En los primeros tiempos del Grupo, lo que resalta es el entusiasmo, la actividad intensa en ensayos, reuniones para planificar, ideas para poner en marcha y en diversión, mucha diversión, que con el paso del tiempo me parece era el aceite que engrasaba ese entramado que poco a poco se estaba perfilando.
Un reflejo de ese dinamismo es que desde el 20 de diciembre de 1975 y el 5 de enero de 1976, se realizan tres Juntas Generales entre ordinarias y extraordinarias con la asistencia masiva de sus componentes. Hay que entender que ya empieza a haber un nutrido grupo de estudiantes universitarios que están de vacaciones navideñas y es oportuno hacerlos partícipes de todas esas iniciativas que van surgiendo al tiempo que se aprovecha su formación y veteranía.
Todo está por levantar. Venimos de una etapa en que se nos daban las cosas predigeridas: proyectos, contactos, horarios en los ensayos y en los desplazamientos, el autobús, la actuación, el regreso, etc. A partir de la constitución del Grupo nos tenemos que plantear absolutamente todo. Es lógico, pensamos, tener papel timbrado, tampón o material de oficina en general. Se empieza a hablar de la conveniencia de hacer postales y algún tipo de propaganda para enviar a los sitios donde nos querríamos dar a conocer o por si nos la solicitaran. Dar prioridad en los gastos a la confección de nuevo vestuario. En la junta del día 5 de enero de 1976, el tesorero nos informa de que tenemos 2.800 pesetas. Casi en cada junta se da entrada a nuevos componentes; en esta fase, se tiene en mente recuperar personas que ya estuvieron relacionadas con el baile o con la música, principalmente chicos para bailar, pues en ésto vamos más justos.
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