La Real
Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis homenajeó a las pastelerías de
Jaca
El nuevo académico Javier Ferrer
ensalzó la labor del Grupo Folclórico «Alto Aragón»
El nuevo académico y delegado en la ciudad de Jaca de la
Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, Javier Ferrer Bailo, ensalzó la labor del Grupo Folclórico «Alto
Aragón» por la recuperación y mantenimiento de las raíces del folclore
tradicional de los valles pirenaicos. Fue en el transcurso de la sesión pública
de su recepción como académico numerario, en un acto solemne que tuvo lugar el martes
en el Salón de Ciento del Ayuntamiento de Jaca. El discurso de ingreso,
titulado «Patrimonio vivo del Alto
Aragón: desde una experiencia personal y colectiva», fue una defensa de la
cultura autóctona, en este caso de la jota, las danzas y bailes ligados al
Pirineo.
El acto contó con
la presencia del alcalde de Jaca, Víctor Barrio, y miembros de la corporación
municipal, la diputada Blanca Puyuelo, el senador y expresidente de Aragón,
Marcelino Iglesias, el obispo de Jaca y Huesca, Julián Ruiz, y otras autoridades
locales. Javier Ferrer, además de los académicos que se desplazaron a Jaca,
estuvo arropado por su esposa Pilar
Márquez, y sus hijos Sara y David,
además de una nutrida representación de componentes del Grupo Folclórico «Alto Aragón» que al finalizar el acto le
homenajearon en el vestíbulo de la casa consistorial con la interpretación de
varias jotas. El propio Ferrer no pudo rechazar la invitación del Grupo Folclórico
y. como colofón, interpretó la entrañable canción chesa «Sa feito de nuey», recordando sus tiempos de jotero, ante la
admiración de todos los presentes.
La Real Academia
aprovechó su estancia en Jaca para rendir un homenaje a la tradición pastelera
de la ciudad, representada en esta ocasión en la Pastelería Echeto, una de las más antiguas de Aragón (este año 2015
cumple su 125º aniversario), y en La
Suiza, que en 1995 obtuvo el primer
premio en el Concurso Nacional de
Pastelería «Teodoro Bardají». A ellas, se le suma la Pastelería La Imperial, de gran tradición también en Jaca.
Los académicos
fueron recibidos por Lorenzo Echeto y su familia en la bodega de la pastelería,
donde conocieron la historia de esta empresa familiar que va por la cuarta
generación de confiteros, y posteriormente, en La Suiza se interesaron por las
creaciones del maestro pastelero Mariano
Lacasta, que en 1968 se puso al frente del obrador que heredó de su padre.
Domingo J. Buesa, presidente de la Real Academia, destacó la tradición pastelera de
Jaca como un valor añadido que da identidad a la ciudad de Jaca.
Los académicos,
antes de la sesión oficial, también visitaron el órgano y el Museo Diocesano de
la Catedral de Jaca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario