Romería
a la Virgen de la Cueva
Mayo mes de romerías por excelencia y entre ellas la de la
Virgen de la Cueva. Si hay alguien que
conoce y vive con intensidad esta Romería es Antonio Laín. Nos ha querido contar curiosidades, anécdotas,
vivencias familiares… Gracias Antonio por tu colaboración.
Pocos conocen lo que han trabajado los componentes de la
Hermandad en este enclave de Oroel.
Nuestro agradecimiento y reconocimiento a todos los que luchan por mantener
vivas las tradiciones de nuestra tierra.
ROMERÍA A
LA VIRGEN DE LA CUEVA
Se acerca la fecha
más esperada por todos los devotos a la romería de la Virgen de la Cueva, el
próximo 22 de mayo, y aunque con gran pesar no se puede celebrar en la ermita,
sí podremos venerarla en el Parador de Oroel.
Con mi mujer, Marité,
llevamos muchos años vinculados a la Romería, junto con los Padres Escolapios, incluso antes de que
se creara la hermandad en 1989. Con
el paso del tiempo, nuestros hijos también han podido disfrutar de esta romería
y además han participado en el festival del Grupo Alto Aragón o el concurso de tortillas de la Peña Enta Deban, que se celebran en el
Parador de Oroel.
Uno de los primeros recuerdos que me vienen a la cabeza es
de verla a ella cantando en el Parador de Oroel, animada por el Grupo Alto
Aragón. En los festivales que estos celebraban alentaban al público a cantar.
Guardamos con gran cariño esta foto de 1979.
Marité sí que vivió la Romería
desde que era pequeña, nacida en ARA,
siendo éste uno de los pueblos que integraban el voto a la Virgen de la Cueva.
Recuerda que la costumbre era subir a la Cueva por primera vez el año que se
hacía la Primera Comunión. También cada año, una casa del pueblo se encargaba
de subir al cura en un macho hasta la ermita. Entonces aún estaba en pie la
casa de cofrades, donde en la planta primera había un comedor propio para el
pueblo de Ara y en la planta baja una cuadra donde resguardar a los animales.
Posteriormente, tras años sin romería y la ausencia de ermitaños en la casa de
los cofrades, esta comenzó a hundirse.
Cuando los Padres Escolapios impulsaron de nuevo la romería,
comenzaron también los años de trabajos de restauración de la ermita. Una
persona muy importante fue el Capellán
de la Hermandad, Ricardo Mur. A
finales de los años 80, aprovechando las losetas del tejado de la casa de los
cofrades, se pavimentó el interior de la ermita y se restauraron las paredes
exteriores.
Curiosa la foto que data de 1994, donde un gran bloque de
conglomerado que había caído presagiaba lo que años más tarde lamentablemente
sucedió.
Ante el peligro que entrañaban las paredes que quedaban en
pie de la casa de los cofrades se realizaron voladuras, no siendo muy
efectivas. Finalmente los restos fueron retirados a mano.
Es cuando quedó todo derribado, en una de las romerías se
planteó levantar una nueva casa de los cofrades. Algo que fue posible gracias a
una subvención de la Diputación General
de Aragón, Comarca de la Jacetania y Ayuntamiento de Jaca, y de los voluntarios que durante 2004-2007
subíamos los fines de semana y festivos para levantarla prácticamente de la
nada.
Como curiosidad, se utilizó un helicóptero para subir los
materiales más pesados y voluminosos. También la Hermandad compró una furgoneta
de tercera o cuarta mano para poder subir a trabajar por la pista de Ordolés, aunque luego quedara una
caminata de 30 minutos a buen paso.
Fueron
años de gran esfuerzo para levantar la casa, lo que hizo que se sintiera con
mayor tristeza los desprendimientos de la ermita hace ya 10 años. Queda el
consuelo de que el altar donde se encontraba la Virgen, así como la fuente de "Los Pechos de la
Virgen" no ha sufrido daños, si bien no es prudente adentrarse en el
interior.
De entre los escombros del derrumbe rescatamos el arco de
entrada a la ermita y parte de la verja,
así como la pileta de agua bendita. Con ello hicimos una nueva hornacina en el
exterior de la casa de los cofrades y junto a ella se colocó la pileta.
Para finalizar, recojo unas de las cantas alusivas a los
ermitaños de la Cueva que se recogen en el libro "En torno a la Virgen de la Cueva", escrito por D. Ricardo Mur.
"El ermitaño de la
Cueva
por beber agua enfermó
y la Virgen le soltó:
¡bebe vino y agua
no!"
"Cuando subas a la
Cueva
lleva llenas las
alforjas,
con chulla, pan y buen
vino,
pa que Madú* coma y
beba"
*Madú es el
apodo cariñoso con el que se conocía al último ermitaño de la Cueva
Antonio
Laín
Publicado en la newsletter del Grupo
"De Capazo", núm 13 (Primer Trim. 2022)
Las negritas son del blog