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18 septiembre, 2015

Mural aparecido en Bolea - 2015



LOS  DANZANTES  DE  BOLEA ( I )

Durante este verano hemos recibido con gran entusiasmo y alegría la aparición en la localidad de Bolea de unas sorprendentes imágenes de  unos danzantes, presumiblemente de esta localidad y que seguramente constituyen la manifestación gráfica más antigua que se conoce de dances en todo Aragón. 

Imagen general antes de la restauración final.

Este hallazgo, del que fui testigo en los primeros momentos, se produjo en una casa particular de Bolea, sobre un soporte de madera que su dueño decidió restaurar y darlo a conocer este verano. Todo apunta a que se trata de una obra del siglo XVIII o tal vez de finales del XVII. La noticia del hallazgo se publicó en el especial del día de san Lorenzo del Diario del Alto Aragón, gracias a Mª Antonia Buisán Chaves, la autora del artículo.
La imagen de estos danzantes forma parte de una composición en la que aparece dibujada una procesión por las calles de la localidad. La escena se dibujó en la puerta de un antiguo armario de pared y durante siglos permaneció encalada y oculta con una gruesa capa de cal, hasta que finalmente ha salido a la luz. Sus dimensiones: 60x40 aprox. El estilo del dibujo es de líneas muy sencillas, pareciendo infantil o realizado por persona de poca destreza. De algún modo semeja una pintura naïf.
Todavía se aprecia en ella otra particularidad que la hace más interesante, la de que los dibujos de los personajes no están dibujados sobre la tabla, sino que lo están sobre un papel que posteriormente se recortó y pegó en el emplazamiento correspondiente. Se trata, pues, de una especie de collage del siglo XVIII.
Aparecen cuatro danzantes: el mayoral, dos que danzan y el músico.
El mayoral viste calzón corto y sobre él, una pequeña saya en la que se aprecian dibujos de complicados bordados. En la parte superior, lleva una chaquetilla con dibujos y sobre la cabeza un antiguo sombrero negro, propio de los siglos XVII y XVIII. En la mano, como distintivo del cargo, porta un palo del que cuelgan unas cintas. Va a la cabeza de la procesión.
Mayoral y danzantes
         Tras el mayoral aparecen dos danzantes. Están bailando y portan sendas espadas en la mano derecha y unas pequeñas dagas, en la izquierda. Idéntico, a este respecto, a los danzantes de san Lorenzo de Huesca. Van vestidos como el mayoral,  pero con un tocado en la cabeza muy diferente y desconocido en nuestros días; a la manera de una visera de la que sobresale un penacho negro. El pelo aparece recogido en una curiosa redecilla rematada en borla, muy de la época. De las sayas destacan los bordados, que están dibujados con detalle; así como los realizados en las medias que semejan estrellas. No se aprecian cascabeles.
Por último, aparece el músico. Una auténtica sorpresa para todos nosotros, pues se trata de un tañedor de flauta y salterio. Aparece en último lugar y se aprecian claramente los instrumentos que toca en ese momento, aunque la simplicidad de los trazos impide conocer mucho sobre ellos. La flauta, por ejemplo, es una simple línea recta, pero en el salterio se distinguen claramente cuatro cuerdas. 
Como se puede observar, una auténtica golosina para los amantes del folclore aragonés. Principalmente para los jacetanos, por la figura del músico tocando la flauta y el salterio con los que nos sentimos tan identificados.

El estudio de toda la composición artística se escapa de este breve artículo, pues da para muchos más, pero nos acercaremos a ella un poco más en posteriores entradas de este blog.

 Manuel Tomeo Turón