Autobús, "vehículo automóvil de transporte público y trayecto fijo que se emplea habitualmente en el servicio urbano". Esto dice La Real Academia Española de la Lengua en su vigésima segunda edición.
La verdad es que para nosotros, el Grupo Folklórico Alto Aragón de Jaca, no es del todo correcto, o si se prefiere, además de servirnos de transporte, le damos otros muchos usos, tal vez demasiados.
Yo me atrevería a decir que además de los miles de kilómetros que hemos hecho en avión, el autobús ha sido el medio de transporte que más hemos utilizado. Desde aquéllos primeros con el motor en la parte delantera, dando calor y haciendo ruido, pasando por los que tenían amplias ventanas para "climatizar" el interior, con poco maletero y poca velocidad, hasta los más nuevos automáticos, climatizador, maletero inmenso para nuestros baúles y además con nuestro nombre en la parte de delante y en la de detrás.
Los más antiguos (viejos), recordaréis el viaje a Logroño, uno de los primeros y último que hicimos con Lorenzo Escartín (padre) de conductor, además con "Antonieta" y Nati Pétriz. Fue un viaje, sobre todo la ida ¡inolvidable!. Recuerdo que en la subida a los puertos, pues todo desde Jaca a Logroño era por carretera nacional, había momentos que el autobús prácticamente se paraba, -"Lorenzo que se para el autobús, hemos pagado para llevar un buen conductor y no ésto"- era ya la cuarta o quinta vez que se lo decía Antonieta. Lorenzo sin mirar a la carretera y con la mano derecha en alto: - "O t’en callas, u os bajáis todos aquí mismo"- espetó. Se hizo el silencio en el autobús, bueno en todo no, en la parte delantera que era donde se desarrollaba todo este asunto; en la parte de atrás seguía la juerga como siempre. En el siguiente puerto, tres cuartos de lo mismo, pero ahora todo en voz baja que el Sr. Lorenzo estaba muy cabreado, en las bajadas apagaba el motor para no gastar gas-oíl, cuando llegábamos abajo ponía tercera y arrancaba otra vez. Así siempre.
A partir de entonces, Lorenzo Escartín (hijo) que siempre le llamábamos Lorencito, fue nuestro conductor habitual. En los viajes de 10 horas, Lorencito sólo, en los viajes de 20 horas, Lorencito sólo, en los viajes de 24 horas, Lorencito sólo. Recuerdo la primera vez que fuimos a Inglaterra, que actuamos en el Royal Albert Hall de Londres, cuando íbamos a salir de Jaca, nos dimos cuenta que en esta ocasión no iba sólo Lorencito traía otro conductor con él, ¡qué raro!.
Doce horas hasta París de tirada, bueno casi de tirada, porque antes en la frontera, había que hacer las listas, hay que rellenar la carta verde con los nombres de los que viajábamos para que la Guardia Civil y los Gendarmes nos dejaran pasar. Pensareis, por qué no se ha rellenado antes de salir o en la Secretaría, pues está claro ya llevamos media hora de viaje y hay que almorzar; almorzar algunos, los de siempre, otros quietos en el asiento para no marearse que es peor.
Sigamos con el viaje a Londres, de París a Calais en otra tirada, pero ésta no nos preocupaba pues en el Ferry ya descansaríamos y comeríamos. Los viajes en Ferry tienen algo especial, en nuestro autobús había nada mas y nada menos que cuatro o cinco "chóferes", verdad Alvaro, verdad Fernando, verdad Javier, que quiero decir con esto pues que mientras todos esperábamos para comer o comprar algún bocadillo digo "sanwich" ellos se ponían los primeros y como eran "chóferes" más rápido, mejor comida y más barata. ¡Lo que se aprende por el mundo adelante!. Llegamos a Dover y con voz algo fuerte: - "Yo por la izquierda no conduzco ni conduciré nunca"- le decía Lorencito al otro conductor, - "Así que coge aquí mismo el autobús y hasta que no lleguemos otra vez a Francia yo ni lo toco"-. Dicho y hecho así fue, claro que mejor para nosotros si ya era difícil indicar a Lorencito en un recorrido cualquiera conduciendo por la derecha, le indicábamos, desvío a la izquierda, y él nos decía a la izquierda de aquí o a la de allá, indicando con su mano la izquierda y la derecha, imaginaros conduciendo por la izquierda. Menos mal que entonces no había rotondas creo que hubiéramos dado tres o cuatro vueltas a cada una de ellas.
Peripecias en todos los viajes y desde luego en el de Billinghan. En la aduana, para los más jóvenes de hoy, en aquellos tiempos, antes de entrar en cualquier país de Europa, había que pasar por la aduana española y la del otro país donde te revisaban el pasaporte y las maletas, y además a nosotros nos revisaban dos o tres garrafones de 20 litros de vino cada uno, que siempre nos acompañaban, eran parte de equipo técnico. En la frontera, en Dóver, un guardia de aquellos pregunta, en inglés claro, -"¿Para qué es todo esto?", Javier Ferrer, curtido en muchas batallas y más rápido que el caballo del bueno, -"Mire sr. guardia, somos un grupo folklórico español que al final de nuestro espectáculo danzamos el baile de la vendimia y damos a los espectadores un poco de vino en unos vasos"-. Alguien, creo que Antonio Gairín se lo traduce, el guardia se lo mira, mira los garrafones, mueve la cabeza y no se si creyéndose la historia o admirando la rápida y contundente mentira de Javier, da paso a todos y a casi 50 litros de vino que con suerte durarán todo el viaje.
Como podéis imaginar a la vuelta por Inglaterra y hasta el Ferry, Lorencito no toco el autobús, a la salida en Calais sí y hasta Jaca claro.
Siguiendo con el autobús y los viajes. cómo olvidar el ya famoso viaje a París, organizado por la DGA ahora Gobierno de Aragón, con el Grupo Baluarte Aragonés y con el Pastor de Andorra.
Para entonces ya estaba con nosotros Máximo Lacasta (Minín) que siendo el más mayor también parecía el más "crío", pero para él seguro que haremos capítulo aparte, como creo se merece. Centrémonos en el tema de hoy el autobús, Therpasa era la empresa que puso el autobús contratado por la DGA. El Grupo Baluarte Aragonés ocupó en Zaragoza todos los asientos y llenó prácticamente el maletero con sus maletas e instrumentos. Haciendo maravillas colocamos nuestro equipaje en el maletero pero tuvimos que subir parte a los pasillos de arriba, a pesar de todo siempre quedaba un tambor que no sabíamos que hacer con él, por todos lados molestaba. A Máximo le presentamos al Pastor de Andorra se sentaron juntos y no pararon de contar batallitas hasta París. En una ocasión para andar por el pasillo, alguien le dejó el famoso tambor al Pastor de Andorra y el pobre lo llevó en su regazo hasta el final del viaje. ¡Vaya viaje Sr.Iranzo!, el tambor y Máximo el mismo día. Esta fue una de las pocas veces que no viajamos con Escartín.
Lorenzo, Lorencito y ahora Santi pasando, por todos los conductores, que son muchos, a lo largo de más de 37 años de nuestro Grupo, no podemos olvidar en este recuerdo, al polifacético conductor RICARDO, el guardia civil, la suegra, Barragán y tantas otras caracterizaciones que en un segundo y con diverso material que guarda debajo de su asiento puede llegar a hacer durante todo un viaje.
Los autobuses para nosotros, como he dicho antes, no sólo son vehículos que nos transportan de un lado a otro, son lugares donde, hablar, discutir, beber, comer. Antes nos llevábamos unos bocadillos una o varias botas de vino, pero ahora esto ha cambiado y mucho. Desde aquéllas neveras pequeñas que había que ponerles hielo cada dos por tres a la siguiente fase, neveras a 220 y 12 voltios y terminando por esa NEVERA con mayúsculas de un par de metros cúbicos que diría Tebi, en la que cave de todo, últimamente hasta cava para celebrar un cumpleaños, me refiero y todos imagináis la nevera de Quin. El autobús ha pasado de merendero a cafetería y de cafetería a restaurante, que digo a restaurante a restaurantes en plural.
Yo creo que la suerte nos ha acompañado en nuestros viajes, tantos miles de kilómetros y sólo un accidente. Toco madera. Viaje a la Casa de Aragón en Lérida, carretera nacional a Barcelona, llegamos al término municipal de Las Cellas, una recta con mucha visibilidad y de repente una nube de cristales cae sobre la parte delantera del autobús y principalmente por encima de Enrique Tello, que entonces se llamaba "Kikin": - “¿Que ha pasado?”- Todos por el suelo, no había cinturones claro, cristales por todos lados, gritos, imaginar de todas ellas, y un tractor Ebro azul que a dos ruedas pasa de 0 a 100 en tres segundos, parando en un montón de arena ya en la otra parte de la carretera. Antonio que así se llamaba el conductor de nuestro autobús, salta a la carretera y con él algunos de nosotros, lo primero para socorrer al conductor del tractor y luego ver que es lo que ha pasado.
El conductor era un señor ya mayor sentado todavía en el tractor y con la boina puesta mas bien "encasquetada" y que sólo decía: - "Llevo cincuenta años cruzando la carretera SIN MIRAR y nunca ha pasado nada"-.
¿Que pasó?, pues que salía con el tractor por la parte derecha nuestra para cruzar la carretera, por supuesto como en los cincuenta últimos años sin mirar, y golpe con la parte derecha delantera del autobús y la parte izquierda trasera del tractor, que le da un impulso y lo lanza al otro lado de la calzada. Los vehículos seguían pasando por la nacional y algunos de nosotros nos pusimos a regular el tráfico, ya que el autobús se había quedado en medio y no se podía circular bien. Pasaron los minutos y el tráfico fluía normalmente gracias a nosotros, guardias de tráfico improvisados, digo fluía porque cuando llegaron los guardias de tráfico profesionales (PGC) se produjo una colisión en cadena de más de 10 vehículos. Viendo lo que pasaba nos retiramos del lugar a la espera del atestado. De este accidente me imagino que tienen un recuerdo especial, digo malo, Carlos y Paco, que para el que no conozca la historia ya la explicaremos en privado. Tranquilos todos, no resultaron heridos al menos físicamente. Carlos y Paco en aquellas fechas eran flamantes Voluntarios de la Cruz Roja.
Autobús, Bus, Camión, Guagua. Autobús, aquí en casi toda Europa, Bus en América del Norte Asia y África, Camión en México y Guagua en América de Sur y Canarias, da igual, ha sido, es y espero que sea parte de nuestra historia, la del Grupo, y de nuestra vida la de los componentes del mismo.
Aunque la memoria ya me falla creo que los viajes, las personas y las anécdotas son correctas y si alguna no lo es exactamente, aquí está este blog para que mandéis las correcciones, ampliaciones oportunas, etc.
Rafa.
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