ALACAY - Publicación de Cultura Tradicional Aragonesa de la
Agrupación Folklórica "Santa Cecilia"
Enero - Junio 2019 Nº 39 Año XIX - Págs 15 - 18
DANZA, MONTAÑÉS, DANZA[1].
MANUEL
TOMEO TURÓN
(componente
del grupo folc. Alto Aragón de Jaca)
¿Conocéis Jaca, sus costumbres, sus tradiciones, su
cultura antigua…? Fiestas como la del Primer Viernes de mayo, su Semana Santa o
sus festivales folclóricos invitan al viajero a acercarse hasta sus montañas y
recrearse con estos acontecimientos.
Todavía queda por recordar, y lo hago para dar mayor
énfasis, el conjunto de tradiciones que el culto a Santa Orosia ha mantenido en
toda su belleza y explendor desde hace más de cinco siglos: las fiestas anuales
dedicadas a esta Santa.
Y dentro de estas tradiciones, una más, pero muy
significativa es la realización de unos dances ancestrales durante estas
festividades.
Los dances
de Jaca, así en plural pues son dos, están referenciados documentalmente desde
principios del siglo XVII. Concretamente es en 1623 cuando ya se cita en las
cuentas municipales de la ciudad el gasto que debía pagar el Concejo por la
interpretación de unos dances en la festividad de Santa Orosia de aquel año; el
documento dice así:
Item fue propuesto que el dia de la fiesta Nra. Sra.
Santa Orosia hicieran fiesta y dançes unos mancebos, sus mercedes vean si
gustan se les de alguna cosa por el trabajo que tuvieron… Cuanto al tercer cavo
fueron de voto y parecer que a los que dançaron… se les de quareynta reales[2].
29-06-1917 Julio Requejo AHPZ
La cita no
quedó aislada, pues a esta siguieron otras muchas (más de doscientas) a lo
largo de los 400 años que nos separan. Prácticamente sin interrupción, año tras
año, se nos informa de todos los elementos que los dances fueron adquiriendo a
lo largo del tiempo: que se formaron dos grupos de a ocho danzantes; que uno lo
mantenía el gremio de labradores y el otro el de los artesanos u oficiales; que
llevaban castañuelas adornadas con hermosos lazos y cascabeles que alegraban la
marcha; que vestían de blanco con grandes cintas y adornaban sus cabezas con curiosos bonetes montañeses; que
recorrían la procesión incansables; que eran acompañados de los inseparables
flauta y salterio; y un largo etcétera.
Si el
viajero se acerca a Jaca para la patrona, verá esto mismo cuatro siglos
después.
Pero,
hablamos de bailes de castañuelas y ¿es que Jaca no tiene un conocido y vistoso
paloteao que acompaña cada uno de los
actos del culto a la Santa? Efectivamente, por eso se habla de los dances de Jaca, de los dos: los bailes
de castañuelas y el paloteao.
Es muy
curiosa esta particular duplicidad de los dances exclusiva de Jaca y que diversas circunstancias históricas la han
hecho posible. No es que haya dos clases de bailes distintos; es que son bailes
diferentes desarrollados por dos grupos diferentes, con dos trayectorias distintas,
cada cual con su propia organización, pero que coinciden en espacio y tiempo en
su ejecución: uno delante del otro, pero sin otra interacción que acompañar,
como uno más, la urna sagrada con la reliquia de Santa Orosia, principal objeto
de los actos de esa fecha.
OS BAILADÓS
Los
bailadores de Santa Orosia, o sencillamente os
baliadós, forman el primer grupo de danzantes de Santa Orosia y son los
herederos directos de aquellos que ya ejecutaban sus bailes en el siglo XVII.
Unos bailes, un dance, que se bailó de manera ininterrumpida durante
cuatrocientos años hasta que en 1922, en plena decadencia del grupo de
bailadores, se decidió cambiarlo por
bailes más de moda y más acordes con la solemnidad de la fiesta; es decir,
por el paloteao.
Años más
tarde, en la década de los cuarenta se volvieron a recuperar y a mostrar por
las calles de Jaca, pero cayeron de nuevo en el olvido hasta que en 1979, el
grupo folclórico Alto Aragón los recuperó y los volvió a poner de nuevo en el
lugar que nunca debieron faltar: en la procesión general del 25 de junio, día
de Santa Orosia.
Este
grupo, el Alto Aragón, recuperó el vestuario antiguo que se guardaba en la
catedral jaquesa; así como, las viejas castañetas, los coloridos bonetes
montañeses, los adornos de cascabeles, cintas y ligas,… Montó de nuevo un buen
conjunto de bailes, pero sobre todo recopiló el repertorio musical que estaba
quedando en el olvido y con ello, los viejos instrumentos que durante siglos
los acompañaron: la flauta y el salterio.
Día de San Juan 2005
Os
bailadós visten calzón y chaqueta corta blanca engalanada con pasamanería de
colores, cascabeles y vistosas cintas que cuelgan por todo el conjunto. Son
copia fidedigna de los antiguos que todavía se conservan en la catedral. Destaca
en el vestuario, el colorido e impactante gorro de cintas inspirado en las descripciones
de los antiguos bonetes montañeses de
las crónicas del siglo XVIII. Finalmente, se acompañan de castañuelas artesanas
de bucho, copia de las conservadas
entre los antiguos danzantes. En la boca, nunca falta un buen clavel rojo.
Como
curiosidad, los nombres de los bailes son As
viñetas, Mantos, Romeros, Pedro Gil, Cruceros, Yebra, Sinués, A rosa, Bailadós…
[1] El siguiente artículo está basado en el trabajo titulado Danza, montañés, de la editorial
Pirineum, de Jaca, año 2007, y de los autores Manuel Tomeo Turón y Guzmán
Fernández Barrio.
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