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14 diciembre, 2022

Anécdotas en “De Capazo” núm 3 - 2019

 

Sabías que...

        El 28 de agosto de 1977 presenciamos, fotografíamos y grabamos con el cassette la interpretación del paloteao en Lanuza con motivo de las últimas fiestas del pueblo antes de su desalojo. Lo bailaron 16 hombres en 4 cuadros y acompañados por laúd y guitarra.

        En Lanuza había partidarios de que no se enseñara el paloteao y que desapareciera con el pueblo. Afortunadamente Jesús Arruebo no era de esta opinión. Nos enseñó las 4 mudanzas, que ellos bailaban por separado. Nosotros las juntamos para interpretar de este modo esta pieza en los escenarios, siendo desde entonces uno de los temas clave de nuestro repertorio.

        Año 1983 y en la Ciudadela se da la bienvenida a los grupos antes del desfile inaugural del Festival Folklórico de los Pirineos. Al acceder al Castillo de San Pedro, el suboficial de guardia nos retiene la bandera de Aragón hasta la salida. El argumento es que en un recinto militar solo puede haber enseñas nacionales. La misma situación la vivió el grupo de Tolosa.

        En el festival de Rumanía tuvimos la alegría de reencontrarnos con Philippe Beaussant, presidente de CIOFF y buen conocedor del Grupo, del que ya os hablamos en esta sección en De Capazo nº 1.

        También en Rumanía pudimos saludar a Isabelle, hija de Henri Coursaget, fundador de CIOFF y presidente del mismo durante bastante tiempo. Recordamos momentos de nuestras dos participaciones en el festival de Confolens, del que su padre fue presidente durante muchos años.

        Y  también en Rumanía coincidimos con el grupo suizo que estuvo en el festival de Jaca en 2017. Tenían un buen recuerdo del mismo y en especial de la noche jaquesa.

        El 20 de noviembre de 2010 actuamos en el Teatro Guerra de Lorca invitados por el grupo “Virgen de las Huertas”. En la primavera de 2011 la ciudad sufría un fuerte terremoto y el 24 de junio de ese año nos devolvían la visita con motivo de las Jornadas de Folklore. Habíamos realizado una colecta para los damnificados por el seísmo, cuyo importe de 2300€ entregamos durante la actuación. Este año hemos vuelto a coincidir con este grupo en Jumilla, en su Festival Nacional de Folklore.

        Y en Jumilla también participaba el grupo “Marquesa de Benamejí”. El 2 de septiembre de 2016, dentro de nuestro viaje al festival de Ronda, actuamos en la localidad cordobesa de Benamejí junto a un grupo de Colombia y esta misma agrupación, que hacía de anfitriona.

        Una de las señas de identidad del Grupo Folklórico Alto Aragón ha sido siempre la conservación de la indumentaria tradicional de cada zona de Aragón. En nuestro vestuario tenemos trajes que son auténticas joyas y han viajado con nosotros por medio mundo.  Han pasado 44 años y seguimos interpretando las piezas con sus trajes típicos.

        En cuanto a vestuario femenino, el Grupo posee 6 trajes completos de la localidad de Hecho, 4 de Ansó y 6 de Sobrarbe, todos ellos réplicas de originales.  Pero en nuestro ropero también encontrarás 11 faldas de lana, 6 de brocado y 6 de percal, 6 faldas de Sobrarbe, refajos de lana, bastantes mantones de distintos colores y tejidos, corpiños, pañuelos, mantillas, sombreros, joyas, complementos diversos, zapatillas de piel de cabrito…

        Si hablamos del vestuario masculino, tenemos 12 trajes de danzante de Santa Orosia para adultos y otros tantos para niños. También jubones, chaquetas, capas, tocineras, chalecos de brocado, pellizas, bonetes montañeses, sombreros de Sástago y de flores, mantones, pañuelos, zapatillas de piel de cabrito, fajas, marinetas y distintos complementos como las castañuelas para bailar el Ball de Benás.

        José Mari, que ha sido nuestro presidente durante los tres últimos años, coge la mochila y se va a recorrer mundo durante unos meses. Le deseamos lo mejor pero sobre todo le damos las gracias por su trabajo, su liderazgo, su talante y por habernos “embaucado” en numerosos proyectos que han dado mucha vida al Grupo.

        El 14 de septiembre estuvimos de boda en la Catedral; se casaba nuestra directora de baile y estaba radiante. ¡¡Muchísimas felicidades para Inma y Víctor!!

 


María Martínez y Fernando Estallo

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 3  (Tercer Trim. 2019) 

Los resaltados en negrita, son del blog.

05 mayo, 2022

Viernes de Mayo - 2022

 

¡Arriba bravos jacetanos...!

Muy pronto volveremos a escuchar el himno, hay ganas. El Viernes de Mayo es la fiesta de los sentidos, sentimientos y emociones. La teníamos que traer a “De Capazo”.

Será porque esto de las tradiciones va con nosotros por lo que un buen número de componentes del grupo participa en el Primer Viernes de Mayo. Algunos de ellos nos cuentan sus vivencias; los que no lo han hecho, quedan emplazados para hacerlo el próximo año.

¡ARRIBA

BRAVOS JACETANOS...!

Será porque esto de las tradiciones va con nosotros por lo que un buen número de componentes del grupo participa en la fiesta del Primer Viernes de Mayo. Algunos de ellos nos cuentan sus vivencias.

Vamos a ver qué les motiva, cuándo empiezan a salir y en qué escuadra.

El más veterano es Paco, que comenzó allá por el 1979-80. Salía su hermana y un compañero de trabajo;  su padre le comentó que él con 15 años “disparaba,  mataba al moro y después se iba a trabajar”. No hace falta decir quién animó a que Arancha comenzara a salir en el 1992 y Lucía a continuación con solo 4 años. Como dice ella “fueron mis padres, que desde pequeña me han inculcado el amor por las cosas del lugar”. Empezó Paco y era carpintero, así que todos artesanos, aunque en el 98 Lucía desfiló con el Cortejo Histórico y en 2019 lo hizo Arancha.

Vamos con los Franco Escuer, ellos van con los labradores. Pues aquí el primero que empieza es Lucas en el 2004, con 1 año, y por la ilusión de sus tías. Miguel se apuntaría en el 2007 y, claro, al final tuvieron que salir en el 2010 Alicia y Carlos, que ya llevaba unos años con la ilusión de disparar el trabuco. 

Eva Torronteras empezó a desfilar a los 4-5 años con la Escuela Municipal de Jota, pero eso no cuenta para la Hermandad. A los 12 años comienza con sus tíos de artesana y ya de “forma oficial”.

No os perdáis a Lucía Guillén, yo diría que la más atrevida, desde 2009 está en la escuadra de caballería y además con su propio caballo, “Furco”. “Desde que era bien cría veía el desfile de las 9 de la mañana desde la ventana de casa de mi abuela Narcisa, y no me cansaba de repetirles a mi madre y a mis tías que yo también quería salir a caballo”.

Paula empieza por casualidad en el 2006: “Mi madre me había hecho un traje de pastora para una función de la guardería y una de las maestras le dijo que había hecho el traje del Viernes de Mayo. Así que me apuntó en la escuadra y ese año salí por primera vez”.  Es labradora, “no toco el tambor ni tiro con los trabucos, tiro claveles durante el desfile”.

Iris desfila por primera vez de labradora en el 2011 y por insistencia de una amiga para que viviera la fiesta desde dentro, que se ve de forma distinta. No se arrepiente. “Era una ilusión que tenía pero nunca veía la ocasión”, comenta Marian; en el 2010 se decide y allí la tenemos, de artesana.

Josemari, labrador, no recuerda exactamente cuándo empieza a salir, dice que “era un pingo de crío”, y sí que influye su  entorno familiar: “La familia de mi madre, de Guasillo y labradores, participan de manera activa en la organización de la fiesta, y especialmente en el desfile. En función de la edad, más que por la ilusión que te hace a ti, decides participar por la satisfacción y emoción que provoca en la familia. Recuerdo lo feliz que estaba mi abuelo cuando mi hermano y yo nos preparábamos para acompañar a mi tío al desfile. Eso valía todos los madrugones del mundo”.

María Manzano es probablemente la más joven que comenzó a salir, en el 2000, cuando no había cumplido un año de edad, y de labradora, siempre con el traje que le hace su madre. Además lleva la rueca realizada por su abuelo José, artesano del boj. Este había participado en la recuperación de la fiesta y en su familia hay tradición de participar en los desfiles. Así que no le quedaba elección.

Y además de desfilar, ¿tienen algún cargo o responsabilidad?  Pues hay alguien que sí.

Paco es segundo abanderado de los artesanos. “Cuando acaba el himno cojo la bandera hasta que se hace la descarga por todos los difuntos.  Yo disfruto y me lo paso muy bien”.

La Hermandad concede distinciones -escarapelas, títulos de honor, medallas-, según los años que se lleva saliendo. La mayoría ya tiene la de los 10 años y han logrado la escarapela de los 25 Arancha, Josemari,  Lucía B.  y Paco. Este último recibirá el próximo año la medalla por sus 40 Viernes de Mayo desfilando, eso es veteranía.

La fiesta tiene sus momentos característicos y que la hacen única. Casi hay unanimidad en que el canto del himno, la entrada en la calle Mayor  y la segunda vez que se desfila por ella son los más importantes. Algunos nos comentan además esos otros momentos y detalles que también viven de forma especial.

Arancha el paso al punto de la mañana por la residencia Santa Orosia y más si están los ancianos; también la Salve en la Catedral el año en que salió en el cortejo histórico. Eva T. menciona el sonido de los tambores cuando entran en la calle Mayor. Los Franco-Escuer añaden los saludos de las banderas presenciados en primera fila.

Para Lucía B. “son las primeras notas del himno, y los segundos antes de que empiecen a tocar, cuando ves cómo los nervios y la emoción van creciendo hasta explotar con la entradilla de la canción”. Para Paco “cuando se dispara por primera vez en el día y se mata al moro en el Portal de Baños” y también los saludos de banderas.

A Lucía G. le encantan los reencuentros con la gente que no ha visto en todo el año; este año serán especiales después de tres años. También el madrugón y todos los preparativos: “La escuadra de caballería somos de los más madrugadores. Hay que dar de comer a los caballos, cepillarlos y arreglarlos, ensillarlos, vestirse uno mismo y venir desde los lugares de origen (Castiello, Charlé, Abay, Fontazones), en algunos casos hay más de una hora de camino”.

Paula se queda con el inicio del desfile y los primeros sonidos de los tambores, “me parece un instante muy especial porque es el comienzo del día grande de Jaca y que hemos estado esperando tanto tiempo”.

No nos olvidemos del almuerzo. María M.  dice que su padre lo prepara de forma muy especial  y se junta con su familia y los amigos. Para los Franco Escuer es algo que no puede faltar con la cuadrilla del grupo, como vienen haciendo de toda la vida. Arancha también menciona el almuerzo con el recuerdo de su padre preparando el fuego y todo lo demás para cuando llegaran.

 Josemari vive de un modo peculiar el desfile de la mañana y esa primera  pasada por la calle Mayor “que tiene un "nosequé" en el ambiente que avisa de que va a pasar algo... es una sensación similar a la que tenemos cuando se acerca una tormenta”. Lo más emotivo del día para él es “la parte final del desfile, desde el saludo de banderas en la Plaza de la Catedral, los tambores se aceleran al mismo ritmo que los corazones... todos tratamos de disimular los nervios sin éxito y los pies se mueven sin tocar el suelo, empujados por los vítores del público”. De igual modo, le deja muy buen sabor de boca la visita de las escuadras a los centros escolares, donde se contagian de la ilusión de los chavales. 

Iris está esperando que este año pueda salir con sus gemelos. Seguro que será un momento muy especial e inolvidable.

Tantas personas del grupo participando y desde hace años ha dado para bastantes anécdotas. Por si alguien pensaba que el Viernes de Mayo no entraña riesgos o peligros…

Arancha, en el 2006 y durante el canto del himno, sintió en la cabeza un fuerte golpe: un labrador le había dado con la culata del trabuco. ¡Casi nada! Hilillo de sangre hasta la oreja, dos policías abriendo paso entre el gentío hasta el patio del Ayuntamiento y atención sanitaria por parte de un concejal que era médico. Unos puntos y otra anécdota más para el historial. Desde entonces, para el canto del himno elige un sitio en el que, a poder ser, no haya gente detrás.

Lucía Guillén tiene que salir con guantes por su alergia a los caballos, además de llevar una bolsa de cuero con inhaladores, jeringuilla para adrenalina… vamos, “por si las moscas”. Pero no os perdáis su segunda anécdota: “el año que me estrené, después de hacer el primer pase del desfile del mediodía, y estando parados en la Ciudadela haciendo tiempo con los caballos para salir al segundo pase, la yegua de un compañero le tiró una coz a mi caballo con tan mala suerte que me la llevé yo en la espinilla. El resultado fue que acabé en el hospital a mitad del desfile con una "bonita" cicatriz en la pierna”.

Recuerda Paco que una vez un chico disparó con el trabuco a 2 cm del hombro y se rompió la clavícula, con el consiguiente susto para los que estaban alrededor.  También nos dice que “los tres primeros años, un compañero de trabajo, que era cazador, me dejaba la escopeta y preparábamos cartuchos, que eran de papel prensado con pólvora”.

A veces hay que recurrir a cualquier medio o estrategia para celebrar el Viernes de Mayo.

En su época de estudiante en Huesca, la víspera del Viernes de Mayo Eva T. estuvo de juerga, noche larga y no oye el despertador por la mañana para venir y llegar al desfile. Tragedia y lloros. Solución, coger un taxi, con la sorpresa de su madre cuando la ve llegar. Ahora bien, le costó medio sueldo de su trabajo de verano.

O como cuenta Lucía B. “El año pasado, en plena pandemia, montamos un almuerzo paralelo en Zaragoza, con canto del himno incluido y decoración en el bar. En el bar nombraron al menú “almuerzo jacetano” y no faltaron las costillas, los claveles y el mismo sentimiento (con mascarilla y distancia, eso sí)”.

Ser componente del Grupo Alto Aragón y además participar en la fiesta puede llevar un trabajo añadido.

Paco recuerda cómo en los primeros años tenía que desfilar y también actuar con el grupo. Así que en una furgoneta, previamente aparcada en el “Cine Astoria”, se cambiaba a las 11,30 de artesano a “folklórico”, actuación frente al Paseo de la Constitución y vuelta a cambiarse para desfilar.

Como el traje de labrador es similar al que habitualmente utilizamos, a Josemari le toca ser “ayudante de vestuario” de los suyos. Nos dice que se organiza “una fila de escuadristas que esperan para que les ayude a colocarse la faja y el pañuelo... ¡creo que he tenido que batir algún récord!”

También está el lío de ropas que os podéis imaginar hay en casa de los Franco Escuer cuando  la noche anterior ha coincidido con la Ronda de los Mayos. “Casi tenemos que dormir vestidos”, nos dicen.

Desfilan con responsabilidades añadidas y desafiando las inclemencias del tiempo

Como Arancha: “A lo largo de todos estos años he salido con mis hijos muy pequeños, luego con mis sobrinas, con días fríos, otros de lluvia, otros de calor…” O Eva T., antes cuidando a sus primas y ahora a sus hijas.    

Y puedes estar desfilando y te están “controlando”.

Le ha ocurrido a Lucía B. “Algunos de los padres de las tutorías que he llevado estos años en el colegio se han “escapado” a Jaca el Viernes de Mayo (con hijos o dejándolos en el colegio) sin yo saberlo. Luego me mandan las fotos que me han hecho de extranjis…”

O que tu madre desfile contigo  sea una solución y un orgullo.

Paula recuerda que “mi madre siempre me llevaba al comienzo del desfile y me recogía al cantar el himno, así que se perdía un poco el día. Hace seis años decidió salir ella también y desde entonces salimos juntas.  Recuerdo ese primer desfile con mi madre con mucho cariño”.

El Primer Viernes de Mayo es una jornada en la que las sensaciones y emociones están a flor de piel. Veamos lo que cuentan nuestros escuadristas.

Comienza Lucía B. con el recuerdo y la emoción durante la cuarentena al oír cantar a un padre de alumno una jota en un balcón dedicada al Viernes de Mayo y a los jacetanos. “¡Se contagia rápido la emoción por el PVM!”

En Eva T. el nerviosismo de la noche anterior e incluso desde que recoge los claveles, también durante toda la semana por la predicción meteorológica. Paula también nos habla de nervios y emoción en un día muy especial.

En María M. nervios, alegría… en todos los momentos e incluso en los preparativos. La tristeza con que vivió la suspensión de la fiesta por la pandemia. También las ganas e ilusión que tiene por poder celebrarla de nuevo

Los Franco Escuer destacan el carácter familiar y especial con el que viven la fiesta, desde preparar ropas, recoger la pólvora y cargar trabucos, pasando por el almuerzo, desfile, comida...  “Un día de mucho trajín”, como dicen ellos.

Para Iris la locura de los días anteriores con las ropas, claveles… pero “preparar todo para el día es quizás lo más bonito de la fiesta...” Y para Lucía G. “los reencuentros, los nervios, los sonidos,  los tambores,  el olor a pólvora, todo...”

Marian vive la fiesta con tres palabras que lo dicen todo: “felicidad, alegría y orgullo”. Para Paco la satisfacción y el gozo durante todos los actos de la jornada.

Todas las emociones y sentimientos del día, que son muchos, se reflejan muy bien en estos dos comentarios.

Lucía B. “Emoción es el sentimiento reinante y mayoritario durante todo el día. En mi caso, se extiende a la semana entera. Ya cuando se acerca mayo, van apareciendo también los nervios, como cuando eras pequeño y esperabas a que vinieran los Reyes Magos. Y ya el viernes amanece, transformando los nervios en emoción. Si tuviera que compararlo, sería como una olla que pones al fuego y poco a poco va burbujeando hasta que rompe a hervir (que correspondería al canto del himno)”

Josemari: “El viernes de Mayo es un suspiro, un día con tantas emociones que su alta intensidad provoca esa sensación de que se escapa en un suspiro...” 

Poco o nada hay que añadir, que ya han dicho mucho. Más de lo que me imaginaba cuando me decidí a preparar este artículo. Espero que no os haya cansado la lectura. Muchas gracias a todos los que nos habéis aportado tanta información y vivencias y, sobre todo, tanto cariño por la fiesta.

 ¡Feliz Viernes de Mayo para todos!

Fernando Estallo

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 13  (Primer Trim. 2022)

02 abril, 2022

Escuela de Folklore - 2017

 https://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=1087226

Diario del Alto Aragón 22/10/2017

La escuela de folclore del Grupo Alto Aragón de Jaca estrena nuevo curso

Más de 80 alumnos han comenzado esta semana las clases


RICARDO GRASA

22/10/2017

EL GRUPO Folklórico Alto Aragón, de Jaca, creado en 1975, es muy conocido por su esmero y su delicadeza a la hora de mostrar el folclore tradicional aragonés en escenarios de toda España y diferentes países repartidos por el globo terráqueo. No obstante, esto no sería posible sin su escuela, en la que se formaron muchos de sus integrantes, que heredan su particular forma de ver el folclore, tratando de ser lo más fieles posibles a la tradición.

Para este curso 2017-2018, el grupo jaqués ofrece clases de varios niveles en baile, palotiau y canto. Aparte, los profesores de la escuela brindan la posibilidad de aprender a tocar el chiflo y el salterio, dos de los instrumentos más representativos del Alto Aragón.

Un año más, hay distintos grupos de todas las edades, desde 6 años, en el caso de los más pequeños, hasta uno de adultos, superando, entre todos, los 80 alumnos. De esta forma, los jaqueses dan pasos que favorecen el relevo generacional y aseguran la pervivencia de los dances de palos y castañuelas, cuya presencia es imprescindible en las fiestas patronales.

"La escuela del Grupo Folklórico Alto Aragón es una parte fundamental del mismo", según apuntó su presidente, José Mari Palacio, porque "a través de ella se continúa la labor principal de difusión del folclore tradicional aragonés y las costumbres de las regiones pirenaicas". Un conocido ejemplo es el campeonato de billas, que se organiza el día de Pascua. "Por ende, la labor de esta agrupación no se limita a la enseñanza de las jotas, como se podría pensar".

SECTOR MUY ACTIVO

Cada año, la escuela del grupo muestra sus progresos con el canto, el baile y el palotiau en el marco de la gala de fin de curso, organizada en junio en el Palacio de Congresos. No obstante, los jóvenes suelen participar en actos tradicionales como el Festival Virgen de la Cueva, en el parador de Oroel; y las fiestas de Santa Orosia, así como en otras celebraciones.

"Desde el Alto Aragón, creemos que es indispensable la existencia de la escuela para la continuidad de esta agrupación. A lo largo de sus 42 años, el grupo folklórico siempre promulgó la escuela como una forma no solo de aprender los bailes y los cantos típicos de esta región, sino que también es una manera de llegar al grupo, mostrando lo aprendido en festivales a lo largo de la geografía española y fuera de nuestras fronteras", explicó el presidente.

Hoy en día, dentro del folclore, "se tiende cada vez más hacia el uso de piezas de nueva creación", como agregó José Mari Palacio. No obstante, "la apuesta del Alto Aragón por el folclore auténtico (según su nomenclatura CIOFF) hace imprescindible la existencia de una escuela en la que enseñar cómo se realiza cada uno de los bailes".

Uno de los puntos fuertes de la escuela es que todos los profesores son integrantes del grupo jaqués y ahora ejercen como "transmisores de lo que ellos mismos aprendieron" cuando eran más jóvenes, sentando las bases para que lo mejor esté por llegar.

Las negritas son del blog

11 julio, 2021

Una historia del Pirineo - 2021

Este artículo es la descripción de un trabajo, que a su vez es ejemplo del vínculo que algunas personas tienen con su tierra y su cultura. José Mari lo ha pensado y lo ha llevado adelante con buen número de personas que han conectado con ese proyecto, con esa sensibilidad. Iniciativas como ésta dan muestra de que el Grupo “Alto Aragón”, tiene un capital inmenso, que son sus componentes, sus ideas y su capacidad de trabajo.

Álvaro

 Para disfrutar de todas las fotos, se sugiere seguir el enlace en letra azul que está justo antes de la firma.

EN RECUERDO DE UNOS VALLES: UNA HISTORIA DEL PIRINEO

Este parón folclórico ha sido raro a rabiar…viernes sin ensayo, el traje tan tranquilo en el armario durante meses, las castañuelas acumulando polvo en el estante de arriba ¡lo nunca visto!

Con el ritmo trepidante de ensayos-actuaciones-rondas-talleres-farteras que desarrollábamos casi sin pensar, y de repente, agendas vacías y el tedio de los días iguales y la pandémica soledad ¡qué horror!

En medio de ese tedio se me ocurrió pensar en esa misma soledad que es tan pirenaica como las montañas. Esa soledad tan nuestra que se recibe con orgullo montañés, sin penas ni aspavientos…

Así germin la idea de un proyecto fotográfico que me ha llevado a conocer antiguas ruinas, envueltas en hiedra y zarzas de irrelevancia y olvido. Casas espaldadas y muros caídos, paisajes de otro tiempo, misteriosos, helados y duros.

Este proyecto fotográfico rinde un humilde homenaje a un Pirineo que se nos escapa entre los dedos. Un Pirineo que nuestra generación conoce, porque la anterior casi casi lo vivió.

 La distancia cada vez es más grande, y lo que se olvida desaparece para siempre. Aquí se olvida el calzón y el chaleco, la enagua y el mantón. Se olvida levantarse con el sol, y trabajar hasta que se escapa en el horizonte. Se olvida conversar junto al fuego y aprender de oído un saber, que solo existe en la memoria de quien lo comparte. Se olvidan los placeres sencillos, que son los más intensos.

En esta serie de fotos, he tratado de plasmar el carácter de quienes vieron marchar a sus familias y vecinos. Quienes se quedaron solos en un mundo que era enorme, y fueron capaces de tragar la rabia y el miedo y convertirlo en un orgullo montañés tan duro como las rocas sobre las que se apoya.

He tratado de plasmar los sentimientos de una especie en extinción…y  he tenido la mejor compañía posible. Este proyecto ha merecido la pena más allá del resultado artístico que haya tenido…Ha llenado este solitario invierno de tardes con amigos, de corazones alegres, de cafés con galletas, de risas, de recuerdos, de alguna que otra comedia…y sobretodo de…- ¿sabes hace cuanto qué no me ponía el traje…?

 En este proyecto me han acompañado casi 40 amigos de la órbita del grupo Alto Aragón y estoy muy agradecido a todos por participar y por regalarme su tiempo (¿se pueda regalar algo mejor?), vuestra paciencia (con mis mirapaqui-mirapallá) y sobretodo vuestra osadía… nos hemos metido en la nieve hasta la cintura, en barrancos helados con crampón y alpargata, hemos subido montañas, cruzado bosques, trepado árboles, atravesado ruinas temblorosas, vadeado ríos, y nos hemos enganchado en muchas, muchísimas zarzas ¡sin perder la sonrisa!

Gracias al vestuario del grupo y al de los que aparecen en las fotos, hemos podido completar un proyecto fotográfico del que estoy orgulloso. Y digo hemos porque el mérito está muy repartido: Inma, Teresa y Susana me han acompañado a todas partes con infinita paciencia y decidida resolución. Me han ayudado a elegir la indumentaria y las localizaciones, han cargado pellizas, hachas, troncos, varas, cestas y un ceremil de trastes a cada remota localización que se me antojaba visitar. Han sido alma y vida de este reto y puedo afirmar que no habría podido completarlo sin ellas. ¡Gracias!

Gracias a todos por ayudarme con otra josemariada: En recuerdo de unos Valles.

José Mari Palacio Albertín

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 10  (Segundo Trim. 2021) 

Los resaltados en amarillo, son del blog.








22 febrero, 2021

6 componentes fundadores 45 años después - 2020

45 años

45 años dedicados al folclore y la cultura del Alto Aragón. 45 años en los pueblos, en las plazas, en teatros y escenarios de medio mundo. 45 años de trabajo incansable, de nervios, de ensayos y de largos viajes.

Podemos resumir estos años enumerando logros, o podemos resumirlo en momentos.

Hemos pedido a los 6 únicos componentes del grupo que trabajaron en su creación, y continúan en activo, que nos cuenten sus recuerdos más queridos de su vida en "el grupo".

El Grupo Folclórico Alto Aragón es sobretodo su gente. Trata de personas. De buenas personas unidas por el folclore y decididas a cuidarlo y enseñarlo. Trata de los recuerdos de Rafa, Fernando, Isabel, Paco, Guzmán, Álvaro... y de los de muchos más. De los de todos.

De los momentos duros, tristes, alegres o absolutamente felices, de la gran familia que forma el Grupo Folclórico Alto Aragón.

Por 45 años de éxitos, y un futuro lleno de ilusión.

Te invitamos a ver este vídeo realizado por Teresa Tomás y José Mari Palacio.

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 8 
(Cuarto Trim. 2020)

21 octubre, 2020

Manteniendo las amistades - 2020

Nuestras guías en Italia, Rusia y Rumanía: Elena, Anna y Patricia

Como sabéis, el grupo hace cada año un viaje al extranjero para participar representando a España en alguno de los importantes festivales internacionales que organiza CIOFF.

Cada uno de esos viajes nos brinda la oportunidad de descubrir un país nuevo, su cultura, gastronomía (¡esto se nos da fenomenal!) y por supuesto su folklore. A cambio, nosotros trabajamos ilusionados durante meses, para poder enseñarles una pequeña muestra de nuestras tradiciones.

Una parte muy importante para todos los grupos son los guías. Estos se encargan de ayudarnos, cuidarnos e informarnos de todo lo que la organización dispone. Suelen estar todo el día con nosotros, nos acompañan en las excursiones, ven todos nuestros ensayos y viven el festival de una manera muy diferente a como lo vemos nosotros o el público. Son, sin duda, parte de la esencia de cualquier festival. En la sombra y junto con los organizadores, son los encargados de velar para que todo salga bien.

Para esta nueva edición de “De Capazo” hemos querido recuperar el contacto con algunas de las guías que nos acompañaron en nuestras actuaciones internacionales. Cuando les pedimos colaboración no lo dudaron ni un minuto, ¡qué suerte tuvimos con todas ellas!

 ¿Os acordáis de Elena?

Elena como una más del Grupo

 En Gorizia pasamos unos días geniales a caballo entre Eslovenia e Italia. Elena nos recibió con una sonrisa y nos acompañó en todo momento, aunque alucinó cuando le dijimos que queríamos ir a Eslovenia. En 2013 estaba recién llegada de Australia, trataba de buscar un futuro y estaba segura de que le alejaba de su querida Gorizia. Hoy en día vive en Perth, al oeste de Australia.

Fue un festival muy corto, pero aun así visitamos la propia Gorizia, el castillo de Predjama y las cuevas de Postojna en Eslovenia, además de Bérgamo y Mónaco en los trayectos.

Un escenario espectacular llenaba la plaza central de la ciudad y el público la llenaba noche tras noche.

Anna fue la sonrisa de Rusia. Dulce, risueña y servicial se mantenía siempre atenta a su supervisora (muy soviética y de poco diálogo).

Anna, la primera por la izquierda, con otras guías del festival

 El de Rusia fue un festival diferente, hecho para los grupos en lugar de para el público. En que conseguimos asimilarlo, lo disfrutamos. Tanto como disfrutamos de la Rusia rural, que parece sacada de una acuarela del siglo XIX.

Cuando el verano pasado viajamos a Rumanía, Patricia no dudó en ayudarnos en todo lo que necesitamos esos días, poniendo a nuestra disposición todo lo que estaba en su mano. La ciudad de Timisoara nos encantó, en cada rincón encontrábamos algo para visitar y su gente nos hizo sentirnos como en casa.

Patricia, la segunda por la izquierda, con otros guías que nos acompañaron

 Lo primero que les preguntamos es ¿cuál fue vuestra reacción al conocer que os tocaba guiar y acompañar al Grupo Alto Aragón de Jaca, a España?

Para Anna, esta fue su primera experiencia como guía. Nos cuenta, contenta, que la organización les permitió elegir el grupo al que querían acompañar, y ella, de forma espontánea y subjetiva, eligió España.

Elena nos cuenta que acababa de regresar de pasar 6 meses en Australia (país en el que vive actualmente) y llegó a Gorizia para participar en el festival. “En cuanto nos dijeron que había un grupo de España, pedí ser su guía, ¡estaba realmente feliz!”.

Para Patricia fue, antes que nada, una gran responsabilidad. “España participa muchas veces en el festival y siempre es uno de los grupos importantes”, nos indica. Todas coinciden en lo mucho que disfrutaron acompañando a un grupo tan heterogéneo como el nuestro, con personas de todas las edades.

Anna nos confiesa que, nada más vernos, tuvo una gran impresión de nosotros y, añadiendo un poco de poesía rusa, nos define como “personas de corazón abierto  y amigable”

Todas fueron unas fantásticas guías pero teníamos ganas de saber si habían hecho antes  los deberes. ¿Teníais información sobre el grupo, nuestra ciudad, país o folclore antes de comenzar el festival?

Elena nos cuenta que el festival les proporciona la información que el grupo aporta al mismo, por lo tanto conocía de dónde veníamos y había visto fotos nuestras.

Patricia ya conocía España, aunque reconoce: “No sabía mucho de Aragón y nada de Jaca, pero estaba familiarizada con los trajes tradicionales”.

Anna confiesa que no sabía nada sobre el Grupo Folklórico Alto Aragón de Jaca antes del festival. Pero en cuanto nos conoció, emprendió una tarea de reconocimiento en RRSS, vio nuestras fotos y videos, “entonces me interesé en la música tradicional de España”.

Hay varios momentos importantes en cada festival y uno de ellos es, sin duda, el debut. Nervios que se mezclan con el cansancio físico y que la euforia consigue disimular (al menos hasta que toca ponerse a dar saltos), y esa extraña sensación de “¿les gustará?”

¿Cómo recordáis vosotras ese debut? ¿Qué pensasteis cuando nos visteis actuar por primera vez?

“A mí no me sorprendió demasiado”. Eso nos suelta Anna, armada de sinceridad rusa. Se había dado un atracón de videos en Instagram y Facebook… ¡como para sorprenderse! “Pero para el público fue diferente. La música llenó toda la sala de conciertos, ¡fue un espectáculo maravilloso!”.

Elena nos responde honesta…”creo que fue hace al menos 7 años, ¿verdad?  Recuerdo muy bien vuestros trajes y me quedó grabada la similitud con algunos bailes de mi región”.

Patricia, que tiene los recuerdos de nuestra visita a Rumanía mucho más recientes, nos responde entusiasmada “¡me hicieron soñar con su país!”. Para ella la sorpresa fue menor, ya que nos había visto durante los ensayos previos, “pero el momento en que estabais en el escenario fue una experiencia muy diferente, ¡fue lo mejor!  La variedad de movimientos, el baile de palos y el grupo vocal me impresionaron profundamente. El ambiente era mágico, ¡ganasteis el corazón del público con vuestras sonrisas sinceras!” Vaya, esto de las sonrisas sí que es nuevo, ¿no estarás exagerando, Patricia? “Fue impecable, Rumanía os aprecia mucho y me siento honrada por mi experiencia con vosotros”.

En Jaca también tenemos un festival folclórico, uno muy bueno. Pero tal vez lo mejor de nuestro festival es lo implicada que está siempre la ciudad, la cantidad de gente que lo vive desde dentro y se implica en él. ¿Cómo se vive en vuestras ciudades el festival folklórico?

Anna reconoce que no lo sabe. Tranquila, estuvimos allí y sabemos que el vuestro es un festival un poco especial.

Elena nos cuenta que no tuvimos mucha suerte con la edición en la que participamos. “Entonces el festival estaba bajo otra organización, desafortunadamente programaron un evento poco original para Gorizia. Según me cuentan mis compañeros, un par de años después algunos guías decidieron hacerse cargo. Han conseguido hacer un festival más joven y fresco”.

“En Timisoara toda la ciudad tiene un ambiente muy agradable, solo encuentras buen rollo, una ciudad feliz, llena de flores. El corazón de nuestra ciudad nos reúne a todos para vivir emociones difíciles de plasmar en palabras”. ¡Guau! Podemos volver cuando quieras… “Yo ya no puedo esperar a que llegue julio, adoro conocer gente nueva y compartir experiencias”

 Ahora que hemos conseguido que reconozcáis que el grupo Alto Aragón es la pera limonera, ¿podéis ser sinceras y hablarnos de los momentos que fueron más difíciles durante el festival?. Seguro que no os lo pusimos tan fácil, ¿verdad?

Para Elena esta fue su última colaboración con el Festival Castillo de Gorizia. Nos lleva la contraria y nos dice que sí, que se lo pusimos muy fácil y que lo que recuerda es todo bueno. “Solíamos ser dos guías para cada grupo, pero ese año era solo yo”. “Fue agradable tener esa responsabilidad y salir airosa, como la visita que hicimos al castillo y la cueva de Eslovenia, ¿recuerdan?”

“La organización del festival estuvo muy bien durante toda la semana, todo estaba en orden”, nos dice Anna. “El único momento en el que tuve que lidiar con mis superiores fue con vuestra vuelta a España. Era demasiado temprano y tenían demasiado tiempo en el aeropuerto. José me pidió que os ayudase. No fue fácil convencer a los organizadores, pero afortunadamente lo conseguimos.” Sí, y pudimos pasar una buena mañana de turismo en la preciosa Suzdal. “Lo mejor fueron los rostros sonrientes y las palabras de agradecimiento”.

Patricia nos echa de menos y manda besos para todos. ¡Menos mal que le hemos preguntado por los momentos malos! “Para mí fue una experiencia única. Traté de ofrecerles un pedazo de mi corazón. No fue difícil cumplir con los horarios de la organización y cuando tuvimos que improvisar siempre tuve su apoyo”.

Muchas gracias chicas. Ha sido un placer tener este reencuentro virtual, ojalá nuestros caminos vuelvan a cruzarse… ¿Qué nos dices de los festivales australianos, Elena?

“¡España siempre y para siempre! Ustedes fueron simplemente increíbles, cuanto más escribo, más recuerdos me vienen a la mente. El 'aperitivo' en el centro de Gorizia... todavía debo tener las fotos en mi Facebook”.

A Anna le encantaría que volviésemos a Rusia y está “muy feliz de que nos gustase su país”.

“Mi país os echa de menos, para mí fue increíble la experiencia con vosotros”, nos dice Patricia, que, como podéis ver, no pierde intensidad ni en “modo virtual”.

Se despiden de nosotros tal y como se presentaron en Gorizia, Timisoara o Suzdal, con una sonrisa de oreja a oreja.

Nos han mandado como encargo MUCHOS BESOS virtuales para todos, que nos llegan desde tres países que forman parte de los mejores recuerdos de este grupo.

  José Mari Palacio y María Martínez

Publicado en la newsletter del Grupo "De Capazo", núm 6 (Segundo Trim. 2020)