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13 junio, 2019

El Grupo colabora en el estudio de las campanas - 1982



En distintas ocasiones hemos traído al blog el tema de las campanas y como decíamos en la entrada anterior ya se recogió un amplio trabajo en el disco Calandrias (1999). Si alguien quiere profundizar, hay una exhaustiva información en un documento de la página web CAMPANERS. En ella D. Françesc Llop i Bayó, (Valencia 1951) antropólogo y estudioso del tema explica cuidadosa y largamente todo lo relacionado con las campanas de la Catedral de Jaca, sus protagonistas y colaboradores. Cita al doctor Dumas de la entrada anterior, ya que el artículo lo guardaba Dª Concha del Cacho, "la campanera" y va intercalando explicaciones bien documentadas con entrevistas y datos. Es un placer leerlo. Aquí el link del documento. http://campaners.com/php/textos.php?text=1027  
Como se ve, lo encabeza con una de sus últimas visitas a Jaca por este tema en la que entró en contacto con el Grupo, que colaboró con sus objetivos.

Álvaro


Jaca - (Jacetania)

Los toques de campanas de la catedral de Jaca constituían uno de los sistemas más coherentes de todos los recogidos en Aragón. Sus características, ciertamente peculiares, que iban desde la organización familiar de los campaneros, herencia matrilineal transmitida a modo de las casas altoaragonesas, hasta las técnicas empleadas, sugieren una influencia que pudiera proceder de más allá de los Pirineos; no en vano Jaca se halla en una de las vías del Camino de Santiago. Sus toques más destacados han desaparecido por falta de apoyos institucionales a la familia de campaneros y por una desdichada restauración que impide o dificulta el uso de las campanas catedralicias.
CONCHA DEL CACHO, CC, la campanera, fué entrevistada entre otras ocasiones el 17 de noviembre de 1974, el 29 de junio de 1976, el 19 y 20 de marzo de 1977, en octubre de 1980 para el programa Documental de R.N.E., el 1 y 2 de setiembre de 1982. Hablamos con su hijo JESUS LALAGUNA DEL CACHO, JL, en Zaragoza el 26 de noviembre de 1983. También charlamos con varios jardineros del Ayuntamiento, VV, cuyos nombres no recogimos, que bandeaban las campanas el 22 de junio de 1973. Es preciso recordar no solamente la amabilidad proporcionada por nuestra principal informante y su familia, sino la ayuda económica del Ayuntamiento de Jaca destinada a la recogida de datos en setiembre de 1982, así como la intensa colaboración del grupo folklórico Alto Aragón, en especial de SANTIAGO CALONGE y ANTONIO GAIRIN, que me acompañaron a la torre, prestándome igualmente su local social para entrevistar y recoger algunos toques de la campanera.
Un acontecimiento extraordinario marcó la vida de nuestra informante: CONCHA DEL CACHO fué elegida Reina por un Día, en un famoso y emotivo programa de la Televisión Española, en 1965. Aquel viaje a Barcelona y su efímera aparición ante las pantallas decidieron una referencia vital imposible de obviar. Aquella pasajera aventura televisiva generó numerosísimas publicaciones, parte de las cuales aÚn conserva la principal protagonista, que apenas sirven para conocer y comprender uno de los más complejos, eficaces y organizados sistemas de toques de campanas en Aragón.
AGUSTIN LALAGUNA ESTUA, el sacristán de la Catedral, era el Único hijo de una familia dedicada a servir en la iglesia matriz, con ocupaciones específicas segÚn el sexo y la edad de los diversos miembros. Dice el DR. DUMAS, (1949:1), en un artículo, cuya copia mecanografiada y corregida conserva la campanera:
Ya estoy frente a este buen hombre que es el campanero, Sacristán, macero, marido de Concepción del Cacho,...
Los resaltados y negritas son del blog

11 junio, 2019

Campanas de la Catedral de Jaca en 1949



En el disco “Calandrias”, nuestro tercer disco grabado en 1999, se adjuntó amplia información sobre los campaneros de la Catedral de Jaca, D. Agustín Lalaguna y Dª Concha del Cacho. También sobre las campanas y sus toques.
En el Periódico “Ayer y hoy”, que se publicó en Jaca en 1949 sólo durante unos meses, encontramos ya un interesante artículo relacionado con el tema. Su director Francisco Dumas Laclaustra, que habría de formar parte de Radio Jaca-La Voz del Pirineo (véase el blog de Jorge Ochando http://recuerdosdejaca.blogspot.com/2012/12/pioneros-deradio-jaca-la-vozdel-pirineo.html) escribe un artículo sobre el tema que aunque parece un poco largo lo hemos encontrado de interés.
A cada publicación la llamó fascículo y éste número 7 tenía 8 páginas, normalmente fueron de cuatro. La numeración de las páginas se continuaba con cada número siendo la primera de éste la 51.

Álvaro

Ayer y hoy 1949 Abril Fasc 7 Págs. 51 (Portada) y 58


Suenan las campanas

Cesó su ayuno. Se entonó el Aleluya, y volvieron a ser volteadas diciendo al mundo católico, luego de su elocuente  silencio de tres días, que el Señor hablía resucitado. Y  al ser así, al constituir un hecho gratísimo, el más trascendente de la semana, me vi impulsado a escribir un Sencillo reportaje sobre nuestras campanas catedralicias, labor un tanto costosa, que es preciso, para llegar a ellas, ascender más que un piloto y por escaleras en las que si uno da el resbalón que cualquiera da en la vida, ésta acaba en aquel instante. Ya gané las alturas. Ya estoy frente a este buen hombre que es el Campanero, Sacristán, Macero, marido de Concepción del Cacho, padre de dos chiquillos, y que se llama Agustín Lalaguna, el que se dispone a servirme de explicador.
Me asomo a la ventana quc da sobre la lonja mayor y ante el fantástico panorama que se domina, pienso en una galería a la que pudiendo subir con más seguridades y comodidad, se la podría explotar cual a una Giralda o  Torre Eiffel en pequeño.
Están allí de obras, aunque más que de Monumento Naicional parecen de abadia de pueblo chico. Y eso que las paredes que forman el ángulo a ambas plazas. están separadas hasta dejar paso a la luz y las maderas, podridas y amenazadoras de hundimiento.
Comenzamos la conversación, presente la actual campanera, que es hoy la encargada de los toques.
La familia de Agustín, se pierde en la noche de los tiempos. Recuerda que, (agarrarse) la madre de su bisabuela, ya hablaba de haber vivido allí su abuela (seis generaciones antes), según la abuela última contaba. Vamos, algo así como de tiempos de Matusalén. Y eso, que los aires de altura les probaron bien, ya que su bisabuela Babila Tabares, sobrina de un Arcediano de esta Catedral murió a los 70 años; la abuela de 76; el abuelo de 81, y la madre, de 80: total y entre cuatro, tres siglos y pico. Agustín, está dispuesto a mejorar la marca. Asi sea.
Hay tres campanas. Se llaman, «Santa Agueda»; «Santa Orosia» y «Santa Petra Josefa». La primera, lleva la fecha de 1790. La segunda.1894 y la tercera, l885. Esta que es la «de fuego», no se tañe ya, cuando hay siniestro, por estar la de la cárcel (Torre de la Cárcel) y las sirenas que lo avisan.
Hay que jugarse la vida, si quiere uno ver la de «la agonía», llamada así, impropiamente, por que suena 1úgubre y pausada, cuando alguien ha muerto. Y cuando veo por donde hay que pasar pura llegar a ella, pienso que Agustín, no realizará su sueño de mejora de marcas como se descuide.
Y si he dicho que impropiamente se llama de «la agonía», he dicho mal, ya
que agonía causa el paso de la muerte, hasta alcanzar aquella.
Otra escalera, pendiente sí, pero más segurita (sic), conduce a otras tres campanas, habiendo de ir con gran precaución por el paso, y por el piso; pues a poco peso, uno se pasa y para siempre reposa. Dos de ellas, las que tocan «a mortijuelo», o muerte de un párvulo, y que, como los tiempos andan tan mal, si antes daban los cuartos y las medias, ahora, no dan ni la hora, aunque ésto lo hacía la tercera, que está como el reloj, más parada que un sin trabajo. El cronómetro, del año de la abuela de la bisabuela de Agustín, lo quiso arreglar un aficionado, pero, se le acabó la cuerda —un cable de diferencial que hacía falta ser un Hércules para enrollarlo— y se acabó, a has 10,38, de un día o noche ya lejanos. Total, que, de dos relojes que lucen sus esferas, en la fachada de la Catedral, uno con sus saetas más vistosos que las que se cantaron al paso de las procesiones, y otro de sol, nos quedamos a la luna de Valcncia.
Y vamos con la faena de los toques, que hay cuerda abundante. Ellos se realizan desde un pasillo obscuro y pequeño. donde hay un banco ms sólido que el de España, aunque con sus patas atacadas por la carcoma, y con un pequeño respaldo; y ahí, sentado… al aire, él, ahora ella, la campanera, cogiendo las siete cuerdas correspondientes a las citadas campanas, unas, arrolladas en las manos y otras a manera de estribos en los piés, y así, como tejiendo un encaje sin palillos, suenan las campanas, unas veces tocando a Gloria, otras tocando a muerto; bien llamando a coro, o llamando a los perdidos, en la mejor acepción de la palabra.
Los toques, comienzan a la salida del sol. Hay toques de 1ª y 2ª clases; toques de claustro; de «Salvátor»; de la Consagración; de mediodia; de «vexilla regis»; de llamada a coro, con repique de «campanetas». Los toques tienen cambio de horas de Santa Cruz de Mayo, a Santa Cruz de Septiembre; y el toque de «los perdidos» que antes se tocaba dando media vuelta a la campana, y ahora, solo con la cuerda; en invierno, a las ocho, ocho y media y nueve. En fin, los hay a maitines y a laudes; a muerto y a «mortijuelo», más el de la agonía, tócanse para hombres y mujeres 10 y 11 campanadas por dos veces. Para los sacerdotes tres, para los canónigos cuatro, y para el Dean cinco. Para las monjas 10 campanadas tres veces. De ello, tal vez puedan hablar tanto o más los vecinos, hasta que la costumbre se los haga indiferentes.
Y viendo que el empleo es de gran altura y de muchas «campanillas», mc atrevo a preguntar: ¿y de sueldo? Agustín, con su sonrisa habitual, me contesta: de 82 reales (20’5 pts= 0’12 €), hasta el año 1912, fecha que aún conoció mi abuelo así como el aumento a 50 pesetas (0’30 €) mensuales. De Sacristán, percibe seis al día más derechos de arancel y propinas, en entierros, bautizos, y bodas. Ello unido a un piso bien ventilado y con magníficas, aunque no es para tener un «haiga» (popularmente, coche largo americano), si para ir viviendo y tañendo, y corno los alimentos están por las nubes, el los podrá alcanzar más fácilmente que los que nos «arrastramos» a sus piés. Lleva 28 años de Sacristán y piensa serlo con las cifras al revés, en cuanto a los años, no, en cuanto a las pesetas diarias… Me intereso por algo que ha llamado mi atención alguna vez: la banderita blanca que ondea sola, próxima a la torre, y me alegro de preguntar su significado, porque tiene un poquito de curiosa, interesante historia.

El Romero mayor de Santa Orosia, compra el paño, la víspera de Jueves Santo, y se deposita en el Sagrario del Monumento del primer templo, sobre los corporales, y encima del paño, el Copón con la Sagrada Forma. Allí permanece hasta el día siguiente, que, una vez vacío el sagrado lugar, se lleva el Sacristán para guardarlo hasta el 3 de mayo, festividad (le la Santa Cruz.
Dicho paño, de lienzo recio, blanco, mide un metro por setenta centímetros. aunque por la distancia que de él nos separa, lo apreciamos bastante más pequeño. En el día antes señalado, al amanecer, acuden con el Romero Mayor, otros cinco, junto con el albañil señor Piedrafita, los que, en Unión del Sacristán, luego de cortar un trozo del paño para dejarle dos puntas, suben al campanario, el albañil, cambia el del año anterior por el nuevo, y del trozo sobrante, se hacen tantos como los presentes, repartiéndolos. Y allá, arriba, viene el desayuno de anís y torta, dejando la nueva «veleta» colocada para «ahuyentar las malas nubes».
Para lograr evitar ese peligro, se toca, también, «a nuble». Antes, no hace mucho tiempo, luego del toque, si la tormenta descargaba furiosa, se exponía a Santa Orosia en la lonja mayor, sacándola de su altar con el Sacristán de la Hermandad, el portero y los serenos, más el capellán de Santa Orosia; esto, si era de noche. De día, además de los
fijos e indispensables, algunos vecinos que se prestaban gustosos a 1a ayuda. Ahora, sólo se dan los toques.
Y oído lo dicho, vuelvo a descender hasta la normalidad, luego de un rato pasado más cerca del cielo, y junto a las campanas cuyos sonidos al cielo llegan.

DUMAS
Los paréntesis son del blog

Documento PDF de la http://bibliotecavirtual.aragon.es