El regreso hace tres décadas de una tradición de cuatro siglos
Luisa PUEYO
JACA.- Hace tres décadas que Os Bayladós de Santa Orosia vuelven a acompañar con sus dances de castañuelas la reliquia de la patrona de Jaca en la procesión del 25 de junio. Con ellos regresó una tradición de más de cuatro siglos, recuperada por el Grupo Folklórico Alto Aragón. Los 30 años de consolidación en la fiesta de Os Bayladós ha hecho a este grupo de dance protagonista de una exposición, y del pregón de las próximas fiestas patronales.
La exposición, organizada por el Grupo Folklórico Alto Aragón y coordinada por uno de sus componentes y danzante de Os Bayladós, Julio Laín -uno de los 35 que han formado parte del grupo en estos 30 años-, mostraba textos alusivos a la existencia documentada de este grupo de dance desde principios del siglo XVII. Más en concreto, se indicaba que desde 1623, dos cuadrillas de mozos precedían con sus bailes a la urna con la reliquia de Santa Orosia. Un músico aportaba la melodía del chiflo y el ritmo del salterio, que reforzaban los danzantes con el repicar de sus castañuelas. “Con sus pulgarillas y cascaveladas, y galas blancas… vestidos de blanco y ceñidos con ricas vandas (sic) vistosas ligas y cubiertos con bonetes montañeses”, así se describe la imagen de aquellos primeros Bayladós.
Se explicaba asimismo que durante los siglos XVII y XVIII son dos los grupos de danzantes que bailan en los festejos de Santa Orosia. Uno estaría organizado por los labradores, agrupados en gremios y cofradías, y otro, por los pelaires u oficiales, lo que supone una imitación de la actual dualidad labradores-artesanos.
En el siglo XVIII, Alavés y La Sala (1702) repiten la descripción de la indumentaria de los danzantes y añaden que van “guarnecidos de curiosas lazadas y preciosas joyas, y calçados unos como borceguíes encascabelados, tañendo diestros las pulgarillas”.
A mediados del XIX uno de los grupos desapareció de la fiesta y el otro fue aguantando hasta 1921. Al año siguiente se suprimió el dance de castañuelas, y fue sustituido por el palotiau. “Se adoptaron “algunas formas y sonidos” del modelo de Yebra, pero el de Jaca “muy pronto se convirtió en algo singular y original dentro del panorama del dance aragonés”.
El grupo es parte relevante en todas las celebraciones de la patrona de Jaca
Dos fueron las tentativas de recobrar a los danzantes de castañuelas antes de que, por fin, el Grupo Alto Aragón, tuviera éxito en esta empresa. La primera ocasión fue en 1942, y supuso por primera vez la participación conjunta del dance de castañuelas y el palotiau. El intento tuvo poco recorrido, 3 ó 4 años, si bien invitó a refrescar la memoria sobre estos bailadores. La segunda intentona, dos décadas después, fue todavía menos exitosa: aunque una fotografía deja constancia de la formación del grupo, éste no llegó a salir en la procesión.
El reto para los componentes del Grupo Folklórico Alto Aragón que en 1978 decidieron indagar en esta tradición estaba claro: había que hurgar en toda suerte de fuentes documentales y, a ser posible, dar con testimonios de quienes conocieron, y no habían olvidado, el dance de castañuelas. A ello les animaba, con palabras y la aportación de valiosas pistas, el entonces canónigo archivero de la Catedral, Juan Francisco Aznárez. Un año después Os Bayladós regresaban a la fiesta. Desde entonces son fieles a esta cita, a la que acuden ataviados con calzón y chaquetilla de piqué blanco “adornados con galones polícromos y pasamanería de seda y oro”. Llevan “cascabeles en los antebrazos y al lado de las aberturas de los calzones” y “camisa blanca con cuello de tirilla, marinetas y medias blancas, fajas de estambre de color azul o rojo, mantón de seda recogido en bandas atado a un costado, alpargatas miñoneras y un clavel en la boca. En las piernas, ligas decoradas con curiosos bordados y en la cabeza, un bonete montañés profusamente adornado, a la manera como lo describen los documentos del siglo XVIII”.
Retomar este dance supuso también revitalizar los instrumentos con que se interpreta, el chiflo o flauta de tres agujeros -lo que permite tocarla con una sola mano- para la melodía y el salterio, o tambor de cuerdas, con que el mismo músico marca el ritmo. El modelo a partir del cual se han construido los actuales salterios es el viejo instrumento, de fecha desconocida y perteneciente a la Real Hermandad de Santa Orosia, custodiado en la Catedral. Las castañuelas son copia de los únicos ejemplares antiguos hallados en Jaca, los de la Huerta Paleta.
En cuanto al repertorio está compuesto por “Las viñetas”, “Mantos”, “Cruceros”, Sinués”, “Romeros”, “Yebra”, “Pulgaretas”, “Vísperas”, “Pedro Gil”, “A Rosa” y “Bayladós”, mudanzas o bailes que “se interpretan de forma continua, sin respiro alguno”, durante la procesión de Santa Orosia.
Os Bayladós son parte relevante en las celebraciones de Santa Orosia en Jaca, tanto en la procesión del día 25, como en el Domingo de la Trinidad y el día de San Juan, fechas en las que acompañan a los romeros. El 24 de junio figuran también en la tradición de la Vigilia de la Patrona, recuperada en 2008, y de gran atractivo porque los dances se desarrollan junto al altar mayor de la Catedral.
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