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13 marzo, 2016

Próxima actuación en Francia - Mayo de 2016

El Grupo "Alto Aragón" acudirá a Les Ostensions de Rochechouart

 
 
El festival francés forma parte del
Patrimonio Inmaterial de la Unesco
 
RICARDO GRASA
13/03/2016

            
JACA.- El Grupo Folklórico "Alto Aragón", de Jaca, afronta esta primavera una cita muy especial con motivo de su participación en Les Ostensions de Rochechouart, un prestigioso acontecimiento que se organiza en esta villa francesa, en la que los jacetanos mostrarán los días 13 y 14 de mayo toda la riqueza del folclore típico de las montañas oscenses.
 
 
 
 


03 marzo, 2016

Viaje a Torrelavega (Cantabria) - 2015

El Grupo Alto Aragón de Jaca participa en el festival de Torrelavega
Representa a Aragón en la cita folclórica internacional "Por las Tierras de Cantabria"
EFE.
21/08/2015


TORRELAVEGA.- El Grupo Alto Aragón de Jaca representará a Aragón en el Festival Internacional de Torrelavega que se celebra este y compartirá escenario con agrupaciones procedentes de Rusia, Serbia, Ucrania, Francia, Perú y Andorra, junto a otras de Almería Burgos y Cantabria

Exitoso intercambio folclórico del Grupo Alto Aragón de Jaca y los cántabros de Virgen de las Nieves de Tanos

El municipio de Torrelavega (Cantabria) recibía el pasado fin de semana, dentro de la Muestra Internacional de Folklore “Por las Tierras de Cantabria”, al Grupo Folklórico Alto Aragón de Jaca. Éste participaba en el certamen como parte del intercambio que hacen cada año con una agrupación folclórica que también desea mostrar sus danzas por el territorio español.
En esta ocasión, los torrelaveguenses del Grupo Virgen de las Nieves de Tanos realizaban el intercambio con los jaqueses en junio. De esta manera, en ese mes, participaban de las Jornadas de Folklore Tradicional “Santa Orosia”, dentro de las fiestas patronales de Jaca.
Desde el Grupo Alto Aragón se hace una valoración muy positiva tanto del intercambio como de su paso por este festival cántabro, en el que compartían escenario con grupos provenientes de Perú, Rusia y Francia, así como con el anfitrión: el Grupo Virgen de las Nieves de Tanos. Con este, según manifiestan, comparten la filosofía de mantener y mostrar el folclore de su región correspondiente.
 
 
 

23 junio, 2015

Los Danzantes de Huesca y Jaca - II (2010)



Más sobre el origen de nuestros dances (continuación)
Los Danzantes de Huesca y Jaca
Por Carlos GARCÉS MANAU
HISTORIADOR
El siglo XVIII es la época en la que, por lo que sabemos, nació realmente el dance oscense. Ello es perfectamente claro en las relaciones de fiestas celebradas en la ciudad, ya que mientras en las del siglo XVII, como hemos dicho, no hay una sola referencia a los danzantes, ahora, en las del siglo XVIII, el dance de espadas de los labradores forma ya parte importante de las mismas, y parece plenamente asumido por las autoridades.
Conservamos dos relatos impresos de fiestas en la Huesca del siglo XVIII, las dos por la proclamación de un nuevo rey. Y en ambas aparecen danzas de espadas de los labradores. El primero se titula Heroicas pruebas del fidelísimo celo con que la invencible ciudad de Huesca celebró los días 20, 21, 22 de noviembre de 1746 la real proclamación de su amadísimo monarca don Fernando el Sexto, que Dios guarde; de este impreso se conservan cinco ejemplares (dos en Aragón -en la Biblioteca Pública de Huesca y la Universitaria de Zaragoza-, dos en tierras catalanas —Biblioteca de Cataluña, en Barcelona, y monasterio de Poblet-, y Biblioteca Nacional, en Madrid). El otro texto es la Relación de las fiestas y regocijos públicos que en la real proclamación del rey nuestro señor don Carlos IV celebró la muy noble, muy leal y siempre vencedora ciudad de Huesca los días 10, 11 y 12 de agosto del año 1789, y de él hay únicamente dos ejemplares, en la Biblioteca de la Diputación Provincial de Zaragoza y en el Archivo Biblioteca de los Barones de Valdeolivos, en Fonz.
Durante las fiestas de 1746, leemos que, a la salida de la Catedral, donde se había celebrado un solemne Te Deum, “esperaban los labradores con un extraño dance de espadachines”, que interpretaron al son de una música parlera. Mucho más informativa es, por fortuna, la noticia de 1789: “seguía una danza de doce mozos, ágiles y esforzados, con su mayoral, zagal y música correspondiente, los que danzando sin cesar toda la carrera con espada y daga ejecutaban mil primores en diversas mudanzas y figuras, enlazando los compases de la danza con los de la esgrima. En algunos sitios recitaban los dichos, que eran agudos y conceptuosos, y tenían por objeto felicitar a sus majestades por su exaltación al trono, y a la monarquía por haber recibido de la mano de Dios tan amables soberanos”. Este texto es esencial, ya que es la primera vez que se menciona el número de danzantes (doce); los objetos con que bailaban (espada y daga); el nombre de sus bailes (mudanzas y figuras); la presencia del mayoral; y los dichos, que los danzantes oscenses alternaban con sus bailes, y que debían ser semejantes a las “liras” de los danzantes jacetanos que mencionaba en 1702, como hemos visto, el canónigo Alavés. La tradición de estos dichos, al igual que en Jaca, se perdió con posterioridad.

Esta actuación de los danzantes se celebró precisamente el 10 de agosto, ya que fue en esa fecha cuando se llevó a cabo la proclamación de Carlos IV. No es extraño, por ello, que sea en estas fiestas de 1789 cuando encontremos la primera mención expresa a “los danzantes de san Lorenzo”; figura concretamente en la documentación del colegio de Santiago, el más antiguo de los pertenecientes a la Universidad de Huesca, en la relación de gastos hechos por el colegio durante las fiestas de proclamación.
Los danzantes, el 10 de agosto de 1789, bailaron en una fiesta de carácter civil, la proclamación del nuevo rey. Pero sabemos, gracias a un documento que se conocía hace tiempo, que su presencia en la procesión de san Lorenzo era ya, en esta época, más o menos habitual. Esta noticia trascendental figura en el Ceremonial de la Catedral de Huesca que el canónigo Vicente Novella escribió hacia 1786 (son cinco tomos manuscritos que se pueden consultar, tras su digitalización, en la Biblioteca Virtual Lastanosa del Instituto de Estudios Altoaragoneses; las referencias a los danzantes están en el tomo III -pp. 432 y 439-441-). En una nota añadida a pie de página, Novella escribió: “algunos años suele haber lo que llaman dance, y van los danzantes en esta procesión, pero no turban su orden, pues se ponen detrás de la ciudad y Universidad. Lo he visto así, y lo advierto, porque alguna vez disputan ir delante de la peana de san Lorenzo y no es justo permitirlo”. Los danzantes eran, de hecho, quienes cerraban la procesión, bailando tras el Concejo y la Universidad. De las palabras de Novella, no obstante, se deduce que los danzantes no participaban todos los años en la procesión de San Lorenzo, sino solo algunos
Las noticias sobre los danzantes de Huesca en el siglo XIX son algo más abundantes, aunque no mucho. Una de las más importantes, y con ella terminamos, la dio a conocer Federico Balaguer. En 1823, para celebrar el final del Trienio Liberal y la restauración del gobierno absolutista de Fernando VII, labradores oscenses partidarios del rey ejecutaron por las calles de Huesca “la función de dance”. Iban “vestidos ricamente de blanco, y dirigidos por su mayoral y rapatán, Custodio Viñau y Martín Lanau, danzaron primorosamente en las plazas y calles, unas veces con espadas y dagas y otras con palos, al son de la gaita, que es su música favorita”. Se trata de un texto también fundamental, pues en él están documentados por primera vez los dances de palos, las vestimentas de los danzantes (ricas y de color blanco), los nombres de dos de ellos, y la gaita como instrumento musical de acompañamiento.
CONCLUSIONES
Un hecho muy importante relaciona a los danzantes de Huesca y Jaca: en los últimos años se han publicado sobre ambos noticias de los siglos XVII y XVIII, descubiertas en archivos y bibliotecas, que los convierte en dos de los dances aragoneses de orígenes históricos mejor conocidos. Sin embargo, más allá de ello lo que predominan son las diferencias.
En primer lugar, los danzantes de Jaca parecer ser más antiguos. Están bien documentados desde la primera mitad del siglo XVII, y ya entonces participan en la fiesta de santa Orosia y cuentan con el respaldo del Concejo. De los danzantes de Huesca, por el contrario, las primeras informaciones, de la segunda mitad del siglo XVII, lo que reflejan, justamente, es la reticencia de las autoridades municipales hacia los mismos; y para verles participar en las fiestas de san Lorenzo hay que esperar a fines del siglo XVIII.
Otras diferencias: los danzantes jacetanos llevaban castañuelas, mientras los dances oscenses eran de espadas. En Jaca había dos grupos de danzantes, uno de labradores y otro de artesanos; en Huesca, aunque en 1663 se menciona también a los “oficiales”, los dances fueron, sobre todo, cosa de labradores. Los gremios artesanales, de hecho, participaron en las fiestas de 1746 y 1789 imitando compañías militares, en algunos casos disfrazados de turcos.
Pero lo que separa, sin duda, la historia primitiva del dance en Huesca y Jaca es la actitud mostrada por el Concejo. En el caso jaqués, las autoridades municipales, desde un primer momento, pagan a los danzantes para que participen en las fiestas (durante mucho tiempo, la cantidad fue de doce libras), porque los consideraban parte consustancial de los festejos. En nuestra ciudad, sin embargo, la realidad es muy distinta: en la riquísima documentación municipal oscense de los siglos XVII y XVIII sólo hay dos noticias sobre danzantes, las de 1663 y 1686-87, y como hemos visto lo que se trasluce en ellas es el recelo del Concejo hacia los dances. Para encontrar las demás informaciones de estas centurias, tampoco muchas, sobre los danzantes de Huesca hay que acudir a los relatos impresos de las fiestas de 1746 y 1789, a la documentación del colegio universitario de Santiago y al Ceremonial de la Catedral. En la documentación del Concejo, por ejemplo, las noticias sí son frecuentes sobre la comparsa de gigantes y cabezudos, pues no en vano era, desde 1663, municipal (véase Carlos Garcés Manau, “El origen de la comparsa de gigantes y cabezudos de Huesca (siglos XVII y XVIII)”, Diario del AltoAragón, 10 de agosto de 2008). Pero sobre los danzantes, las referencias brillan casi totalmente por su ausencia.
San Lorenzo
Diario del Alto Aragón - Martes 10 de Agosto de 2010 - Pág 9


 

22 junio, 2015

Los Danzantes de Huesca y Jaca - I (2010)



Más sobre el origen de nuestros dances
Los Danzantes de Huesca y Jaca
Por Carlos GARCÉS MANAU
HISTORIADOR
EN 2OO7 Manuel Tomeo Turón y Guzmán Fernández Barrio publicaron un excepcional estudio sobre los danzantes de Jaca, fruto de diez años de trabajo. Entre otras aportaciones fundamentales presentaban gran número de referencias documentales, procedentes sobre todo del archivo municipal jaqués, que demostraban que los danzantes de Jaca existían ya en el siglo XVII. En los años 2001 y 2003 di a conocer, por mi parte, cinco noticias documentales sobre los danzantes de Huesca, que parecían indicar que la época de nacimiento de los dances oscenses fue, fundamentalmente, el siglo XVIII.
En este artículo pretendo contrastar las informaciones sobre los danzantes de Jaca y Huesca aparecidas en los últimos años. Y como veremos, las conclusiones que cabe extraer de ello son que los danzantes jaqueses son más antiguos que los de Huesca; y que el Concejo jacetano, a diferencia del oscense, apoyó desde un comienzo su presencia en las fiestas de Jaca.
JACA
            El libro de Manuel Tomeo Turón y Guzmán Fernández Barrio al que aludíamos se titula Danza montañés. Historia de los dances de Jaca (Jaca, Pirineum Editorial, 2007). La fascinante historia de los dances jacetanos que se dibuja en esta obra es la siguiente. En el siglo XVII -bastante antes que en Huesca-, los danzantes participaban ya plenamente en las fiestas de la ciudad, sobre todo en las de santa Orosia, la patrona de Jaca. Y lo hacían además con el apoyo directo, incluso económico, de las autoridades municipales.
La principal característica de los dances de Jaca es que los danzantes bailaban con castañuelas (no utilizaban pues, como sucedía en Huesca, espadas o palos). El acompañamiento musical se hacía con flauta y salterio; en nuestra ciudad, por el contrario, las noticias más antiguas a este respecto —del siglo XIX- hablan de la gaita como instrumento con el que se interpretaban los dances. Un rasgo que compartían los danzantes oscenses y jacetanos eran sus vestimentas, de color blanco. En Jaca, sin embargo, no existía la figura del mayoral.

Otra característica peculiar de Jaca es que contaba con dos grupos de danzantes —los dos de castañuelas-, uno formado por labradores y otro por pelaires (artesanos); mientras que en Huesca el dance fue sobre todo propio de los labradores. En el siglo XIX, los dos grupos de danzantes jaqueses quedaron reducidos a uno. Y en 1922, el dance de castañuelas fue sustituido por el paloteado, a imitación del que se interpretaba en Yebra de Basa en honor también de santa Orosia (danzantes de Yesa (querrá decir Yebra) acudieron de hecho a Jaca para enseñar a sus danzantes los nuevos bailes). Desde entonces, los dances de palos fueron los que caracterizaron las fiestas jaquesas. En 1979, sin embargo, se recuperó definitivamente el dance de castañuelas y la indumentaria blanca con que se bailaba. De esta forma, en la procesión de santa Orosia, cada 25 de junio, participan en la actualidad en Jaca tres grupos de danzantes: uno de castañuelas, que interpreta doce bailes o mudanzas distintos, y dos grupos de palos, cuyo repertorio comprende veintiuno (muchos más que en el caso oscense, que cuenta con cinco dances).
La documentación histórica sobre los danzantes jacetanos que figura en el libro de Tomeo Turón y Fernández Barrio resulta excepcional en el conjunto de los dances aragoneses. Pensemos, por ejemplo, que del dance de Yebra de Basa no existe información antes del siglo XIX. En Jaca, por el contrario, las primeras noticias son de la primera mitad del XVII; y proceden, sobre todo, de dos fuentes municipales: las Actas y las Cuentas del Concejo jaqués.
Aquí no vamos a reproducir todas ellas, sino sólo algunas de las que nos parecen más significativas, centradas sobre todo en la época más antigua, el siglo XVII (véanse las pp. 80, 82-90, 204, 234-235 y 286). En 1623, en lo que constituye el primer dato seguro sobre danzantes en Jaca, el Concejo pagó 40 reales a los “mancebos” que “el día de la fiesta de nuestra patrona señora santa Orosia hicieron fiesta y dances”. En el año 1627, a fines de junio, “a los danzadores se les da sendos pares de zapatos a cada uno por el trabajo que han tenido”. De 1638 es esta otra noticia: “para regocijar la fiesta de nuestra patrona santa Orosia se hizo un dance de ocho personas”. Y en 1650 se dice que “para las fiestas de nuestra patrona santa Orosia, para que pudieran danzar hubo de venir el músico de Rasal , al que el Concejo recompensó con 60 reales. Hemos dicho que en Jaca hubo, hasta el siglo XIX, dos grupos de danzantes.
Este dato se menciona ya en 1656, al hablar de “los dos dances y dos músicos” habidos en “las fiestas de san Juan y santa Orosia”, y en 1667 -“a los dos dances que van por cuenta de la ciudad se les da lo que el año pasado se les dio”-. La documentación municipal jaquesa, y ello es fundamental, testimonia además que en fechas tan tempranas como éstas la presencia de los danzantes se consideraba parte ineludible de las fiestas; véase, a este respecto, las expresiones que recoge la documentación en 1664 (“para el san Juan y santa Orosia se hagan las fiestas acostumbradas de fuegos, dances y toros con premios”) y 1687 (“para las fiestas de nuestra patrona santa Orosia se hagan las acostumbradas de dances, premios, fuegos, toros”).
De 1702, como colofón perfecto a estas noticias del siglo XVII, contamos con las que aparecen en un libro sobre santa Orosia del canónigo de la catedral de Jaca Salvador Alberto Alavés y La Sala, que lleva por título Compendio de la vida magna disputada de la gloriosa virgen, casada, mártir y reina de Aragón, y su antigua y primera patrona, y siempre de la ciudad de Jaca y sus montañas, santa Orosia (se conserva un ejemplar en la Biblioteca Pública de Huesca). Este clérigo confirma y amplía las noticias sobre los danzantes jaqueses que acabamos de ver. Especialmente importante es la mención que hace a su presencia en la procesión de santa Orosia, el 25 de junio: “Dan un realce entretenidamente alegre a la grandeza de la procesión, y muy gustoso a los concurrentes, las dos compañías de danzantes, de nueve cada una, con sus salterios, vestidos de blanco, y ceñidos con ricas bandas y vistosas ligas, y cubiertos con bonetes montañeses guarnecidos de curiosas lazadas y preciosas joyas, y calzados unos como borceguíes encascabelados, tañendo diestros sus pulgarillas [castañuelas], que incansables sin cesar corren danzando de arriba abajo la procesión”. Los danzantes, además de a otros actos de las fiestas de santa Orosia, acudían también a la veneración de sus reliquias, antes de la cual “las dos compañías de danzarines, con sus salterios [...] entretienen con primorosas mudanzas y sentenciosas liras que hacen y dicen a la santa”. Estas “liras”, que más adelante desaparecerían en Jaca —y veremos que algo similar ocurrió en Huesca-, debían ser parecidas a los dichos, en honor del patrón correspondiente, que aún hoy forman parte del dan- ce en distintos lugares de Aragón.
HUESCA
En Huesca, en llamativo contraste con lo que sucede en Jaca, las noticias de los siglos XVII y XVIII sobre danzantes son mucho más escasas. En 1985, Federico Balaguer reconocía ya que en las Actas del Concejo que llevo vistas correspondientes a los siglos XV al XVII no he encontrado, hasta este momento, mención alguna de nuestros danzantes”. Y añadía que Damián Iguacén y Antonio Durán tampoco habían hallado noticias anteriores a finales del siglo XVIII en la documentación de la iglesia de San Lorenzo y la Catedral. Por mi parte, tras consultar detalladamente las Actas municipales de los siglos XVI, XVII y XVIII, puedo corroborar que en la documentación del Concejo oscense no hay noticia alguna sobre danzantes excepto las de 1663 y 1686-87 que veremos enseguida, que muestran además reticencias muy claras de las autoridades municipales hacia el hecho de que los labradores bailaran en las fiestas de la ciudad.
Si en tierras jacetanas es el siglo XVII cuando el dance comienza a estar plenamente documentado — y, como hemos visto, es el Concejo el que paga a los danzantes y se preocupa por el mantenimiento de la tradición que representan-, en nuestra ciudad hay, por el contrario, una completa ausencia de noticias al respecto, tanto en la primera historia de Huesca —la publicada en 1619 por Francisco Diego de Aínsa- como en los relatos de las fiestas que se celebraron en Huesca en ese siglo (por ejemplo, en 1658 por el nacimiento del infante Felipe Próspero o 1662 en honor de la Inmaculada). Y ello a pesar de que en el siglo XVII se dieron hechos muy importantes para las tradiciones laurentinas, como la construcción de la actual basílica de San Lorenzo.

De las seis noticias sobre dances y danzantes en Huesca que se conocen de los siglos XVII y XVIII, cinco las dí a conocer en dos artículos que publiqué en el Diario del Alto Aragón el 28 de octubre de 2001 y 10 de agosto de 2003, titulados “Las menciones más antiguas de los danzantes” y “Los danzantes de Huesca. Nuevos datos sobre su origen”. La primera es de 1663. En marzo de ese año, el Concejo debatió los “inconvenientes que se están experimentando”, debido a que los labradores y los “oficiales” (es decir, los artesanos) hacían “bailes en las fiestas”. Las autoridades municipales prohibieron, de hecho, que continuaran haciéndolo a no ser que se les diera permiso expreso para ello. Las reticencias del Concejo eran igual de fuertes veinte años después. En octubre de 1686 se aludía a los problemas que ocasionaba “el cortejo que los labradores hacen a san Orencio con sus bailes” [se trata de san Orencio, obispo de Auch, hermano gemelo de san Lorenzo, según las tradiciones oscenses]. Dichos bailes de labradores, en opinión del Concejo, añadía “poco lucimiento” a las fiestas, “antes bien ocasionan una querella universal a resulta de la falta de criados y otras muchas circunstancias que aquel regocijo popular ocasiona en las familias”. El problema se debatió finalmente el 5 de julio de 1687, acordándose que, ante “los inconvenientes que se siguen en la presente ciudad en salir los mozos en los bailes que se hacen en la fiesta de san Orencio”, el justicia de Huesca y los cuatros jurados votaran en cada caso “si dichos labradores han de salir o no”.
No vuelve a haber noticias sobre danzantes en la documentación municipal durante ciento cincuenta años. Y además, estas noticias de 1663 y 1686 nos muestran, por un lado, que los dances eran entonces una novedad, vista con extrañeza, cuando no con rechazo; y por otro, nos revelan el abierto recelo de las autoridades concejiles hacia tales “bailes”, que traduce en el fondo la hostilidad de la oligarquía urbana hacia un “regocijo popular” que, entre otras cosas, le dejaba sin criados los días de fiesta. Nada que ver, como vemos, con la actitud del Concejo jaqués.
San Lorenzo
Diario del Alto Aragón - Martes 10 de Agosto de 2010 - Pág 8

17 mayo, 2015

Participación en el Festival de Jaca - 1995



El Festival Folklórico de los Pirineos rindió un cálido homenaje a los elementos

Cristina PEREZ

JACA.-  Pasadas las siete y media de la tarde de ayer, tras el aplazamiento obligado en la noche del martes a causa de las precipitaciones de lluvia, la organización del Festival Folklórico de los Pirineos ponía en marcha una de las actuaciones más esperadas por el público: la ceremonia oficial. Este acto fue trasladado al recinto del Pabellón donde se dieron cita cientos de personas para asistir a este acontecimiento emotivo donde se quiso rendir homenaje a los elementos. El sol, la tierra, el agua, las plantas y los animales estaban representados por los participantes de los grupos folklóricos, quienes interpretaron melodías alusivas a los mismos. Después, uno tras otro, se fueron fundiendo en un único sonido que acercaba al público a la música altoaragonésa.
Los grupos fueron pasando con breves actuaciones de unos dos minutos pero que sirvieron para ofrecer una muestra de lo más esencial de su folklóre. Para el público de casa, seguramente, el momento cumbre llegaba cuando la Banda Municipal de Música Santa Orosia de Jaca, los orfeones de Jaca, Sabiñánigo y Berdún, aparecieron en el escenario interpretando el himno del festival, melodía que, por primera vez, cantaban al unísono. También cabe destacar la actuación del grupo de Ballet de Susana Ara Marraco que, un año más, sorprendió al público. Como suele ser habitual, el acto oficial finalizaba con la representación del cartel del festival donde, encabezados por una pareja de ansotanos, se dan la mano todos los grupos que han pasado por el festival. A las once de la noche prosiguieron, en el mismo pabellón, las actuaciones de los grupos previstos de Austria, República Eslovaca, Guatemala, Ukrania, Vietnán y España, con el “Alto Aragón”, de Jaca, y “Xana” de Perlora.

PROGRAMA

Tras el aplazamiento, el martes de la ceremonia oficial, se tuvieron que modificar algunos puntos del programa como el taller de baile “Ven a danzar con nosotros” que no pudo llevarse a cabo ayer. Sin embargo, hoy, jueves, sí que se abre esta página que, al igual que en las dos últimas ediciones, obtendrá un éxito seguro entre el público que se da cita a partir de las siete en la Plaza de Biscós. Continúan las actuaciones de las bandas en el Quiosco del Paseo mientras que en el Palacio de Congresos se podrá disfrutar con la música y el baile de Lituania y Brasil. Las actuaciones en el pabellón del Festival correrá a cargo de los siguientes paises: Alemania, Puerto Rico, Rusia, Turquía, España –con Moncada y Santiago, de Sabiñánigo- y México.
Los pasacalles siguen siendo un punto obligado de los transeúntes, quienes comprueban con mayor proximidad los vestuarios y los detalles de las danzas de los grupos.

MAS DE DOS MIL COMIDAS

 Cuando el Festival se haya despedido de Jaca, en los comedores de la Escuela Militar de Montaña se habrán servido más de veinte mil comidas. A lo largo de esta semana no se repite menú, incluso se ofrecen dietas especiales a vegetarianos o a aquellos que, por otras cuestiones, necesitan un régimen especial. Como datos curiosos, diariamente se sirven más de cuatrocientos litros de agua, tres mil panecillos o cuatro mil piezas de fruta. Para los alojamientos se cuenta también con la colaboración del Ministerio de Educación y el acuartelamiento de la “Victoria”, todos imprescindibles a la hora de poner en marcha el gran organigrama del Festival Folklórico de los Pirineos.
 
  Diario del Alto Aragón con fecha de jueves 3 de agosto de 1995


21 mayo, 2014

El paloteau, un compañero de lujo (2014)

El paloteau, un compañero de lujo en las grandes festividades de Jaca
Ocho danzantes interpretan diecinueve mudanzas en calles y plazas del casco histórico
RICARDO GRASA
JACA.- El dance del paloteau representa un elemento fundamental del folclore en La ciudad de Jaca y en el imaginario colectivo de la actual generación de vecinos. El trucar de los ocho danzantes por calles y plazas del casco histórico, al son del chiflo y el salterio al mostrar una de sus 19 mudanzas, representa una escena que se repite actualmente en la mayor parte de los grandes acontecimientos religiosos y. sin embargo, se trata de una tradición que sufrió distintos altibajos a lo largo de diferentes épocas.
     Según indican desde el Grupo Folklórico Alto Aragón. el año 1922, por una serie de circunstancias, pasó a la historia como “un año de cambio de costumbres en Jaca y eso enriqueció el folclore local con la incorporación del paloeau. Esta especialidad “se sumó al rico muestrario de las tradiciones”, suponiendo una competencia para el dance de castañuelas, ligado a la santa y a sus romeros.
     Hay que destacar que el paloteau de Jaca guarda hoy “algunas coincidencias” con el que se practica en Yebra de Basa (Alto Gállego), puesto que ambos se acompañan de flauta (o chiflo) y un salterio, y su gran día es el de Santa Orosia, fijado el 25 de junio. Sin embargo, existen múltiples diferencias entre ambos, dado que “ni el ritmo, ni la melodía, ni el desarrollo interno del baile son los mismos y además, los dos están perfectamente diferenciados y se consideran como “auténticas joyas”.
     Desde el destacado año 1922, el pa!oteau “se ha bailado ininterrumpidamente” en las calles de Jaca, a excepción de dístintas épocas de La Segunda República y la Guerra Civil, durante los altos treinta; y una etapa de tres o cuatro años, en los setenta. “En los últimos años, se ha ido agregando al grupo gente joven. en algunos casos, hijos de danzantes, que dan unas garantías de continuación”.
     En La actualidad, el dance del paloteau sirve de acompañamiento a diversas solemnidades religiosas como son La procesión del Corpus Christi, la de San lsidro Labrador (celebrada este pasado jueves), el Domingo de Trinidad y el día de San Juan, en víspera de Santa Orosia. Además, está presente en el Festival Folklórico de los Pirineos, las Jornadas de Folklore y los homenajes a los danzantes.
Amplio repertorio
Durante estas fiestas y celebraciones, participa un grupo de ocho danzantes que interpreta sus bailes y sus mudanzas, que se enmarcan en un amplio repertorio, compuesto por 19 temas. Para demostrar que hay cantera de paloteau, Los danzantes salen junto a un grupo infantil, los llamados “repatanes”, que ejecutan con precisión y destreza tan característicos bailes, ante el aplauso de los vecinos.
     Algunas mudanzas poseen nombres muy llamativos, como es el caso de “El Cascadedos” o “El Rompecabezas”, y presentan distintos grados de dificultad. “Unas mudanzas son simples y fácilmente interpretables, mientras se carnina por las calles de la procesión”. explican desde el Grupo Folklórico Alto Aragón, aunque “otras necesitarán el amplio espacio de alguna plazoleta o esquina para poder ser ejecutadas cómodamente y con vistosidad” para que los jaqueses y los visitantes disfruten de su esencia.
     También, existen algunos bailes preparados para ser interpretados solo en la plaza Biscós, al tiempo que se muestran los mantos de Santa Orosia que ceremoniosamente se reúnen, por parte de vecinos y colectivos. Del mismo modo, otras mudanzas se reservan para el momento culminante del festejo, que es cuando se saca la sagrada reliquia de la urna y se muestra con emoción a los devotos.
Indumentaria
Con respecto a la indumentaria de este grupo, podemos destacar que Los danzantes portan la tradicional de la comarca, “sin distinguirse de los que antiguamente se llevaban en el campo de Jaca”. Se compone de calzón y chaleco de pana o terciopelo negro o marrón, faja con estambre azuL o morada, marinetas, medias y camisa blanca. Además, cruzando el pecho, lucen un mantón de seda con flecos atado a un costado; alpargatas miñoneras y por último, un cIavel en la boca, que “les da un aire muy particular”
     En citas pequeñas o de menor importancia que Santa Orosia y el Corpus Christi, no se ve el mantón, sino un pañuelo al estilo del cachirulo. Lo que no varía son los palos, que miden unos 70 centímetros y se componen de senera, una madera muy resistente, o de boj, logrando un sonido más vivo y seco. Se sitúan sujetos a las muñecas con una cinta roja y una pequeña flor de seda con cascabeles.

Diario del Alto Aragón
Domingo, 18 de mayo de 2014