Miércoles
de Cecina:
disfrutando de la música popular
disfrutando de la música popular
“Ya están otra vez estos cansinos…”,
supongo, que pensaría alguno cuando allá en los años 90 sacábamos los
instrumentos (“los trastes”, decíamos) y empezábamos a amenizar, por enésima
vez, sobremesas, viajes en autobús, ratos de espera entre actuación y
actuación… A veces con canciones del propio Grupo Alto Aragón, otras con las
canciones de la tuna que nos habían enseñado David Betrán y Carlos Eíto, otras
veces, con alguna canta del grupo Val d’Echo, o alguna ranchera… Lo que hiciera
falta.
Al poco tiempo llegó al grupo Luis Salesa, con sus gaitas, chiflos y salterios, y se reincorporó, después de varios años, Guzmán Fernández, con su laúd y, más tarde, con el violín. Y con ellos ampliamos el repertorio de las “canciones del pacharán”, como las llamaba alguno.
Tanta afición teníamos que, hace casi 20 años, decidimos juntarnos cada miércoles a aprender y ensayar nuevas piezas fuera del repertorio habitual del Grupo, con el único objetivo de disfrutar de la música y de la buena compañía. Nos empezaron a llamar “Los Miércoles”, por razones obvias. Por estos ensayos, a parte de los habituales –Tebi, Carlos Franco, Guzmán, Luis y yo– pasaban muchos músicos de diferentes procedencias. Entre estos, destacar a María Casorrán, afamada bandurria del Grupo, y que nos estuvo acompañando durante algunos años.
Después de tantos ensayos y de cenas con sobremesas musicales en La Cadiera o en Guasa, en cuyo centro social ensayábamos a menudo, nos lanzamos a hacer actuaciones de “pequeño formato” con público. La primera fue en Borau, en el invierno del 2004. En esta primera actuación nos acompañó Rafa Pérez. Por cierto, Rafa siempre ha sido una pieza importante para “Los Miércoles”, al principio como músico y después como técnico de sonido en algunas actuaciones de más enjundia
Al poco tiempo llegó al grupo Luis Salesa, con sus gaitas, chiflos y salterios, y se reincorporó, después de varios años, Guzmán Fernández, con su laúd y, más tarde, con el violín. Y con ellos ampliamos el repertorio de las “canciones del pacharán”, como las llamaba alguno.
Tanta afición teníamos que, hace casi 20 años, decidimos juntarnos cada miércoles a aprender y ensayar nuevas piezas fuera del repertorio habitual del Grupo, con el único objetivo de disfrutar de la música y de la buena compañía. Nos empezaron a llamar “Los Miércoles”, por razones obvias. Por estos ensayos, a parte de los habituales –Tebi, Carlos Franco, Guzmán, Luis y yo– pasaban muchos músicos de diferentes procedencias. Entre estos, destacar a María Casorrán, afamada bandurria del Grupo, y que nos estuvo acompañando durante algunos años.
Después de tantos ensayos y de cenas con sobremesas musicales en La Cadiera o en Guasa, en cuyo centro social ensayábamos a menudo, nos lanzamos a hacer actuaciones de “pequeño formato” con público. La primera fue en Borau, en el invierno del 2004. En esta primera actuación nos acompañó Rafa Pérez. Por cierto, Rafa siempre ha sido una pieza importante para “Los Miércoles”, al principio como músico y después como técnico de sonido en algunas actuaciones de más enjundia
Fue más o menos por entonces cuando le
pusimos nombre al grupo y, sin pensarlo demasiado, decidimos llamarlo
“Miércoles de Cecina”. De esta manera, a nuestro día de ensayo habitual
le sumábamos nuestra afición gastronómica.
Al poco tiempo, se incorporó al Grupo Alto Aragón Lucía Guillén. No tardamos en convencerla para que se pasara por algún ensayo de los miércoles y cuando le oímos cantar su primera ranchera, casi nos caemos de la silla. ¡Qué maravilla! Ya no la dejamos marchar. Ampliamos el repertorio añadiendo más rancheras y alguna otra canción que se adaptara a su voz. Pronto Lucía convenció a su hermana Ana, otra prodigiosa voz, y los “Miércoles de Cecina” dimos un salto de calidad. En esta época también se unen a los “Miércoles” Eduardo Gil, otra fantástica voz, y Alfredo Larraz, con su bajo, su paciencia y su buen hacer: ¡por fin teníamos partituras y las letras de las canciones ya no las apuntábamos en servilletas de bar…!
Al poco tiempo, se incorporó al Grupo Alto Aragón Lucía Guillén. No tardamos en convencerla para que se pasara por algún ensayo de los miércoles y cuando le oímos cantar su primera ranchera, casi nos caemos de la silla. ¡Qué maravilla! Ya no la dejamos marchar. Ampliamos el repertorio añadiendo más rancheras y alguna otra canción que se adaptara a su voz. Pronto Lucía convenció a su hermana Ana, otra prodigiosa voz, y los “Miércoles de Cecina” dimos un salto de calidad. En esta época también se unen a los “Miércoles” Eduardo Gil, otra fantástica voz, y Alfredo Larraz, con su bajo, su paciencia y su buen hacer: ¡por fin teníamos partituras y las letras de las canciones ya no las apuntábamos en servilletas de bar…!
Desde entonces hasta hoy, los
“Miércoles de Cecina” hemos sumado más de 100 actuaciones en Jaca y su redolada,
hemos tocado varias veces en el Palacio de Congresos, colaboramos en el disco
“Rancheras del Pirineo” y hemos actuado en Francia y en algún festival folk
y ¡hasta hemos ido a Teruel! Incluso nos hemos lanzado a componer: Luis y
Carlos nos han vuelto a sorprender al crear bonitas músicas y letras con
“sabor popular”. Y hemos grabado un disco, “No semos cosa” que salió a
la luz en octubre del 2019. Creo que hemos sabido mantener la filosofía
inicial: nuestra única pretensión es disfrutar de la música popular y hacerlo
pasar bien a quien nos escucha.
Últimamente hemos tenido más incorporaciones: por un lado ese genio de la percusión y de la fiesta, también bailador en el Grupo, Miguel Albertín; por otro lado el cheso José Pérez, voz y guitarrico, una de las voces características del Grupo Val d’Echo, y, finalmente, la gran flautista Ana Barrón (¡ya tenemos a alguien que sabe música!), cuyo padre enseñó a los primeros componentes de la rondalla de Grupo Alto Aragón… Las vueltas que da la vida…. Hasta tenemos algunos “fijos-discontinuos”, como Eloy Bordonaba, de Sinués, o Domingo Hernández - también del Grupo - que con su estupenda voz nos echan una mano allí donde les pedimos.
Últimamente hemos tenido más incorporaciones: por un lado ese genio de la percusión y de la fiesta, también bailador en el Grupo, Miguel Albertín; por otro lado el cheso José Pérez, voz y guitarrico, una de las voces características del Grupo Val d’Echo, y, finalmente, la gran flautista Ana Barrón (¡ya tenemos a alguien que sabe música!), cuyo padre enseñó a los primeros componentes de la rondalla de Grupo Alto Aragón… Las vueltas que da la vida…. Hasta tenemos algunos “fijos-discontinuos”, como Eloy Bordonaba, de Sinués, o Domingo Hernández - también del Grupo - que con su estupenda voz nos echan una mano allí donde les pedimos.
Durante todo este tiempo lo hemos pasado muy bien, la verdad. Y yo creo que
hemos hecho pasar buenos ratos a mucha gente también. No podemos pedir más. Y
seguimos con la misma ilusión y con nuevos proyectos e ideas.
Somos conscientes de que el Grupo Alto Aragón ha sido y es un gran referente para “Miércoles de Cecina”. Y no solo porque, tal y como queda constancia en este artículo, el origen de “Miércoles de Cecina” esté en el Grupo o porque prácticamente todos sigamos vinculados a él de una manera u otra. También porque mucho del bagaje cultural o musical que transmitimos lo hemos vivido y aprendido ahí.
Y si aún hay alguien que aun no nos ha escuchado, no será difícil encontrarnos tocando en Jaca o en algún pueblo cercano. Seguro que a alguno le gusta.
Somos conscientes de que el Grupo Alto Aragón ha sido y es un gran referente para “Miércoles de Cecina”. Y no solo porque, tal y como queda constancia en este artículo, el origen de “Miércoles de Cecina” esté en el Grupo o porque prácticamente todos sigamos vinculados a él de una manera u otra. También porque mucho del bagaje cultural o musical que transmitimos lo hemos vivido y aprendido ahí.
Y si aún hay alguien que aun no nos ha escuchado, no será difícil encontrarnos tocando en Jaca o en algún pueblo cercano. Seguro que a alguno le gusta.
Óscar Tesa
Fotos: Guzmán Fernández
Fotos: Guzmán Fernández
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