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26 julio, 2019

Jotas en la Universidad de verano - 1949




Esta es la tercera y última entrada extraída del periódico Ayer y Hoy que se publicó en Jaca en 1949. Este periódico de efímero recorrido, sacó al parecer unos veintiséis números, que llamaba fascículos. El Gobierno de Aragón a través de la Biblioteca Virtual de Aragón (bibliotecavirtual.aragon.es), con amplios y variados fondos documentales, a quien agradecemos, pone a disposición del público diecinueve de ellos, supongo todos los conseguidos. En la sección Notas Semanales cita una actuación de la rondalla local con una pareja de cantadores y parece que otra de bailadores en la residencia de la Universidad de Verano. Por los apellidos parecen todos jacetanos. El comienzo de algunos de nosotros estuvo ligado a las clases que Maribel López Turrao daba a los alumnos extranjeros en el 74. Luego fuimos en distintas ocasiones a bailar en varios finales del curso veraniego. Esta cita del 49 conecta el interés de la Universidad por mostrar nuestro folklore (que evidentemente mantuvo en el tiempo de una u otra forma) con nuestros inseguros punta-tacón que serían los primeros pasos de un recorrido que llega a nuestros días.

Álvaro


 Rondalla Oroel

La Rondalla Oroel, con la pareja de cantadores de Jota, señorita Izárbez y Seral, y los bailadores señorita Villacampa y Esteban actuaron la semana pasada en la Residencia universitaria.
Hace dos años que el cronista apuntó la idea muy bien acogida por el Magnífico Rector, de que los extranjeros pudieran conocer, saborear y aplaudir nuestro sin par cante regional, pero, el no contar con un cuadro completo y fácil de traslado a Jaca ha hecho que tal festejo no haya podido tener lugar hasta este año.
Era realmente desdichado, que los estudiantes que aquí están un par de meses, se ausentaran sin llevarse la impresión que nuestro baile y canto joteros producen. En el salón de actos y ante catedráticos y alumnos, la rondalla interpretó unas composiciones musicales que fueron muy aplaudidas.
Y los elementos todos que componían el conjunto, vestían el traje aragonés.
No hay que decir, las ovaciones que se tributaron a las dos parejas dichas. Cada una en su género se ganan bien merecidos aplausos, quedando una gratísima impresión en los estudiantes extranjeros.
Es de esperar que el acto se repita ya anualmente.

Periódico jacetano Ayer y Hoy Fasc. XXVI, pág. 137



01 julio, 2019

Paloteao en Hotel La Paz - 1949



El periódico AYER Y HOY dirigido por D. Francisco Dumas e impreso en Imprenta Francisco Raro, contenía una sección titulada Historia jacetana de ayer y hoy. En ella se recogen pequeñas reseñas o anécdotas sucedidas en Jaca en 1899, 1924 y 1949, el año de la publicación. En su número XI, que el periódico llama fascículo y que es el tercero de mayo, hay una pequeña crónica sobre la celebración de San Isidro que este año cae en domingo. No cita  que en la procesión fuera el paloteao, como en casi todos los años que yo recuerdo,  aunque deduzco que pudo participar porque en otra pequeña reseña cita que  actúa para un grupo de peregrinos en el Hotel La Paz.

Álvaro



Historia jacetana de ayer y hoy 1949

Con gran entusiasmo y alborozo, los Hermanos de la Oración del Huerto y de San Isidro,. celebraron la festividad de su Santo Patrono. Cohetes y Cabezudos, fueron los iniciadores de los festejos. Por la tarde, salió la 'cabalgata’, muy vistosa, como siempre que se viste el traje aragonés, y compuesta de siete parejas de mozas y mozos a lomos de «machos», a menos «de una mala nube». Función religiosa en la mañana; comida de Hermandad con, y sin mayúscula, pues nuestro Redactor que ostentaba la representación de AYER Y HOY galantemente invitado, vivió unas horas de confraternidad. Y la procesión cada año más vistosa, en éste con los pendodes (pendones, supongo) portados por labradoras y labradores; los «heraldos» de calzón, montados, y las nenas, futuras «mozas de la Bandera», con los frutos muy bien y los bailadores. Volvió a faltar la música de aíre o de cuerda, pues orquesta, jamás ha sido propia en estos actos. La ofrenda muy bien por Antonia Hijós.


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El domingo, mientras el comedor del hotel La Paz semejaba estar en pleno verano, en la calle se estaba como en febrero; y era porque, fuera, soplaba aire frío y dentro, en cambio, se «respiraba» Buenos Aires. Llegaron un grupo de peregrinos de Uruguay y la Argentina que visitaron la Ciudad y fueron de excursión a Canfranc, Panticosa y San Juan de la Peña. Tuvieron ocasión de admirar, en el salón del hotel, los vistosos trajes de las mozas y mozos que formaron en la procesión y así mismo, fueron obsequiados con una exhibición de «paloteado».

Ayer y hoy 1949 Mayo, Fasc XI Pág. 73 (3ª de este número)



11 junio, 2019

Campanas de la Catedral de Jaca en 1949



En el disco “Calandrias”, nuestro tercer disco grabado en 1999, se adjuntó amplia información sobre los campaneros de la Catedral de Jaca, D. Agustín Lalaguna y Dª Concha del Cacho. También sobre las campanas y sus toques.
En el Periódico “Ayer y hoy”, que se publicó en Jaca en 1949 sólo durante unos meses, encontramos ya un interesante artículo relacionado con el tema. Su director Francisco Dumas Laclaustra, que habría de formar parte de Radio Jaca-La Voz del Pirineo (véase el blog de Jorge Ochando http://recuerdosdejaca.blogspot.com/2012/12/pioneros-deradio-jaca-la-vozdel-pirineo.html) escribe un artículo sobre el tema que aunque parece un poco largo lo hemos encontrado de interés.
A cada publicación la llamó fascículo y éste número 7 tenía 8 páginas, normalmente fueron de cuatro. La numeración de las páginas se continuaba con cada número siendo la primera de éste la 51.

Álvaro

Ayer y hoy 1949 Abril Fasc 7 Págs. 51 (Portada) y 58


Suenan las campanas

Cesó su ayuno. Se entonó el Aleluya, y volvieron a ser volteadas diciendo al mundo católico, luego de su elocuente  silencio de tres días, que el Señor hablía resucitado. Y  al ser así, al constituir un hecho gratísimo, el más trascendente de la semana, me vi impulsado a escribir un Sencillo reportaje sobre nuestras campanas catedralicias, labor un tanto costosa, que es preciso, para llegar a ellas, ascender más que un piloto y por escaleras en las que si uno da el resbalón que cualquiera da en la vida, ésta acaba en aquel instante. Ya gané las alturas. Ya estoy frente a este buen hombre que es el Campanero, Sacristán, Macero, marido de Concepción del Cacho, padre de dos chiquillos, y que se llama Agustín Lalaguna, el que se dispone a servirme de explicador.
Me asomo a la ventana quc da sobre la lonja mayor y ante el fantástico panorama que se domina, pienso en una galería a la que pudiendo subir con más seguridades y comodidad, se la podría explotar cual a una Giralda o  Torre Eiffel en pequeño.
Están allí de obras, aunque más que de Monumento Naicional parecen de abadia de pueblo chico. Y eso que las paredes que forman el ángulo a ambas plazas. están separadas hasta dejar paso a la luz y las maderas, podridas y amenazadoras de hundimiento.
Comenzamos la conversación, presente la actual campanera, que es hoy la encargada de los toques.
La familia de Agustín, se pierde en la noche de los tiempos. Recuerda que, (agarrarse) la madre de su bisabuela, ya hablaba de haber vivido allí su abuela (seis generaciones antes), según la abuela última contaba. Vamos, algo así como de tiempos de Matusalén. Y eso, que los aires de altura les probaron bien, ya que su bisabuela Babila Tabares, sobrina de un Arcediano de esta Catedral murió a los 70 años; la abuela de 76; el abuelo de 81, y la madre, de 80: total y entre cuatro, tres siglos y pico. Agustín, está dispuesto a mejorar la marca. Asi sea.
Hay tres campanas. Se llaman, «Santa Agueda»; «Santa Orosia» y «Santa Petra Josefa». La primera, lleva la fecha de 1790. La segunda.1894 y la tercera, l885. Esta que es la «de fuego», no se tañe ya, cuando hay siniestro, por estar la de la cárcel (Torre de la Cárcel) y las sirenas que lo avisan.
Hay que jugarse la vida, si quiere uno ver la de «la agonía», llamada así, impropiamente, por que suena 1úgubre y pausada, cuando alguien ha muerto. Y cuando veo por donde hay que pasar pura llegar a ella, pienso que Agustín, no realizará su sueño de mejora de marcas como se descuide.
Y si he dicho que impropiamente se llama de «la agonía», he dicho mal, ya
que agonía causa el paso de la muerte, hasta alcanzar aquella.
Otra escalera, pendiente sí, pero más segurita (sic), conduce a otras tres campanas, habiendo de ir con gran precaución por el paso, y por el piso; pues a poco peso, uno se pasa y para siempre reposa. Dos de ellas, las que tocan «a mortijuelo», o muerte de un párvulo, y que, como los tiempos andan tan mal, si antes daban los cuartos y las medias, ahora, no dan ni la hora, aunque ésto lo hacía la tercera, que está como el reloj, más parada que un sin trabajo. El cronómetro, del año de la abuela de la bisabuela de Agustín, lo quiso arreglar un aficionado, pero, se le acabó la cuerda —un cable de diferencial que hacía falta ser un Hércules para enrollarlo— y se acabó, a has 10,38, de un día o noche ya lejanos. Total, que, de dos relojes que lucen sus esferas, en la fachada de la Catedral, uno con sus saetas más vistosos que las que se cantaron al paso de las procesiones, y otro de sol, nos quedamos a la luna de Valcncia.
Y vamos con la faena de los toques, que hay cuerda abundante. Ellos se realizan desde un pasillo obscuro y pequeño. donde hay un banco ms sólido que el de España, aunque con sus patas atacadas por la carcoma, y con un pequeño respaldo; y ahí, sentado… al aire, él, ahora ella, la campanera, cogiendo las siete cuerdas correspondientes a las citadas campanas, unas, arrolladas en las manos y otras a manera de estribos en los piés, y así, como tejiendo un encaje sin palillos, suenan las campanas, unas veces tocando a Gloria, otras tocando a muerto; bien llamando a coro, o llamando a los perdidos, en la mejor acepción de la palabra.
Los toques, comienzan a la salida del sol. Hay toques de 1ª y 2ª clases; toques de claustro; de «Salvátor»; de la Consagración; de mediodia; de «vexilla regis»; de llamada a coro, con repique de «campanetas». Los toques tienen cambio de horas de Santa Cruz de Mayo, a Santa Cruz de Septiembre; y el toque de «los perdidos» que antes se tocaba dando media vuelta a la campana, y ahora, solo con la cuerda; en invierno, a las ocho, ocho y media y nueve. En fin, los hay a maitines y a laudes; a muerto y a «mortijuelo», más el de la agonía, tócanse para hombres y mujeres 10 y 11 campanadas por dos veces. Para los sacerdotes tres, para los canónigos cuatro, y para el Dean cinco. Para las monjas 10 campanadas tres veces. De ello, tal vez puedan hablar tanto o más los vecinos, hasta que la costumbre se los haga indiferentes.
Y viendo que el empleo es de gran altura y de muchas «campanillas», mc atrevo a preguntar: ¿y de sueldo? Agustín, con su sonrisa habitual, me contesta: de 82 reales (20’5 pts= 0’12 €), hasta el año 1912, fecha que aún conoció mi abuelo así como el aumento a 50 pesetas (0’30 €) mensuales. De Sacristán, percibe seis al día más derechos de arancel y propinas, en entierros, bautizos, y bodas. Ello unido a un piso bien ventilado y con magníficas, aunque no es para tener un «haiga» (popularmente, coche largo americano), si para ir viviendo y tañendo, y corno los alimentos están por las nubes, el los podrá alcanzar más fácilmente que los que nos «arrastramos» a sus piés. Lleva 28 años de Sacristán y piensa serlo con las cifras al revés, en cuanto a los años, no, en cuanto a las pesetas diarias… Me intereso por algo que ha llamado mi atención alguna vez: la banderita blanca que ondea sola, próxima a la torre, y me alegro de preguntar su significado, porque tiene un poquito de curiosa, interesante historia.

El Romero mayor de Santa Orosia, compra el paño, la víspera de Jueves Santo, y se deposita en el Sagrario del Monumento del primer templo, sobre los corporales, y encima del paño, el Copón con la Sagrada Forma. Allí permanece hasta el día siguiente, que, una vez vacío el sagrado lugar, se lleva el Sacristán para guardarlo hasta el 3 de mayo, festividad (le la Santa Cruz.
Dicho paño, de lienzo recio, blanco, mide un metro por setenta centímetros. aunque por la distancia que de él nos separa, lo apreciamos bastante más pequeño. En el día antes señalado, al amanecer, acuden con el Romero Mayor, otros cinco, junto con el albañil señor Piedrafita, los que, en Unión del Sacristán, luego de cortar un trozo del paño para dejarle dos puntas, suben al campanario, el albañil, cambia el del año anterior por el nuevo, y del trozo sobrante, se hacen tantos como los presentes, repartiéndolos. Y allá, arriba, viene el desayuno de anís y torta, dejando la nueva «veleta» colocada para «ahuyentar las malas nubes».
Para lograr evitar ese peligro, se toca, también, «a nuble». Antes, no hace mucho tiempo, luego del toque, si la tormenta descargaba furiosa, se exponía a Santa Orosia en la lonja mayor, sacándola de su altar con el Sacristán de la Hermandad, el portero y los serenos, más el capellán de Santa Orosia; esto, si era de noche. De día, además de los
fijos e indispensables, algunos vecinos que se prestaban gustosos a 1a ayuda. Ahora, sólo se dan los toques.
Y oído lo dicho, vuelvo a descender hasta la normalidad, luego de un rato pasado más cerca del cielo, y junto a las campanas cuyos sonidos al cielo llegan.

DUMAS
Los paréntesis son del blog

Documento PDF de la http://bibliotecavirtual.aragon.es