27 enero, 2015

Reportaje en Revista Jacetania - Sept. 2006 (1)




El folklore en lo más alto
La agrupación lleva tres décadas
 recuperando y difundiendo
 músicas, danzas, tradiciones
 e indumentaria
Revista Jacetania - Año XL - Número 213 – Septiembre de 2006, Pág. 14
Hay que situarse en los primeros años de la década de los 70. Por aquel entonces en Jaca funcionaba el grupo de jota de la Sección Femenina y en el Colegio de los Escolapios una rondalla, y ambos realizaban actuaciones conjuntas bajo el nombre de “Rondalla y Jota de Jaca” e incluso realizaron algún viaje. La motivación era mucha y las ganas más, y varios de estos tañedores y algún bailador decidieron que había llegado el momento de hacer un grupo. Era 1974.
En esos años no era fácil poner en marcha iniciativas de estas características, pero la juventud y la ilusión eran suficientes para acudir a la policía local y pedirle permiso para celebrar una reunión. Eran otros tiempos. Nunca hubo problemas para celebrarlas y en una de las primeras lo que se votó fue el nombre del futuro grupo. Se barajaron cuatro o cinco, pero no hubo duda “Alto Aragón”. El 22 de noviembre de 1975 se constituyó la junta directiva, presidida por José Ángel González Escartín, y se aprobaron los estatutos. Testigo silencioso de aquellos comienzos fue el local de la Sección Femenina, en la calle Fernando el Católico, número 4.
Texto: Susana Deíto


Revista Jacetania - Año XL - Número 213 – Septiembre de 2006, Pág. 16
Eran cincuenta y seis jóvenes dispuestos a indagar en las raíces del folklore y de la cultura popular ya que la labor de investigación ha estado presente desde los inicios del Grupo Folklórico “Alto Aragón”. En agosto de 1976 se presentó oficialmente en el Palacio de Congresos, para ello y al igual que para actuaciones posteriores, también tuvieron que pedir permiso a la policía local para poner carteles. De hecho, siempre les dejaban uno y les informaban de donde los iban a colocar. Estas situaciones, propias del momento, eran para desanimar a estos jóvenes amantes del folklore y las tradiciones populares, pero lejos de ello les sirvieron para aferrarse a esta afición y cultivarla con esmero. Algo que queda patente cuando hoy, treinta años después, ellos y cualquier jacetano al echar la vista atrás comprueba cómo esa labor de estudiar el pasado y sacarlo a la luz dio sus frutos, y hoy nos permite disfrutar de cosas que de otro modo hubieran caído en el olvido.
Sus profesores, la gente mayor de los pueblos, que comenzaron a recorrer desde sus comienzos. Su voluntad era tal que les permitía hacer frente a las dificultades, ya que en sus primeros años se desplazaban de un lugar a otro en el coche particular de algún componente. y se iban “amoldando” en función de las necesidades; es decir, uno o dos de rondalla y canto, dos o tres de baile y alguien para estudiar la indumentaria. Había que recuperar todo, las músicas y letras, los pasos en el caso de las danzas y los atuendos que se vestían. Todo eso es la seña de identidad del Grupo “Alto Aragón” y un legado del que van a poder disfrutar las generaciones futuras, ya que su ayer fue encomiable, su hoy es una continuación y su mañana está asegurado. De hecho, su escuela, que comenzó a funcionar en el año 1976 y por la que han pasado cientos de personas, es su mejor aval para seguir muchos más.
En la actualidad, el Grupo Folklórico ‘Alto Aragón” cuenta con 75 componentes, con edades comprendidas entre los 14 y 77 años, y entre ellos hay seis miembros fundadores. Su folklore abarca las tres provincias, pero su trabajo de investigación y recuperación se centra en los valles pirenaicos aragoneses, ahondando en las características y señas de identidad propias de cada uno de ellos. Por eso, su folklore es variado y, sobretodo, está vivo porque lo que ellos suben al escenario, con el máximo rigor posible, es lo que las gentes del Pirineo han guardado de generación en generación. Palotiaus. jotas, danzas, boleros, valses, albadas.

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