubiera podido acompañar al salterio.
Relevancia
del instrumento
En definitiva, el descubrimiento del tambor de
cuerdas que se guarda en Biota aumenta el número de salterios aragoneses
conservados y permite contemplar la posibilidad de que el uso del salterio y el
chiflo en Aragón no se recluya únicamente en las localidades de Jaca y Yebra de
Basa. Por otro lado, la comparación de las características de este salterio con
los otros conservados en Aragón y el cotejo con los rasgos definitorios del mismo
instrumento en el sur de Francia permiten concebir la hipótesis de la
existencia de un modelo altoaragonés de salterio. Frente a los salterios
franceses, los aragoneses presentan a grandes rasgos las siguientes
características distintivas: un mayor tamaño, la existencia de correas de
sujeción (consecuencia directa del rasgo anterior), la presencia constante de
salientes protectores de las clavijas y de cuatro curvas en los laterales, así
como una ornamentación más austera de los oídos de resonancia.
De todas maneras, todavía queda rebuscar en
muchos pueblos y estudiar críticamente la información recogida, bien de viva
voz,
bien
en los documentos y libros de los escasos investigadores que en el pasado se
ocuparon del chicotén y el chiflo en Aragón, para llegar a una certera idea
sobre la importancia y características de estos instrumentos en nuestra tierra.
BIELLA
NUEY
Andalán Núm. 466-467 1ª-2ª quincena, enero de 1987
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