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31 diciembre, 2019

Tú a Moscú y yo a Nueva York - 1983 - 2020 (y 2)


Completamos la segunda parte del artículo que habla entre otros, de nosotros en aquel memorable y divertido viaje a Nueva York. Me trae buenos recuerdos.
Como despedida de este año 2019, quiero desear lo mejor al Grupo Folk. “Alto Aragón”, pues sin él este blog no tendría sentido. A sus componentes, familiares, colaboradores, seguidores y a todo el mundo que disfruta con el folklore. Que el 2020 llegue pleno de viajes atractivos, de grandes ideas, de proyectos que se irán plasmando con el empuje de tod@s. Que siga la armonía entre los componentes, argamasa fundamental, que lo demás ya irá fluyendo.
Un abrazo a cada un@ de los componentes.

Álvaro



El acto principal en el que iban a participar los grupos musicales era el Desfile de la Hispanidad, previsto para el día 9, pero tal y como aterrizaron en el aeropuerto Kennedy les informaron de su suspensión. Había fallecido el cardenal de Nueva York, nuncio del Papa en Estados Unidos, y el luto oficial impedía su celebración. Así que tenían todo el día para visitar la ciudad.
En el hotel de la calle 44 donde se alojaron, el Mansfield Hotel, los de Jaca compartían estancia con La Come y el Ballet María de Ávila de Zaragoza. Los bailarines tenían una forma espartana de saborear la vida, pero Labordeta, sus músicos y los del Alto Aragón, compartían otra muy distinta. Juntos se fueron a recorrer Manhattan y lo que pudieron: el Empire State, la catedral católica de San Patricio, el Metropolitan, el Rockefeller Center, el Lincoln Center, la calle 42, Broadway, Chinatown...

Viajar con ellos en un vuelo de Spantax es ol-
vidarte de los menús de plástico pues, donde
menos te esperas, sacan sus panes altoara-
goneses, sus longanizas del somontano y las
tortillicas de mamá y, de golpe, se olvida el
tedio de la monotonía de un vuelo aburrido.
Por todos los lados, en cajas perfectamente
clandestinas, salen botellas de vino que cru-
zan el avión en un cerrar de ojos. Y los chistes,
los diretes y los dimes acentúan la bondad de
la humanidad de estas gentes.

José Antonio Labordeta

Al día siguiente comenzaron su gira neoyorquina. Actuaron en el teatro Joyce, junto a Baluarte Aragonés, y en el Essex Country College de Newark, la Bryant School, de Queens, y la Casa de España (clausura) junto a Labordeta y La Come.
Aunque en la mayoría de los conciertos o actuaciones, el público era casi exclusivamente español o hispano, cuando la troupe aragonesa llegó al Essex Country College de Newark, José Antonio se dio cuenta enseguida de que en primera fila había un espectador negro. Por eso, cuando Labordeta recorría las “estrofas de su Arremójate la tripa (Meditaciones de Severino el sordo) y llegó a «los hijos de la María se han marchado a Nueva York, uno trabaja de negro, otro de indio en un salón», el cantautor aragonés cambió sobre la marcha «negro» por «Guanamino». Alguien del Alto Aragón le preguntó después a José Antonio que qué era un Guanamino, y Labordeta le contó el chiste.



De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Enrique Tello, María Jesús Lera, Jesús Lacasta, Mario Garcés, Esther Puértolas, Álvaro Gairín, Julio Laín, Javier Lagunilla, Antonio Gairín, Isabel Moreno, Mamen Millera, María Villarroya, Marta Millán, Joseato Muñoz, Teresa Bescós, Paco Medina, Paco Betés, Labordeta e Iñaki Fernández.

ALMANAQUE DE LOS PIRINEOS / AGOSTO 1975-1985 143


FOLKLORE



La COOME —o La Come, como todo el mundo la nombraba— acompañaba en ocasiones a José Antonio Labordeta y estaba formada entonces por Javier Inglés, Iñaki Fernández, Paco Medina, Juan Carlos Fernández, que luego formaría parte de Ixo Rai, y Ángel Vergara, el último en incorporarse después de haber formado parte  de Os Mosicos das Cambras junto a Joaquín Pardinilla.

          En ese mismo recital, el batería de La Come,.Juan Carlos Fernández, se había dejado las baquetas en el hotel y dos integrantes del Alto Aragón, Máximo Lacasta y Rafael Pérez, registraron el recinto hasta que encontraron dos perchas de madera de las que fácilmente extrajeron dos baquetas para Juanito, que era de Luesia, y merecía atención especial. Todo aquello unió mucho.

          Pero lo mejor estaba por llegar. Para los desplazamientos entre actuaciones usaban un autobús en el que cabían todos. A la parte delantera, más seria, la llamaban Barrio Manhattan, y a la de atrás, donde los somardas se buscaban entre sí, Barrio Chino. En una curva de noventa grados yendo a Queens, el vehículo dio un viraje brusco para incorporarse a la  5ª Avenida y el
contrabajo de Máximo Lacasta, que no tenía por funda más que unos cuantos trozos de espuma de tapizar, salió volando para quedar destrozado sobre el asfalto. El autobús frenó y se hizo un silencio sepulcral, mientras Máximo, el más veterano del grupo, rompía a llorar.
Al día siguiente, Máximo recibió, «emocionado como nunca he visto a
una persona», nos cuenta María Ángeles Rubio, en una actuación memorable en la Casa de España, un nuevo contrabajo gracias al generoso detalle de Mayte Iza, directora general del Instituto Español de Emigración. Se lo dieron a mitad de actuación. Hasta entonces había tocado de prestado el bajo de Iñaki Fernández (La Come), un montisonense enamorado de The Beatles.

Nos fuimos a una tienda de instrumentos y la
directora me pidió que eligiéramos un con-
trabajo para Máximo. Como no tenía ni idea
de contrabajos, después de tocarlos todos
elegí el más caro. Lo peor fue encontrar un
taxi donde entrara ese bicho.

Rafael Pérez

144 ALMANAQUE DE LOS PIRINEOS / AGOSTO 1975-1985


29 diciembre, 2019

Tú a Moscú y yo a Nueva York - 1983 - 2020 (1)

Pirineum Editorial ha elaborado siete almanaques, siendo el de este año 2020 el que parece será el último de la serie. Dedicado a la década 1975-1985 y con su doble vertiente “de almanaque del año entrante y periódico de época”, como dice en la solapilla interior, recoge una amplia variedad de temas. Os lo recomiendo hayáis vivido o no estos años. Lleno de artículos entrañables sobre todo relacionados con nuestras comarcas pirenaicas, con nuestras tradiciones, con los sucesos y hechos relevantes de cada año. Sergio Sánchez, el director de la edición, consideró oportuno recoger en uno de los artículos los viajes que se hicieron a Moscú y Nueva York, por el grupo de San Juan de Plan y el nuestro. Fueron hitos importantes para dos grupos de folklore del Pirineo. Agradecemos a Sergio este artículo, reconociendo que aun habiéndole aportado alguna información y foto, ha conseguido aportar datos que este blog o desconocía o tenía olvidados. Espero que recordéis, espero que disfrutéis.

Álvaro

ALMANAQUE de Los PIRINEOS 2020
1975-1985 AGOSTO
1983     Tú a Moscú y yo a Nueva York
         Los dos grupos de referencia en la recuperación y renacimiento del folklore pirenaico aragonés junto al Grupo Val d'Echo de Pepe Lera y el Biello Sobrarbe de Anchel Conte, a saber: el Corro de Bailes de San Juan de Plan y el Grupo Folklórico Alto Aragón de Jaca han viajado este año a Moscú y Nueva York respectivamente. Los nuestros no entienden de bloqueos. Ni olímpicos, ni mucho menos culturales.


FOLKLORE
En el Joyce Theatre, la «Jota de San Lorenzo» ponía el punto y final a la actuación. Desde su inicio, el público se levantó entregado, aplaudiendo hasta que terminó la pieza. En Queens se presentó una señora oriunda de Ansó, que contempló con lágrimas en los ojos la jota de su pueblo; y en Essex llegaron dos periodistas de Montreal, una de ellas nacida en Teruel, que también pudo disfrutar de su jota.

Los hijos de la María, a Nueva York
La invitación llegó de la mano del Ministerio de Asuntos Exteriores, que quería celebrar la Semana Española en Nueva York en torno al 12 de octubre, Día de la Hispanidad. La DGA socialista, recién constituida, seleccionó inmediatamente para representar a Aragón a José Antonio Labordeta y La Come (Cooperativa Musical del Ebro) y, seguramente a sugerencia suya, al Grupo Folklórico Alto Aragón de Jaca, fundado en 1975, por el que José Antonio sentía devoción.

Los vi por primera vez en la plaza de Villanúa
y de golpe me di cuenta de que tenía ante
mis ojos al grupo más importante del folklo-
re aragonés. Fue magistral su actuación sin
ninguna teatralidad, sin latiguillos ni pedan-
terías, y desde aquel día pensé que cuando
alguien me pidiese un grupo folklórico, daría
su nombre. |

José Antonio Labordeta

Los chavales de Jaca y su redolada ya habían viajado a Dinamarca en 1980, donde obtuvieron la Rosa de Plata —segundo puesto— en un concurso internacional de folklore en Copenhague. Aquel año editaron su primer disco (long play y casete), En recuerdo a unos valles, grabado en la Belter en Barcelona (en Zaragoza), pero acompañar a Labordeta con todos los gastos pagados era poner una pica en Flandes. «Es que nosotros nos sabíamos sus canciones»

El viaje a Nueva York con las gentes del Alto
Aragón fue la reafirmación de mis sospechas.
(...) cuando los ves en el escenario, bajo las
luces, en un ambiente tan distinto y lejano,
calas hasta el fondo la hondura de todos sus
dances. El Grupo Alto Aragón tiene la hermo-
sura de que recorre Aragón de norte a sur y
de este a oeste; que no se queda en un rin-
cón tan solo ni tampoco se basa en esas jotas
zaragozanas tan manidas y manipuladas que
están más cerca del folklorismo para turistas
que en un folklore hondo y sincero; visten
con elegancia todos sus Numerosos trajes y
con enorme respeto por las tradiciones de
cada lugar que interpretan. Cuando uno sale
de un espectáculo de ellos tiene una visión
clara y sincera de cómo fue el baile, el dance
y el canto de estas tierras aragonesas.

José Antonio Labordeta

El programa aragonés se completaba con varias conferencias impartidas, entre otros por Guillermo Fatás, José Carlos Mainer, Fernando Biarge o Ildefonso Manuel Gil, qué impartiría la charla de clausura. También actuaron los profesores Jorge Fresno y José Luis González Uriol, y el grupo Baluarte Aragonés.

142 ALMANAQUE DE LOS PIRINEOS / AGOSTO 1975-1985



16 marzo, 2013

Querido Labordeta - Joaquín Carbonell


Puesto así, podría ser el anuncio de algún concierto o actuación de ambos cantautores en cualquier lugar, próximo o lejano de los innumerables que realizaron a lo largo de su dilatado recorrido. “Querido Labordeta”, es en esta ocasión el título del libro biográfico que escribe Joaquín Carbonell, el que fuera su alumno en los tiempos del Colegio San Pablo de Teruel, pero sobre todo compañero en tantas actuaciones y por encima de todo amigo intemporal, que a pesar de algún breve distanciamiento se mantuvo a lo largo de los años, afianzando su amistad y permaneciendo muy cerca hasta su fallecimiento.
Traigo a este blog este libro para citarlo y publi-citarlo (por qué no), por lo que nos ayudó su protagonista, lo que compartimos y sobre todo por que nos honró con su amistad.
           Leerlo ha supuesto una remembranza de tantas cosas. Personajes, lugares y sucesos, los veo próximos, muchos por haber sido figuras muy conocidas de la cultura, del aragonesismo o de la canción. Unas pocas por haberlas tratado personalmente e incluso por haber hecho amistad con ellas y compartido vivencias o viajes.
           Su vida fue tan activa, variada e intensa, que el número de personas, relaciones y lugares es casi interminable. Aún así a nuestro Grupo se le cita en el libro, lo que siendo prácticamente irrelevante dentro del conjunto, nos enorgullece que quede constancia de que compartimos medios de transporte, escenarios además de anécdotas y diversiones.
Diseño de portada, Estudio Ediciones B
Imagen de portada basada en la fotografía de Ángel de Castro

“El Ministerio de Asuntos Exteriores se dirigió al recién nombrado consejero de Cultura para proponerle un viaje a Nueva York. Para el Pilar, una embajada de buena voluntad y mejor disposición se embarcó en una gran nave alada, rumbo a la ciudad de los rascacielos. Labordeta fue uno de los seleccionados para llevar hasta allí las esencias originales y autóctonas de una tierra llamada Aragón. A Labordeta le acompañaron los grupos Alto Aragón, de Jaca y Baluarte Aragonés, referencias indispensables de nuestro brío y nuestra jota.” (pág. 265)

“José Antonio y su banda accedieron encantados, como una invitación a disfrutar de unas vacaciones en la ciudad más importante del mundo. Los chicos del Alto Aragón lo recuerdan así: “Sería un viaje con José Antonio Labordeta y su grupo de músicos, y por si fuera poco, los gastos a cargo de la DGA. Por aquél entonces Labordeta ya era famoso en Aragón, y nosotros nos conocíamos casi todas sus canciones, además ya habíamos realizado una actuación en el Colegio Mayor San Juan Evangelista de Madrid con ellos y posteriormente efectuaríamos una gira por Marruecos, también los dos grupos”.
Se daba la circunstancia de que en esa agrupación folclórica había un joven Mario Garcés, que con el tiempo, en 2011, alcanzaría el grado de Consejero de Economía en el Gobierno de Aragón, con el PP, con doña Fernanda Rudi como presidenta. El consejero puede presumir de haber acompañado con su bandurria a Labordeta en Nueva York…” (págs. 266-267)

“Javier Inglés recuerda que la estancia fue muy placentera y divertida, sin apenas compromisos, con tiempo para ver la ciudad y en un ambiente de franca camaradería con los integrantes del grupo Alto Aragón: “A los conciertos venían casi exclusivamente españoles. Pero una vez dimos uno en una universidad, en el salón de actos del Essex Country College de Newark, y en primera fila había un negro, un espectador negro. Labordeta emprendió el Arremójate la tripa, que como sabes tiene una estrofa que dice “Los hijos de la Miguela se han ido a la emigración, / uno trabaja de negro y otro de indio en un salón”. Al llegar a esa estrofa, José Antonio se dio cuenta de que esa expresión podía molestar al espectador de primera fila y echó mano sobre la marcha de un chiste que nos contaba a menudo: el de dos cazadores que presumen de sus hazañas; uno caza leones y el otro confiesa que caza “una cosa pequeña y negra, un wanamino”. “¿Qué es un wanamino?”, le pregunto el primero. “Un bicho que cuando le fui a disparar me dijo: “¡Wana, a mí no, a mí no!” Labordeta soltó sobre la marcha: “Uno trabaja de wanamino y el otro de indio en un salón”. Los músicos casi se pararon de la impresión”. (pág. 267)

Si Javier Inglés dice que “la estancia fue muy placentera y divertida" y hubo “un ambiente de franca camaradería”, casi podría asegurar que nosotros, los componentes del Grupo lo vivimos del mismo modo. Si no recuerdo mal, en el hotel de la calle 44 coincidimos el Ballet de María de Ávila, los de La COME y nuestro Grupo. Como l@s componentes del Ballet de María de Ávila eran disciplinados, ordenados y por supuesto se cuidaban muchísimo, nosotros hicimos especial amistad con los de La COME, con los que coincidíamos en horarios y aficiones. La COME, como los llamábamos nosotros, aunque al parecer el nombre correcto era La COOME (como la llamaba Labordeta, con dos oes (pág. 272)), era La Cooperativa Musical del Ebro y era el grupo de músicos que le acompañaban. Por lo menos para mí eran cinco, aunque leyendo el libro, Javier Inglés ya acompañaba a José Antonio desde 1979 como técnico de sonido y en estos viajes y unos cuantos años después siguió haciendo este trabajo. Así pues eran además de Javier, Iñaki Fernández, Paco Medina, Juan Carlos Fernández y Ángel Vergara.
Iñaki, de Monzón, tocaba el bajo eléctrico, (seguramente junto a Paco M. eran los que llevaban más tiempo) y era un enamorado de los Beatles. Siempre que tenía ocasión tocaba alguna canción de este grupo y por supuesto sabía cantidad de datos y anécdotas de los mismos. Nos invitaron a hacer un recorrido turístico por Manhatan y entre otros lugares pasamos frente al edificio Dakota, lugar donde se había filmado la película “La semilla del diablo” entre otras, pero también en cuya puerta habían asesinado a John Lennon tres años antes y que Iñaki nos citó con rapidez.
Paco Medina, guitarra, ya acompañaba a José Antonio con Luis Fatás y Pedro Savirón, habiendo participado en la grabación del disco “Las cuatro estaciones” y gran número de recitales.
Juan Carlos, Juanito para los próximos y desde entonces para nosotros era el batería, nacido en Luesia, era sin duda el más jovial y divertido. Después formaría parte del grupo IXO RAI. Según el libro su voz empastaba muy bien con la de Labordeta (pág. 262) y solía conducir la furgoneta cuando estuvo con ellos (pág. 291)
Ángel Vergara, era al parecer el último que se había incorporado con una gran habilidad para todo tipo de instrumentos de viento, sobre todo, flautas, dulzaina, gaita de boto, pero también acordeón y otros instrumentos. Es el que más he visto desde aquellas fechas, “haciendo bolos” hasta la actualidad, acompañando a cabezudos, en mercadillos medievales, formando parte de “Os músicos das cambras”, representando un espectáculo llamado “Falordias y Juglares”, en fin, siempre ligado a la música, al espectáculo y con un trato muy agradable y amistoso desde que coincidimos en esos viajes.
Os recomiendo su lectura a pesar de su grosor, sobre todo si érais jovencit@s en los 70.

Datos del libro – 501 páginas
1ª edición: septiembre 2012
© 2012 Joaquín Carbonell
© Ediciones B,S.A., 2012
Consell de Cent, 425-427 08009 Barcelona (España)

Álvaro