27 diciembre, 2020

Adaptándonos a las circunstancias - 2020

 LOS NUEVOS ENSAYOS

 

Fotografía cedida por la Escuela Municipal de Música

En estos tiempos en los que la lentitud es la tónica predominante, hemos pasado del “arrímate que no pecas” al “ponte a dos metros o te paso el coronavirus”. Y así han ido pasando los días, las semanas…  Desde el pasado 1 de julio en el Casino, después el 15 de julio en la Nave Polivalente y para terminar el 9 de septiembre de nuevo en el Casino.


Pocos, muy pocos pero armados con mascarilla, gel, lista de asistencia, desinfección tras cada clase y manteniendo la distancia de seguridad, hemos ensayado hasta que tras el Puente del Pilar, y ya con el virus campando a sus anchas por Jaca y alrededores, se han vuelto a suspender las “quedadas” de baile, canto y rondalla, desde el 17 de octubre.

Estos ensayos, me recordaban más a las clases con que algunos de nosotros empezamos en la Escuela de Jotas, todos en fila, que a los ensayos preparatorios de las actuaciones del Grupo Folklórico, sin el estrés que supone a los organizadores tanto de vestuario y actuaciones, como a los directores de baile, canto y rondalla y otras personas que siempre nos acompañan en la gestión de estos eventos.

Hemos perdido o mejor, dejado aparcada en el baúl, la emoción de la actuación que por un lado tanto nos asusta a los más novatos, y a la vez, tanto nos motiva a todos. Subirse a un escenario a cantar, interpretar los acordes o bailar frente al público tiene su encanto, como cuando tomas prestada una pieza del vestuario del grupo o tienes la suerte de vestir un traje de Hecho o Ansó con el empaque y la elegancia que ambos son capaces de desplegar a pesar de su peso, que esa es otra, al final todo el tejido aísla, hasta del calor que nos genera tantas capas de ropa. También echamos de menos esa sonrisa cómplice de Fernando cuando entre bastidores nos pregunta ¿qué tal?  ¿Cómo van esos cambios? ¿Cuánto os falta? Y es que el tiempo apremia y ya nos toca salir a bailar, momentos y actuaciones que por ahora siguen suspendidos sine die.

El tiempo ha transcurrido en tres etapas, desde la primera “qué mal se baila con mascarilla”, pasando por el “bueno, con mascarilla pero estamos bailando” a “vaya, ahora ya no podemos bailar ni con mascarilla”.

Y así va pasando el tiempo y yo, por aquello de mostrar una actitud positiva ante tantas adversidades, me quedo con las “Pasadillas” que en agosto nos enseñó Manolo; con la intensidad de los ensayos con Inma, que además de bailar y enseñarnos, nos ha recordado todos los pasos a aquellos a los que todavía no nos los sabemos, despegando de la cara la mascarilla que en pleno verano se quedaba adherida como una segunda piel y al final y como siempre después de los ensayos, hemos disfrutado también de alguna caña o vino, pero ojo, solo lo imprescindible.

Durante estos meses hemos podido practicar el Bolero de Caspe a modo de calentamiento, El Bolero de Sallent, La Danza Andorrana,  la jota-fandango de Rubielos de Mora, la Balsurriana, la jota de Hecho “la nueva” y “la vieja”, las de San Lorenzo, Albalate, Alcañiz, Teruel, Ansó, el vals-jota de Banastón, todas ellas sin más variación que la que nos obligaba a mantener la distancia con la pareja y por supuesto, sin cruces entre nosotros. Por eso, hemos dejado de ensayar la Jota Cruzada de Aso de Sobremonte, Hurtada, Pañuelos de Remolinos, las danzas del Cadril, Polka, Tin Tan; ningún paloteado.

En este punto, estamos en barbecho mientras esperamos con paciencia e ilusión la vuelta a una normalidad que nos permita juntarnos a ensayar los viernes y también los miércoles con el baile. Así tan pronto se pueda, allí estaremos. Mientras, pensaremos en el nuevo disco, en otros proyectos de exhibición de trajes…  Para volver renovados y con nuevas ideas.

 ¡Salud para todos!
  

Isabel Castillo Pes

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 8 (Cuarto Trim. 2020)

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