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16 marzo, 2013

Querido Labordeta - Joaquín Carbonell


Puesto así, podría ser el anuncio de algún concierto o actuación de ambos cantautores en cualquier lugar, próximo o lejano de los innumerables que realizaron a lo largo de su dilatado recorrido. “Querido Labordeta”, es en esta ocasión el título del libro biográfico que escribe Joaquín Carbonell, el que fuera su alumno en los tiempos del Colegio San Pablo de Teruel, pero sobre todo compañero en tantas actuaciones y por encima de todo amigo intemporal, que a pesar de algún breve distanciamiento se mantuvo a lo largo de los años, afianzando su amistad y permaneciendo muy cerca hasta su fallecimiento.
Traigo a este blog este libro para citarlo y publi-citarlo (por qué no), por lo que nos ayudó su protagonista, lo que compartimos y sobre todo por que nos honró con su amistad.
           Leerlo ha supuesto una remembranza de tantas cosas. Personajes, lugares y sucesos, los veo próximos, muchos por haber sido figuras muy conocidas de la cultura, del aragonesismo o de la canción. Unas pocas por haberlas tratado personalmente e incluso por haber hecho amistad con ellas y compartido vivencias o viajes.
           Su vida fue tan activa, variada e intensa, que el número de personas, relaciones y lugares es casi interminable. Aún así a nuestro Grupo se le cita en el libro, lo que siendo prácticamente irrelevante dentro del conjunto, nos enorgullece que quede constancia de que compartimos medios de transporte, escenarios además de anécdotas y diversiones.
Diseño de portada, Estudio Ediciones B
Imagen de portada basada en la fotografía de Ángel de Castro

“El Ministerio de Asuntos Exteriores se dirigió al recién nombrado consejero de Cultura para proponerle un viaje a Nueva York. Para el Pilar, una embajada de buena voluntad y mejor disposición se embarcó en una gran nave alada, rumbo a la ciudad de los rascacielos. Labordeta fue uno de los seleccionados para llevar hasta allí las esencias originales y autóctonas de una tierra llamada Aragón. A Labordeta le acompañaron los grupos Alto Aragón, de Jaca y Baluarte Aragonés, referencias indispensables de nuestro brío y nuestra jota.” (pág. 265)

“José Antonio y su banda accedieron encantados, como una invitación a disfrutar de unas vacaciones en la ciudad más importante del mundo. Los chicos del Alto Aragón lo recuerdan así: “Sería un viaje con José Antonio Labordeta y su grupo de músicos, y por si fuera poco, los gastos a cargo de la DGA. Por aquél entonces Labordeta ya era famoso en Aragón, y nosotros nos conocíamos casi todas sus canciones, además ya habíamos realizado una actuación en el Colegio Mayor San Juan Evangelista de Madrid con ellos y posteriormente efectuaríamos una gira por Marruecos, también los dos grupos”.
Se daba la circunstancia de que en esa agrupación folclórica había un joven Mario Garcés, que con el tiempo, en 2011, alcanzaría el grado de Consejero de Economía en el Gobierno de Aragón, con el PP, con doña Fernanda Rudi como presidenta. El consejero puede presumir de haber acompañado con su bandurria a Labordeta en Nueva York…” (págs. 266-267)

“Javier Inglés recuerda que la estancia fue muy placentera y divertida, sin apenas compromisos, con tiempo para ver la ciudad y en un ambiente de franca camaradería con los integrantes del grupo Alto Aragón: “A los conciertos venían casi exclusivamente españoles. Pero una vez dimos uno en una universidad, en el salón de actos del Essex Country College de Newark, y en primera fila había un negro, un espectador negro. Labordeta emprendió el Arremójate la tripa, que como sabes tiene una estrofa que dice “Los hijos de la Miguela se han ido a la emigración, / uno trabaja de negro y otro de indio en un salón”. Al llegar a esa estrofa, José Antonio se dio cuenta de que esa expresión podía molestar al espectador de primera fila y echó mano sobre la marcha de un chiste que nos contaba a menudo: el de dos cazadores que presumen de sus hazañas; uno caza leones y el otro confiesa que caza “una cosa pequeña y negra, un wanamino”. “¿Qué es un wanamino?”, le pregunto el primero. “Un bicho que cuando le fui a disparar me dijo: “¡Wana, a mí no, a mí no!” Labordeta soltó sobre la marcha: “Uno trabaja de wanamino y el otro de indio en un salón”. Los músicos casi se pararon de la impresión”. (pág. 267)

Si Javier Inglés dice que “la estancia fue muy placentera y divertida" y hubo “un ambiente de franca camaradería”, casi podría asegurar que nosotros, los componentes del Grupo lo vivimos del mismo modo. Si no recuerdo mal, en el hotel de la calle 44 coincidimos el Ballet de María de Ávila, los de La COME y nuestro Grupo. Como l@s componentes del Ballet de María de Ávila eran disciplinados, ordenados y por supuesto se cuidaban muchísimo, nosotros hicimos especial amistad con los de La COME, con los que coincidíamos en horarios y aficiones. La COME, como los llamábamos nosotros, aunque al parecer el nombre correcto era La COOME (como la llamaba Labordeta, con dos oes (pág. 272)), era La Cooperativa Musical del Ebro y era el grupo de músicos que le acompañaban. Por lo menos para mí eran cinco, aunque leyendo el libro, Javier Inglés ya acompañaba a José Antonio desde 1979 como técnico de sonido y en estos viajes y unos cuantos años después siguió haciendo este trabajo. Así pues eran además de Javier, Iñaki Fernández, Paco Medina, Juan Carlos Fernández y Ángel Vergara.
Iñaki, de Monzón, tocaba el bajo eléctrico, (seguramente junto a Paco M. eran los que llevaban más tiempo) y era un enamorado de los Beatles. Siempre que tenía ocasión tocaba alguna canción de este grupo y por supuesto sabía cantidad de datos y anécdotas de los mismos. Nos invitaron a hacer un recorrido turístico por Manhatan y entre otros lugares pasamos frente al edificio Dakota, lugar donde se había filmado la película “La semilla del diablo” entre otras, pero también en cuya puerta habían asesinado a John Lennon tres años antes y que Iñaki nos citó con rapidez.
Paco Medina, guitarra, ya acompañaba a José Antonio con Luis Fatás y Pedro Savirón, habiendo participado en la grabación del disco “Las cuatro estaciones” y gran número de recitales.
Juan Carlos, Juanito para los próximos y desde entonces para nosotros era el batería, nacido en Luesia, era sin duda el más jovial y divertido. Después formaría parte del grupo IXO RAI. Según el libro su voz empastaba muy bien con la de Labordeta (pág. 262) y solía conducir la furgoneta cuando estuvo con ellos (pág. 291)
Ángel Vergara, era al parecer el último que se había incorporado con una gran habilidad para todo tipo de instrumentos de viento, sobre todo, flautas, dulzaina, gaita de boto, pero también acordeón y otros instrumentos. Es el que más he visto desde aquellas fechas, “haciendo bolos” hasta la actualidad, acompañando a cabezudos, en mercadillos medievales, formando parte de “Os músicos das cambras”, representando un espectáculo llamado “Falordias y Juglares”, en fin, siempre ligado a la música, al espectáculo y con un trato muy agradable y amistoso desde que coincidimos en esos viajes.
Os recomiendo su lectura a pesar de su grosor, sobre todo si érais jovencit@s en los 70.

Datos del libro – 501 páginas
1ª edición: septiembre 2012
© 2012 Joaquín Carbonell
© Ediciones B,S.A., 2012
Consell de Cent, 425-427 08009 Barcelona (España)

Álvaro

18 abril, 2012

MI GRUPO - XXV Aniversario - págs. 15, 16 y 17



“El Grupo”… “mi grupo”
La práctica totalidad de mi adolescencia y juventud giró en torno al grupo folklórico “Alto Aragón”. En realidad también parte de mi infancia pues mi relación con la bandurria comenzó en los últimos años de la tuna del Padre Agustín en el colegio de Escolapios.
Dicha tuna dio pie, ya con el llorado Sr. Barrón, a la parte musical de la correspondiente agrupación folklórica jacetana cuya parte de baile -dirigida entonces por la señorita Nieves- correspondió, como no, a la Sección Femenina. Juntos -pero todavía no revueltos- empezamos
a realizar actuaciones y viajes, hasta que en uno de ellos -hace ahora 25 años- en Oviedo, nuestros ímpetus juveniles y contestatarios nos llevaron a plantearnos la posibilidad de iniciar la andadura artística solos como un grupo folklórico de verdad.
          Cierto es que nuestra propuesta fue bien recibida por los responsables de entonces y todos -unos con mejor y otros con peor gana- nos ayudaron a despegar. La gestión del grupo pasó a depender directamente de nosotros, es decir, de unos jóvenes jacetanos y jacetanas que comenzaban así una andadura artística, cultural y vital que con la perspectiva del tiempo transcurrido pue calificarse de apasionante, eficaz, valiosa y que incluso pudiera servir como referencia para muchas ini ciativas juveniles actuales.
A partir de entonces los recuerdos se agolpan en mi cabeza, pues mi dedicación hacia lIel grupo" fue total durante muchos años. Recuerdo nuestra visita al Sr. Alcalde, D. Armando Abadía, para que fuera el primero en firmar en nuestro libro de oro, cosa que hizo tras reprocharnos el nombre elegido “Alto Aragón" de Jaca, dado que la ciudad aparecía en un plano secundario.
Cada actuación era una prueba de fuego, cada aplauso una profunda satisfacción y cuando al final de algunas de ellas alguien se acercaba interesándose por nuestro grupo y proponiendo posibles actuaciones futuras, los corazones y los nervios estallaban de felicidad.
Cómo no recordar la primera actuación en Francia, concretamente en Saint Jean-Pied de Port, cuando a la hora de ir a cobrar y muertos de vergüenza por aquello de pedir dinero por actuar, el precio les pareció tan poco que nos dieron el doble de propina. O la aparición y la enorme repercusión de Mr. Lassabe, que nos enseñó a planificar el espectáculo folklórico además de convertirse en una especie de manager francés. O la emoción y el nerviosismo al descubrir a J. A. Labordeta entre los espectadores de una actuación en Villanúa a la que respondió con un artículo de prensa en el que nos echaba muchos piropos. a las grabaciones y presentaciones de los discos, o la primera vez que bailamos el dance de Santa Orosia ... y tantas cosas ... recuerdos ... lugares ... gentes ...
Los veranos eran extraordinarios. Yo mismo me asombro al recordar que ensayábamos todos los días ... en el patio de Escolapios. Y se sucedían viajes, cada uno una aventura personal, de relaciones y artística. Y lo que empezó siendo un desplazamiento aislado se convirtió en pequeñas giras en las que el autobús se convertía en tu casa cuando aún viajar en autobús –sin . videos y casi sin música-, era una invitación a la tertulía, la broma, las canciones ... Y no había problema en .atravesar media Europa para llegar a Copenhague. Y las famosas "recenas" y ... otra vez tantas cosas ... tantos recuerdos ...
Y lo que empezó en el ámbito cercano se extendió a Puerto Rico, Marruecos, New York, Francia, Inglaterra, Dinamarca ... y ahora sigue por Bélgica, China, Japón ... aunque afortunadamente también los seguimos viendo y disfrutando en las fiestas de nuestros pequeños pueblos.
Y la gente que empezamos por aquel entonces fuimos creciendo y luego decreciendo. Unos tuvieron que marchar, otros nos quedamos pero abandonamos el grupo cuando las circunstancias personales empezaron a hacerse incompatibles. Muchos matrimonios actuales salieron de aquellas parejas y hoy son muchos los niños y niñas que siguen la tradición familiar y ensayan cada fin de semana junto con sus padres. ¿No es una maravilla?: ¿Quién lo iba a decir aquel día en que votamos nuestra "independencia"?
Cuando veo actuar a "mili grupo actualmente, apenas conozco a nadie. Ha habido un cambio grande, un rejuvenecimiento importante y eso es bueno. Pero me emociono cuando veo todavía allí a algunos de mi "quinta”… de los fundadores, a los que me gustaría nombrar personalmente a modo de íntimo homenaje pero no me atrevo pues temo olvidar a alguno aunque quisiera que al menos Rafa y Fernando figuran como representantes de todos ellos.
En fin, la cabeza se me va otra vez en recuerdos y emociones y no me creo capaz de poder transmitir mis sentimientos a los pacientes lectores de esta revista conmemorativa.
Muchos y variados son los aspectos por los que el grupo folklórico “Alto Aragón” merece reconocimiento. En el plano cultural quisiera destacar algunos detalles a los que concedo una gran importancia y simbolismo: fuimos los primeros en cerrar escotes y bajar faldas, en incluir el folklore de los valles pirenaicos en un espectáculo de “jotas” , en montar un espectáculo coreografiado sin interrupción de más de dos horas mostrando el amplio abanico de folklore aragonés con variedad de vestuarios, melodías, instrumentos, danzas y palotiaus. Fuimos los primeros en incluir gaitas, chiflos y contrabajos (esto último porque tuvimos la gran suerte y el gran honor de contar con Máximo). Por estas razones, entre otras muchas, este grupo se ha convertido en referencia obligada del folklore aragonés.
Sin embargo hay otras cuestiones a las que personalmente concedo la mayor importancia y que quisiera resaltar. En primer lugar la constatación de cómo una iniciativa juvenil, debidamente apoyada en sus comienzos, puede cuajar en un proyecto autónomo de futuro. En segundo lugar, decir que el Grupo Folklórico"Alto Aragón" supuso para todos nosotros una forma de ocupar nuestro tiempo libre y de encauzar nuestros intereses durante muchos años, incluidas algunas personas para las que me atrevo a decir que este grupo fue su salvación, como lo sería en la actualidad para mucha gente joven iniciativas de este tipo. En tercer lugar, reconocer que tras esa banda de "artistas" había sobre todo un grupo de amigos y amigas que crecieron juntos y que durante mucho tiempo ensayaron, “tomaron vinos” y fueron de marcha juntos, que descubrieron el mundo, sus gentes y sus culturas juntos, que rieron y lloraron juntos, que se enfadaron y reconciliaron, que aprendieron a vivir y decidir democráticamente, que se quisieron y se amaron ... Yo fui uno de ellos y la perspectiva del tiempo me obliga a reconocer la importancia de este grupo en mi desarrollo personal y en el de todos los que allí participábamos. Y por eso le estoy tan agradecido. Y por eso el Grupo Folklórico "Alto Aragón”, “EL GRUPO” ... será siempre "mi grupo".
¡FELICiDADES A TODOS Y MUCHOS AÑOS …!
Quique Muñóz

16 abril, 2012

J.A. Labordeta escribe de nosotros - XXV Aniversario - págs. 6 y 7


Decíamos hace 15 años

GIRAR CON EL ALTO ARAGÓN
Por José Antonio Labordeta
Los vi por primera vez en la plaza de Villanúa hace ya unos años y, de golpe, me di cuenta de que tenía ante mis ojos al grupo más importante de folklore aragonés. Fue magistral su actuación sin ninguna teatralidad, sin latiguillos ni pedanterías. El grupo musical, controlado por el bajo de Máximo, sonaba a gloria frente a otras agrupaciones de “pulso y púa” que suenan a demonios. Hablé unas pocas palabras con ellos -en este país somos muy escuetos en los halagos y en las pala bras- y desde aquel día pensé que cuando alguien me pidiese un grupo folklórico, daría su nombre. Y así ha sido por dos veces, que espero no sean las últimas.

Un día en Nueva York.
El viaje a Nueva York con las gentes del Alto Aragón fue la reafirmación de mis sospechas: me encontraba delante de un grupo que hacía folklore por amor y no por vedetismo. Un grupo que, cada vez que canta o baila, deja en sus cantos y bailes todo el amor que sienten por tierras, paisajes, valles y gentes. Y descubrí algo que sospechaba y que fue lo más hermoso, su calidad humana.
Viajar con ellos en un vuelo de Spantax es olvidarte de los menús de plástico pues, donde menos te esperas, sacan sus panes altoaragoneses, sus longanizas del somontano y las tortillicas de mamá y, de golpe, se olvida el tedio de la monotonía de un vuelo aburrido. Por todos los lados, en cajas perfectamente clandestinas, salen botellas de vino que cruzan el avión en un cerrar de ojos. Y los chistes, los diretes y los dimes acentúan la bondad de la humanidad de estas gentes. Luego, cuando los ves en el escenario, bajo las luces, en un ambiente tan distinto y lejano al de la plaza de Villanúa un día de septiembre, calas hasta el fondo la hondura de todos sus dances. Los hombres bailan con una delicadeza hacia las mujeres que solo lo había visto, hasta entonces, en el grupo Viello Sobrarbe que conducía, hace ya años, Anchel Conte Ahora los había vuelto a encontrar en un lugar tan lejano como la ciudad de los rascacielos. 
El Grupo Alto Aragón tiene la hermosura de que recorre Aragón de norte a sur y de este a oeste; que no se queda en un rincón tan solo ni tampoco se basa en esas jotas zaragozanas tan manidas y manipuladas que están mas cerca del folklorismo para turistas que en un folklore hondo y sincero, visten con elegancia todos sus numerosos trajes y con enorme respeto por las tradiciones de cada lugar que interpretan. Cuando uno sale de un espectáculo de ellos tiene una visión clara y sincera de como fue el baile, dance y canto de estas tierras aragonesas.

Fablegos por tierras del Morbe
En el mes de abril del año 84, Carlos Albiñana, catedrático de francés en Tanger, me pidió que le sugiriese un grupo para hacer una ronda por Marruecos. Como siempre le di el nombre del Alto Aragón y de aquella gira me parece que todos nos quedamos con un hermoso sabor: los que fuimos, los que nos llevaron, los que nos vieron y hasta alguno, como Paco Medina, que tuvo que quedarse en Algeciras por no llevar pasaporte.
Giramos por Casablanca, Tanger, Rabat y Tetuan. Y en todos los sitios la gente quedó encantada. Pero más encantados quedamos las gentes que viajamos con la clandestina Radio Faradio notificándonos las últimas noticias de los aconteceres jacetanos. Y como siempre con ellos, comimos y bebimos, reímos y cantamos. Y Marruecos se llenó de alegría con las risas de unos y de los otros. Es duro -lo sé por oficio- hacerse kilómetros y kilómetros en autobús y lejos de determinadas comodidades. En cualquier momento puede surgir una chispa y estallar la rabia contenida por el cansancio y las prisas. Con los del Alto Aragón esto no pasa nunca. Uno piensa que anda viajando en un charter de lujo porque todo son risas y solidaridades y cuando a alguno se le estropea el estabilizador -que a veces sucede unos u otros apaciguan el cotarro. Y el reino de la paz vuelve a su ser.
Como siempre fue hermoso lo que hicieron y todas las gentes se lo agradecieron. Hoy, cuando van a cumplir diez años de trabajo y de, a veces, incomprensión, hay que decirles a ellos: ¡ánimo! Y a los que los ignoran, que dejen de hacer el avestruz .. A vosotros, a los que sois y fuisteis y a los que vais a ser, mi ánimo y mi enhorabuena. A todos los demás, salud y buen genio para seguir diez años más con ellos al borde de todas las carretéras del mundo.


09 febrero, 2012

Madrid - Colegio Mayor "San Juan Evangelista"

El 17 de octubre de 1970 nace dentro del Colegio Mayor Universitario “San Juan Evangelista” de Madrid el Club de Jazz que ha de acumular una larga relación de actividades culturales, especialmente relacionadas con artistas españoles e internacionales de música popular.
Muchos y grandes artistas y grupos habrían de pasar por este colegio mayor. A José Antonio Labordeta lo llevarán a cantar en tres ocasiones, en mayo de 1974, en enero de 1981 y en abril de 1990.
Tuvimos la suerte de compartir con él la actuación del 24 de enero de 1981. Con el tiempo habríamos de hacer una gran amistad, pero en aquellos momentos, aunque todos lo conocíamos por ser un personaje tan popular y haberlo visto cantar en muchos actos, lo veíamos como un artista asentado, famoso, no diré que de otra galaxia pero sí un poco lejano debido a su dilatada carrera de cantautor y su gran proyección y personalidad aun teniendo un carácter llano y abierto. Nosotros empezábamos a tener nuestro nombre sobre todo en Aragón y en Francia, pero no se podía comparar. En un escenario pequeño y polvoriento  de una sala rectangular y más bien oscura, que me recordaba a las fiestas del patrono del colegio, hicimos nuestro espectáculo, con un abundante público, receptivo y sobre todo dispuesto a vibrar con las canciones de José Antonio al que precederíamos en el escenario.
Aquí ponemos la página 1 del documento Sanjuanevangelista8081.pdf que recoge las actividades que se programaron en aquel curso.
También nos nombran en la parte inferior de la página 31 del Diario ABC de Madrid en su edición del día 24 de Enero de 1981.

http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1981/01/24/031.html

Álvaro

01 febrero, 2012

Entrevista a Mario Garcés y Javier Ferrer

El pasado día 7 de enero en el programa “Simplemente Jota” de la cadena Aragón Radio, el locutor Javier Vázquez entrevista a Mario Garcés y Javier Ferrer, antiguos componentes del Grupo Folklórico “Alto Aragón”. Entrevista divertida y desenfadada en la que se cuentan diversas anécdotas y la visión que tienen del Grupo y de su paso por el mismo.
Os la recomendamos.

http://www.aragonradio2.com/podcast/emision/56422
Aquí la entrevista:
 

09 noviembre, 2011

EL MÁS GRANDE, POR LOS SUELOS

Desde el inicio del Grupo "Alto Aragón", alguno de nosotros ya soñábamos con viajar algún día a Nueva York entre otros sitios.

Al principio, como críos que éramos, habíamos dividido el autobús en dos partes prácticamente por la mitad, la de delante " barrio Manhattan " y la de atrás " barrio chino ". ¿Porqué?, pues no lo se, son cosas que surgen y así se quedan para siempre, tal vez la parte de delante mas seria, la de atrás menos, vaya como ahora, y entonces ya surge la idea de ir antes a Nueva York ( los del barrio Manhattan) que a China (los del barrio chino). Lo que es la vida luego a lo largo de los años así resultó.

Un buen día nos comunican si queríamos ir a Nueva York para la celebración del Día de la Hispanidad en la "Gran Manzana"; todo muy bien y además sería un viaje con José Antonio Labordeta y su grupo de músicos y por si fuera poco los gastos a cargo de la DGA. Por aquel entonces Labordeta era ya famoso, claro en Aragón, y nosotros nos conocíamos casi todas sus canciones, además ya habíamos realizado una actuación en el Colegio Mayor San Juan Evangelista de Madrid con ellos y posteriormente efectuaríamos una gira por Marruecos también los dos grupos.

Se dijo que sí rápidamente y comenzaron los preparativos. Trajes, maletas, baúles y claro los instrumentos. Las bandurrias en sus fundas rígidas, los laúdes, las guitarras igual claro, pero y ¿el contrabajo?. “¡¡ Rayos, no tenemos funda !!. Pero esto da igual, es de Máximo y Máximo no tiene problemas para improvisar cualquier cosa. Coge unos trozos de esponja de tapizar, y le hace al contrabajo una funda provisional, que como todo lo provisional en este Grupo se quedará años y años. El contrabajo con la funda parecía una momia, pero era resistente y la verdad es que lo fue durante todo el largo viaje de no se cuantas horas hasta Nueva York.

Nos alojaron en un Hotel, en habitaciones de cinco y seis camas cada una, nos indicaron en la recepción "el desayuno en la habitación", vaya lujo, al día siguiente todos esperando el desayuno, hasta que a alguien se le ocurrió salir a preguntar cuando lo traían, no hizo falta preguntar pues al salir de la habitación, en la puerta, bueno en el suelo, teníamos unos "sanwich de huevo frito " si de huevo frito entero y unos vasos de plástico con café con leche, uno para cada uno, todo muy americano claro.

Como en todos los viajes siempre hay infinidad de anécdotas que contar, me gustaría resaltar dos o tres. Un día nos fuimos a otro estado, New Jersey cerca de New York, teníamos una actuación conjunta con el grupo de Labordeta, en el salón de actos del Essex Country College de Newark. La primera y sin tocar dice Máximo " ¿a donde da esta puerta? pues a la calle claro, pero al segundo y medio de abrirla aparecen tres "morlacos" de color, negro, había saltado la alarma, y todos los que estábamos por allí, disimulando, no hablábamos ingles, todos silbando.
La segunda. Se acerca el batería del grupo de Labordeta y nos dice que se ha olvidado las baquetas en el hotel; no pasa nada Máximo y otro (yo) nos recorremos los entresijos de aquel colegio y nos encontramos unos colgadores de ropa, de los que salieron dos baquetas claro, problema resuelto. Ya puede empezar el acto y así ocurre. La tercera, recordareis cuando canta Labordeta "UNO TRABAJA DE NEEEGRO Y OTRO DE INDIO EN UN SALOOON", pues bien, nos habían comentado que en esos tiempos, y ahora también, la palabra "negro" era despectiva; José Antonio, sobre la marcha, se da cuenta y rectifica " uno trabaja de GÜANAMINO y otro de indio en un saloon" arreglado. Unos meses antes de su fatal fallecimiento, él y yo lo recordábamos todo esto un día que nos encontramos en Jaca en una de sus muchas visitas a esta zona que adoraba.

José Antonio, SIEMPRE TE RECORDAREMOS.

Los días en EE.UU. continúan. En uno de los desplazamientos que hacíamos por Nueva York en autobús, (en uno de esos americanos de transporte urbano, que tienen la peculiaridad que no se cierran las puertas como aquí con hidráulicos, sino a mano con una palanca desde el puesto del conductor), salíamos de una calle a la 5ª Avenida, curva de 90 grados, la puerta se abre y como un cohete, sale el contrabajo disparado hasta el centro de los seis carriles de la avenida. El mástil por un lado, el resto por otro, y las cuerdas que lo sujetan todo. Máximo desesperado, lógico, sale corriendo sin mirar a rescatar su querido instrumento. Todo destrozado no se puede tocar, no sirve para nada.

Todo el Grupo apenado por el destrozo y sin saber que hacer para calmar a Máximo. Mañana tenemos una grabación de TV en la calle, ya que se había suspendido el " Desfile de la Hispanidad" pues había fallecido el Nuncio de su Santidad el Papa, en Nueva York. Y por si fuera poco ese mismo día hay también una actuación en la Casa de España, Labordeta y nosotros, los dos grupos juntos.

Llegó el día siguiente y durante la grabación de la TV, el presidente de la Casa de España y yo mismo, nos fuimos a comprar un nuevo contrabajo para Máximo gentileza de la Casa de España. Me teníais que ver, yo que de música "ná de ná", de tocar el contrabajo "ná de ná", pero con muchas ganas de regalarle a Máximo uno nuevo, probando uno detrás de otro hasta cuatro o cinco contrabajos, en una inmensa tienda de instrumentos musicales, al final, tonto de mí, me quedé con el mejor, bueno no sé si el mejor pero si el más caro, y después circo en esas avenidas de Nueva York intentando meter en un taxi semejante instrumento. Después de probar en cinco o seis llegó uno grande, y como sardinas en cubo directos a la Casa de España.

La actuación era en el restaurante de la Casa de España y guardamos el contrabajo, sin que nadie lo supiera, en la cocina. Comenzó la actuación y a Máximo le dejaron un bajo eléctrico del Grupo de Labordeta para que tocara con nosotros, a la segunda pieza, sacamos de la cocina el nuevo y flamante contrabajo y se lo entregamos a Máximo; gritos, lágrimas, abrazos de esos de "Minín" que te dejaba sin aliento, todo resultó bien, pero no se me olvidará nunca esa imagen en la 5ª Avenida de Nueva York del instrumento, EL MÁS GRANDE, POR LOS SUELOS.





Rafa.