El folklore en lo más alto
La agrupación
lleva tres décadas
recuperando y difundiendo
músicas, danzas, tradiciones
e indumentaria
Revista Jacetania - Año XL - Número
213 – Septiembre de 2006, Pág. 14
Hay que situarse en los primeros años de la década de los
70. Por aquel entonces en Jaca funcionaba el grupo de jota de la Sección
Femenina y en el Colegio de los Escolapios una rondalla, y ambos realizaban
actuaciones conjuntas bajo el nombre de “Rondalla y Jota de Jaca” e incluso
realizaron algún viaje. La motivación era mucha y las ganas más, y varios de
estos tañedores y algún bailador decidieron que había llegado el momento de
hacer un grupo. Era 1974.
En esos años no era fácil poner en marcha iniciativas de
estas características, pero la juventud y la ilusión eran suficientes para
acudir a la policía local y pedirle permiso para celebrar una reunión. Eran
otros tiempos. Nunca hubo problemas para celebrarlas y en una de las primeras
lo que se votó fue el nombre del futuro grupo. Se barajaron cuatro o cinco,
pero no hubo duda “Alto Aragón”. El
22 de noviembre de 1975 se constituyó la junta directiva, presidida por José
Ángel González Escartín, y se aprobaron los estatutos. Testigo silencioso de
aquellos comienzos fue el local de la Sección Femenina, en la calle Fernando el
Católico, número 4.
Texto:
Susana Deíto
Revista Jacetania - Año XL - Número
213 – Septiembre de 2006, Pág. 16
Eran cincuenta y seis jóvenes dispuestos a indagar en las
raíces del folklore y de la cultura popular ya que la labor de investigación ha
estado presente desde los inicios del Grupo
Folklórico “Alto Aragón”. En agosto de 1976
se presentó oficialmente en el Palacio de Congresos, para ello y al igual que
para actuaciones posteriores, también tuvieron que pedir permiso a la policía
local para poner carteles. De hecho, siempre les dejaban uno y les informaban
de donde los iban a colocar. Estas situaciones, propias del momento, eran para
desanimar a estos jóvenes amantes del folklore y las tradiciones populares,
pero lejos de ello les sirvieron para aferrarse a esta afición y cultivarla con
esmero. Algo que queda patente cuando hoy, treinta años después, ellos y
cualquier jacetano al echar la vista atrás comprueba cómo esa labor de estudiar
el pasado y sacarlo a la luz dio sus frutos, y hoy nos permite disfrutar de
cosas que de otro modo hubieran caído en el olvido.
Sus profesores, la gente mayor de los pueblos, que
comenzaron a recorrer desde sus comienzos. Su voluntad era tal que les permitía
hacer frente a las dificultades, ya que en sus primeros años se desplazaban de
un lugar a otro en el coche particular de algún componente. y se iban
“amoldando” en función de las necesidades; es decir, uno o dos de rondalla y
canto, dos o tres de baile y alguien para estudiar la indumentaria. Había que
recuperar todo, las músicas y letras, los pasos en el caso de las danzas y los
atuendos que se vestían. Todo eso es la seña de identidad del Grupo “Alto Aragón” y un legado del que
van a poder disfrutar las generaciones futuras, ya que su ayer fue encomiable,
su hoy es una continuación y su mañana está asegurado. De hecho, su escuela,
que comenzó a funcionar en el año 1976 y por la que han pasado cientos de
personas, es su mejor aval para seguir muchos más.
En la actualidad, el Grupo
Folklórico ‘Alto Aragón” cuenta con 75 componentes, con edades comprendidas
entre los 14 y 77 años, y entre ellos hay seis miembros fundadores. Su folklore
abarca las tres provincias, pero su trabajo de investigación y recuperación se
centra en los valles pirenaicos aragoneses, ahondando en las características y
señas de identidad propias de cada uno de ellos. Por eso, su folklore es
variado y, sobretodo, está vivo porque lo que ellos suben al escenario, con el
máximo rigor posible, es lo que las gentes del Pirineo han guardado de
generación en generación. Palotiaus. jotas, danzas, boleros, valses, albadas.
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