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20 abril, 2012

"AUPA LA TUNA" - 2

ESTUDIANTINA JACETANA

Aunque el comienzo fue el 23 de diciembre, el verdadero bautismo de fuego fue en la Nochevieja del 75 que se les invitó a la inauguración del Aparthotel Candanchú en esta estación de esquí. Al parecer fue una noche memorable en muchos sentidos, en las invitaciones y sobre todo en la recaudación, pues debido a lo espléndidos que fueron los que allí estaban se recogió para pagar todos los trajes, según cuentan las fuentes.
Por lo visto se produjo una anécdota que quedaría en la memoria de todos y que ha llegado hasta este cronista. De todos es sabido que no hay tuno sin capa y capa sin cintas. Las correspondientes capas habían sido completadas con varios rosetones de cintas, muchas de ellas dedicadas por distintas fans de los susodichos tunos. Entre canción y canción resulta que un tuno tuvo que retirarse momentáneamente sin que se diera a ésto mayor importancia. Un par de canciones después, reaparece nuestro protagonista sin capa y con mucho misterio, discreción y hasta preocupación, va de un compañero a otro pidiendo unas tijeras. A pesar de la extraña petición, ante la insistencia y la actitud seria del solicitante por fin le consiguen una navaja y desaparece un tanto aliviado. Cuando por fin se reincorpora perfectamente ataviado, ya más relajado, acaba poniendo en común lo sucedido. Parece que a nuestro protagonista le dio “un apretón” y se retiró a evacuar pero con las prisas, parece que no recogió bien sus cintas y alguna de ellas quedó descontrolada. Lo demás ya se puede imaginar como también las risas que esto ocasionó en los compañeros el resto de la noche, que por cierto no fue corta.

La nevada que había caído en Candanchú, no fue óbice para, una vez calientes las voces y los cuerpos, se cumpliera igualmente bien con las clientelas del Hotel Edelweis y del Hotel Tobazo, acabando con sus recién-estrenados zapatos de charol bien mojados en la cafetería de la Escuela Militar de Montaña para tomar un desayuno que volviera a templar los cuerpos que la nieve había ido enfriando. No sé si por las brumas de la noche o lo distante de las fechas, no está totalmente claro para mi informador quién los bajó, ni la hora a la que llegaron a Jaca. Eso sí, parece que la luna se había retirado a su hora y las farolas ya estaban apagadas, renunciando al intento de llevar la contabilidad antes de disgregarse, dejándolo por la confianza y sobre todo por el cansancio, para después de un merecido descanso en ese primer día del año.

Se fue saliendo sobre todo en vísperas de fiesta y fines de semana cuando se sumaba el que hubiera un número suficiente, ganas de marcha y no coicidir con otras obligaciones.

Sus intervenciones aunque no eran actuaciones en sentido estricto, fueron creciendo conforme fue siendo conocida, y así fue invitada a amenizar alguna tarde del Camping Pirineos (de Santa Cilia de Jaca) y alguna fiesta familiar o bodas que se celebraron en Jaca o alrededores.

Una Tuna que se precie no está completa si no tiene su MADRINA y la ESTUDIANTINA JACETANA no podía ser menos. La elección recayó en Marian Echeto Piedrafita, guapa jacetana que había sido Reina de una de las ediciones de las Fiestas de Jaca. Al parecer, este nombramiento fue correspondido con una buena invitación por parte de la familia Echeto en la bodega que la familia tiene en la casa de la Plaza de la Catedral.

Como nuestra relación con Las Landas fue profusa, es muy fácil que en alguna de las excursiones que hicimos al margen de las actuaciones, se fuera con los trajes de tuna y les viera Monsieur Lassabe, por lo que en el verano del 76 este señor habría de organizar varias actuaciones en Habbas y en la zona Seignosse para el Grupo Folklórico “Alto Aragón” y pidió para algunos espectáculos que se combinara el Grupo y la Tuna como así se hizo en agosto de 1976.

            En 1978 el Grupo fue invitado a participar en el Festival de Confolens (Charente Maritime) y en 1979 aprovechando los contactos-amistades del año anterior y que no había actuaciones esos días, se fue la Estudiantina Jacetana a hacer su particular campaña a aquel festival. Se tenía permiso para dormir en las instalaciones en que estaban los otros grupos. No se actuó en el escenario y normalmente se iba por libre haciendo ambiente por terrazas y bares, pero como coincidió que a una artista andaluza le falló el grupo de músicos, nos invitaron a acompañarla en uno de los desfiles que se organizaban a media tarde antes del espectáculo, seguramente con fines propagandísticos. Acabado el festival, bajaríamos en los coches particulares que se habían usado para llegar pues esa tarde teníamos actuación en una localidad del País Vasco francés, que los nacionalistas vascos llaman Zuberoa.

          Pero como en el libro “La Historia Interminable” de Michael Ende, esta es otra historia que deberá ser contada en otro lugar.

Álvaro

09 diciembre, 2011

M. Roger Lassabe - 4 Medalla de Oro

Y ya hasta Dijon

Como ya he dicho anteriormente, en 1986 volvimos a Confolens, en este festival y siempre en los de Jaca y Olorón seguimos encontrándonos anualmente con M. Lassabe. Vive cada festival en toda su intensidad y se le ve en los desfiles, las actuaciones, las exposiciones, paseando por la calle e incluso en los ensayos de los grupos. Siempre habla con unos y otros, aconseja, cuenta sus vivencias, se interesa por aquellos que ha ido conociendo a lo largo de los años, habla de proyectos,... En una ocasión me decía que todos los años, en el mes de junio, se hacía una revisión médica y, conocidos los resultados, organizaba sus tres citas anuales para él sagradas: el Festival de los Pirineos (Olorón o Jaca), El Festival de Confolens y el Festival de Dijon, al que asistió como miembro del jurado internacional durante más de 20 años consecutivos hasta 2.007, entonces tiene 83 años y decide jubilarse de esta tarea.

M. Lassabe va siguiendo con interés nuestra trayectoria, en alguna ocasión nos ofrece actuar en alguna localidad de Francia o facilita nuestras señas para que nos contraten en algún lugar. Van pasando los años y él mismo reconoce en más de una ocasión, no sin cierta nostalgia, que sus amigos y conocidos que regentaban salas para espectáculos o bien organizaban festivales se van jubilando... Nosotros lo notamos en que cada vez hacemos menos actuaciones promovidas por él... es la ley de vida.

Llega el año 1.997 y nos habla del Festival de Dijon. Nos da detalles del mismo –él siempre tiende a magnificar- e insiste en que presentemos nuestra candidatura para participar en la siguiente edición de este festival concurso. Siempre nos hemos dejado aconsejar por M. Lassabe y siempre nos ha ido bien. Así que, aunque nos imponía mucho lo de concursar, preparamos nuestro vídeo, cumplimentamos la solicitud y lo enviamos a Dijon; por detrás estaba también el respaldo personal de M. Lassabe para que nos seleccionaran. Aceptan nuestra solicitud y nos envían el reglamento y las bases del certamen. Merecería la pena dedicar un apartado a los ensayos, preparativos, viaje, nervios, actuación y celebración.

Digo celebración porque eso es lo que hicimos al conseguir la Medalla de Oro en la modalidad de folklore tradicional. A pesar de los numerosos nervios iniciales, la actuación a juicio de M. Lassabe había salido perfecta. Y como siempre es tan detallista y perfeccionista, nos comentaba que un bailador había comenzado la recta de San Lorenzo con el pie cambiado y había sabido rectificar con rapidez y profesionalidad. A recordar la imagen de M. Lassabe emocionado cuando nos lo encontramos en el aparcamiento del polideportivo en el que se había dado a conocer la relación de premiados. No se quiso poner en la foto que nos hicimos, debió pensar que no era ético que un miembro del jurado se fotografiara con el grupo ganador. Su satisfacción era completa, sus dos grupos preferidos, y a los que había “apadrinado y tutorizado” durante tantos años, habían triunfado en Dijon: Lous Pastous de Seignosse se llevaban el premio al mejor grupo francés y el Grupo "Alto Aragón" conseguía la mencionada medalla de oro.

Fernando

M. Roger Lassabe - 2 Nos orienta, nos proyecta

Comienza la proyección internacional del Grupo "Alto Aragón"

En ese año (1976) y en el siguiente realizamos espectáculos en numerosas localidades de Las Landas: Capbreton, Hossegor, Vieux Boucau, Seignosse –Bourg, Le Penon y VVF-, Amou, Grenade, Habbas... Compartíamos escenario con Lous Pastous de Seignosse, grupo con el que ya habíamos coincidido en Normandía, en concreto en Dieppe, en agosto del 74. Con este grupo tuvimos una relación muy estrecha, participó también en el Festival de Jaca y coincidimos en el Festival de Dijon en 1998. Pero dejamos a Lous Pastous porque el amplio anecdotario que gira en torno a ellos merecería otro amplio capítulo.

Durante nuestras estancias en Las Landas el programa se repetía cada día: a la playa o a hacer alguna visita, comida de picnic, cenar pronto y actuación cada día en un lugar distinto. Cuando llegábamos a la población en que nos tocaba actuar ese día M. Lassabe estaba pendiente de nosotros, se interesaba y sobre todo estaba al tanto de que no tomáramos el consabido Ricard antes de actuar. Era nuestro tutor.

Él nos presentaba en cada actuación y hacía los comentarios del Grupo, de los bailes y de las músicas. Presentaba al presidente, a los directores de baile y rondalla y ... también al conductor del autobús. Y allí aparecía nuestro “Lorencito” saludando. Cada día nos daba su crítica constructiva de la actuación. Consejos, más bien lecciones, que nos dio en esa época han sido las líneas directrices del Grupo desde entonces y estoy hablando de cosas como: las sonrisas y las expresiones de la cara mientras se actúa, entrar y salir del escenario con música y bailando, estar en el escenario solamente los que actúan en cada momento, no distraer la atención del público con escenificaciones y al mismo tiempo estar bailando, unir bailes con música para hacer más ágil el espectáculo, terminar con la jota de San Lorenzo, saludar al finalizar el espectáculo,... Ya lo sabíamos, al acabar cada actuación los responsables del Grupo se reunían con él para escuchar sus apreciaciones. El espectáculo siempre le había gustado, pero siempre teníamos que corregir detalles.... alguno de nosotros decía que era un poco pesado, pero la verdad, y eso hay que reconocerlo, aprendimos mucho y sus indicaciones nos han servido para marcar diferencias con otros grupos.

Llega el festival de Confolens

De siempre habíamos oído hablar de este Festival pero nos parecía algo inalcanzable. M. Lassabe dice que nos va a proponer para que participemos y así los hacemos en 1978. El Festival de Confolens ha estado muy unido al CIOFF. Entonces su presidente, M. Henri Coursaget, era también presidente de este organismo internacional y amigo personal de M. Lassabe y ambos cofundadores del mismo. En la actualidad, el director del Festival de Confolens es Philippe Beaussant y es Secretario General del CIOFF. De este festival también podríamos contar muchísimas anécdotas, pero nuestra participación no debió ser tan mala cuando allí mismo la responsable de CIOFF Puerto Rico nos invita a participar en el Festival de San Juan de Puerto Rico a finales de 1.978.

Recordemos que el Grupo tenía solamente 3 años de vida y habíamos emprendido una auténtica carrera internacional. Son unos tiempos en los que se produce un efecto dominó en el sentido de que de una actuación salía otra y siempre en los puntos más diversos de Francia o incluso en otros países. Decíamos entonces, y era verdad, que éramos más conocidos en el extranjero que en Aragón. Por cierto, al festival de Confolens volvimos en 1986.

Fernando