El 20 de julio, José Ángel manda un SALUDA al alcalde del lugar agradeciendo la acogida. Como se puede observar se cuidaban mucho las relaciones. Esto se sustituiría con el tiempo en una felicitación de Pascuas en Navidad a todos los ayuntamientos o festivales que nos habían contratado durante el año y a alguna organización o persona relevante de años anteriores. En estos días se va José Ángel para hacer “el campamento” en Montelareina (Zamora), previo a la entrada en la Academia General Militar.
La efervescencia política que vive el país, en plena “transición”, tiene su dinámica local. El año pasado (1975) se formó una asociación cultural “MOZALLA”, que entre otras actividades organiza charlas, recitales de música, trae grupos de “teatro independiente” y tiene además su cine-club que proyecta en el salón de actos del Instituto “Domingo Miral”. En esta asociación se hallan integrados, además de mucha otra gente independiente, los militantes de las diversas organizaciones políticas y sindicales aún ilegales, tratando de abrir cauces, de hablar de lo que los medios no hablan y de señalar de forma activa todo lo que las estructuras políticas “oficiales” tratan de ocultar o silenciar.
“MOZALLA”, organiza el 26 de julio una fiesta infantil en “El Paseo Gral. Franco”, consistente en juegos diversos y chocolatada. A esta fiesta se ha invitado para que colabore la Tuna , “La Estudiantina Jacetana ”, que consigue gran éxito como animadora del conjunto y dando cohesión a la fiesta, uniendo las variadas actividades que con los chicos y chicas se realizan en las distintas zonas del parque. Desde el punto de vista de los componentes, fue la Tuna la que llevó el peso de la juerga.
El 19 de junio, Louis Haure, había confirmado nuestra participación en la edición de este año del XIV Festival de los Pirineos. Podemos ir 45 componentes nada menos. Nos manda la lista de grupos y los detalles de los espectáculos.
Nos dice: - “Para el Festival de los Pirineos, llegar a Olorón el sábado 31 de julio a las 10. Salir de Olorón a las 20 horas del domingo o el lunes a las 8 de la mañana (ya podéis imaginar qué elegimos). La actuación será de 25 minutos”.
Había que quedar a las 6 de la mañana en el colegio de “Escolapios” de la Calle Mayor , 42, para cargar el autobús, ver si estábamos todos y salir pitando pues teníamos que subir el puerto y sobre todo pasar los controles de frontera. Lo de cargar el autobús no era en estos momentos una cosa complicada, los instrumentos en sus fundas, el banderín recién estrenado, las bolsas de viaje de cada quien y casi siempre alguna bota o incluso alguna garrafilla de tinto que solíamos compartir con otros grupos en verbenas y sesiones de confraternización que se solían organizar en los lugares de descanso, o mejor de no descanso,
En esta ocasión se presentó el señor Lorenzo Escartín con uno de aquellos autobuses que cuando habíamos ido con el Coro y la Tuna de Escolapios, 15 años antes, ya era viejo. Total, que entre el puerto de Somport, el autobús, las paradas de control en las fronteras y demás entretenimientos, nos costó llegar a Olorón algo más de tres horas. Nos llevó al “Licée”, donde habríamos de dormir, después de presentarnos a la Organización , nos ubicamos para dejar nuestras cosas y una vez vestidos con el traje típico, vuelta al centro de Olorón para hacer un pasacalles.
El señor Lorenzo, en teoría estaba a nuestra disposición, pero no sabemos si por exceso de trabajo o por qué, desapareció del mapa y a la hora de volver al instituto, por no tener medio, fuimos trasladados en un furgón policial, con la natural sorpresa del respetable al oír que del mismo salían alegres canciones mientras se desplazaba.
Ya en el pabellón del festival y debido a que el escenario no era muy grande, se hizo una selección de jota y rondalla subiendo al escenario sólo 25 componentes. En el Grupo, sobre todo en estos tiempos había una tendencia a llamar “los de jota” a los componentes del baile y “los de rondalla” o “la rondalla” a los músicos y cantadores, probablemente por la inercia de épocas anteriores. Con el tiempo, aunque en muchas ocasiones es conveniente ensayar de forma separada, esto se iría diluyendo, ya que gente de rondalla empezaría a bailar y a aprender paloteaos y otros de baile ayudarían tocando algún instrumento (menos habitual) o con la percusión. Hemos aprendido cuatro jotas nuevas que esperamos presentar en Olorón. También se había decidido colaborar con el Festival, no cobrando, pauta que mantendríamos a lo largo de toda nuestra trayectoria en relación con esta organización que sentimos tan próxima.
Se bailaron: Jota de Antillón sin cruzar, Jota de Alcañíz, Jota de Albalate, el Tintán de Bielsa y la Jota Rápida de Zaragoza, acabando con el Cadril de Bielsa.
En Carta a José Ángel en los días siguientes y en tono jocoso, se le cuenta la actuación diciendo que “Javier cantó dos o tres y quedó estupendo, tal es así que los otros grupos no querían salir a actuar de avergonzados que estaban, hasta que se lo pedimos… y siguió el festival”. Evidentemente es una broma exagerando los hechos, pero que denotaba, lo satisfechos que estábamos del repertorio, de la incorporación de Javier y de las novedades que se van introduciendo. También le contábamos: “Llovió mucho el primer día y el segundo nos mojamos con 20 litros de vino tinto que compramos en Langa”.
En Olorón se nos presentó Mr. Lassabe que habría de tener notable influencia en nuestro espectáculo y con el que haríamos una gran amistad, para proponernos ir del 24 al 27 de agosto a dos pueblos de Las Landas y el año que viene posiblemente a Marruecos y Confolens.
El día 11 de agosto de la Secretaría Permanente del Festival nos llega una carta agradeciendo nuestra participación, la calidad de nuestro espectáculo y la simpatía de las chicas y chicos. Además nos esperan en próximas ediciones. Al día siguiente ya estamos contestando agradeciendo nuestra estancia en el Festival.Álvaro
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