Mostrando entradas con la etiqueta 1997. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 1997. Mostrar todas las entradas

29 julio, 2022

Datos y anécdótas de distintos años- 2019

 

Sabías que...

·        El 24 de julio de 1977 fue una fecha importante. Realizamos la presentación oficial del Grupo en Jaca con una actuación por todo lo alto en el Palacio de Congresos.

·        La primera actuación en Jaca de la Ronda de Boltaña fue en la cena-aniversario del Grupo en 1997. El lugar, el Casino de Jaca en la calle Echegaray.

·        En el verano de 2018 cedimos al Museo del Traje de Ansó, para que estuvieran expuestos durante un año, un traje de danzante de castañuelas de Santa Orosia y otro femenino del Campo de Jaca.

Sabías que...

        Somos un grupo folclórico tradicional, pero cuando queremos somos muuuuy modernos. Estamos seguros de que ya nos seguís en: Facebook,  Instagram, Blogger y en nuestro canal de Youtube, pero si aún no lo hacíais… ¿a qué estáis esperando?

        El grupo está en continua formación y siempre debemos reciclarnos y afrontar nuevos retos. En 2017 realizamos por primera vez un “Taller de Interpretación”, dirigido por el actor y director oscense Kike Lera, vinculado al mundo del folklore por ser sobrino del cantador cheso Pepe Lera.

        En octubre de 1975 gestionamos nuestra primera actuación ya con el nombre de Grupo Folklórico Alto Aragón, fue en Sangarrén. Cobramos 10000 pesetas (60 €) y de allí pagamos el desplazamiento en autobús (5400 pesetas).

        En julio de 2015 participamos en el festival polaco de Zamosc y el desplazamiento fue en avión. Se nos había autorizado a facturar nuestros baúles con 50 Kg de peso cada uno. Sin problemas a la ida, pero a la vuelta, al ir a facturar en el aeropuerto de Varsovia, nos dicen que no pueden exceder de 30 kg. Se toma una solución urgente: alquilar un taxi, ir a un centro comercial, comprar 4 maletas grandes y repartir en ellas el exceso de peso. ¡Conseguimos hacerlo a tiempo!

        El grupo siempre ha estado implicado en el día a día de nuestra ciudad, y probablemente en este momento lo está más que nunca. Contamos con representación en los Consejos de “Fiestas”, “Participación Ciudadana”, “Cultura” y “Festival Folklórico de los Pirineos”. Y podemos decir con orgullo que participamos de forma activa en todos ellos.

        Todos conocéis la jota con la que el grupo acostumbra a cerrar sus espectáculos, y que se ha convertido en seña de identidad del grupo. Tal vez algunos no sepáis que la jota de San Lorenzo es una coreografía creada en 1950 por la bailadora Sarita Villacampa, durante el trayecto en el barco “Monte Ayala” que los transportaba, a ella y a su grupo, a una gira en Sudamérica.

        El Festival “Virgen de la Cueva” lo iniciamos en 1978. Los dos primeros años fue modalidad concurso, con participantes también ajenos al grupo. Vimos que no encajaba con nuestra filosofía y desde 1980 es meramente una ocasión para mostrar lo aprendido por los alumnos de nuestra Escuela de Folklore.

        Desde 1975 hemos participado en todas las ediciones del Festival Folklórico de los Pirineos, tanto en las de Jaca como las que se celebraron hasta 2004 en la localidad francesa de Oloron-Ste. Marie.

        Se nos han acumulado solicitudes de actuaciones para un fin de semana, en concreto para el 3 y 4 de agosto próximo. Nos han requerido para Las Landas y Saint Lary, en Francia y también para las fiestas de Aragüés del Puerto. Lamentablemente no podremos acudir, estaremos participando en el Festival de los Pirineos.

        El autor del cartel del Festival Folklórico de los Pirineos de este año es nuestro compañero Jorge Antoni Millán, quien ganó el concurso convocado para tal fin. Hecho que cobra más importancia al celebrarse la edición número 50 de nuestro festival. ¡¡Enhorabuena Jorge!!

Newsletter “De Capazo Núm. 2 –Junio de 2019

Las negritas son del blog.


23 enero, 2015

CENA DEL XXII ANIVERSARIO DEL GRUPO (1997)

     La Ronda de Boltaña y el Grupo Folklórico “Alto Aragón”.
Semanario "El Pirineo Aragonés"  Núm 5.895 del 5 de Diciembre de 1997 Pág. 13
  El Grupo Folklórico “Alto Aragón” celebró el día de Santa Cecilia, 22 de noviembre, su XXIIº aniversario, con una cena –tradición de todos los años- a la que asistieron casi la práctica totalidad de los componentes activos del grupo; cerca del centenar de personas.
     La cena es un acto que cada año sirve para unir y premiar a todos aquellos que han trabajado en la ilusionante tarea de investigar y transmitir los bailes y el folklore de toda esta zona altoaragonesa.
     Como es costrumbre se llevó a cabo un intercambio de regalos entre los componentes del grupo, si bien la gran sorpresa fue el “obsequio” que los chicos hicieron a todas las chicas con la compañía y actuación especial para la ocasión de “La Ronda de Boltaña”, en un acto de confraternización de los dos grupos.
“Esta actuación fue magistral, y pedimos disculpas a los medios de comunicación por no haber dado antes la noticia, pero tenía que ser una sorpresa”, señalan los componentes del grupo. Y ante esta “excusa” incontestable, a nosotros no nos queda más remedio que aceptar dichas disculpas y dar la enhorabuena por tan ocurrente y buena idea.


Esta noticia fue publicada por EL PIRINEO ARAGONÉS con fecha de 5 de Diciembre de 1997

Paco



09 agosto, 2012

Bodas de Oro de Máximo con el Contrabajo (1997)

27 de Septiembre de 1997 - Celebración de las Bodas de Oro de Máximo Lacasta con el contrabajo. Iglesia de Santiago de Jaca. Ofrecimiento del acto por parte del Grupo Folklórico "Alto Aragón".

Una canción de la época que estamos celebrando es la conocida "Toda una vida" de Antonio Machín.
Y toda una vida es la dedicada por Máximo a la Música  a sus tres contrabajos. Es también la "historia de un amor como no hay otro igual". Un amor que heredó de sus mayores y compartió con toda su familia.
Las circunstancias y penurias de una época de post-guerra, limitaban mucho las posibilidades de diversión y ocio. La radio era el hilo conductor que tenían las gentes para conocer las noticias más destacadas, y sobre todo para gozar con unos temas musicales, que hoy consideramos clásicos por su perduración en el tiempo, sus valores musicales, el interés de algunas de sus letras, y fundamentalmente porque tienen la virtud de seguir haciéndonos soñar, como hace 50 años.
En una época en la que destacaban con luz propia cantantes de la talla de Jorge Sepúlveda, Concha Piquer, Bonet de San Pedro, Antonio Machín, Juanita Reina, Imperio Argentina, Miguel de Molina, Pedro Infante, Juanito Segarra, Manolo Caracol... y comenzaban sus carreras artísticas los posteriormente famosos Luis Mariano, Gloria Laso, Lola Flores...
A falta de competidores de otra naturaleza, salvo el fútbol, los músicos y  cantantes gozaban de una acogida especial por parte del público que, rápidamente hacían suyos los temas musicales que escuchaban por la radio. Los éxitos perduraban en los meses y años en las preferencias del público. No pasaban de moda con la rapidez de nuestros días. Y éso hacía que los españoles de los años 40 gozaran, soñaran,... y se enamoraran con canciones como: "Mirando al mar", "Tatuaje", "Solamente una vez", "Cuando vuelva a tu lado", "A la luna y al limón", "A tu vera", "Almudena", "La Salvaora", "Ojos verdes", "Rocío", "Capote de grana y oro", "¡ Ay! Maricruz",...
Éstos y otros muchos temas musicales eran los que hacían las delicias de los jóvenes y no tan jóvenes de la época que acudían a bailar, recatadamente vestidos y con controlada osadía masculina, a las verbenas de los pueblos en fiestas. Las orquestas y conjuntos musicales ofrecían, de pueblo en pueblo, una de las pocas diversiones que los años 40 permitían a las gentes.
Éste es el entorno en el que transcurre la adolescencia de Máximo Lacasta, hijo de Director de la Banda Municipal de entonces, y perteneciente a una familia en la que la Música ha sido más que oficio, pasión y vida.
"Dos cruces" era otro de los célebres temas musicales de la época, que ha llegado hasta nosotros. Y en la historia musical de Máximo Lacasta también ha habido dos cruces... y ambas están relacionadas con el contrabajo; con sus contrabajos.
Siguiendo la tradición familiar, Máximo se inicia en el solfeo con su padre D.Luis, y descubre su afición por el saxofón. Para poder llegar a él se inicia en el clarinete con D. Germán Rivacoba, Director de la Banda de del Regimiento "Galicia".
Una enfermedad, grave para la época, constituye su primera cruz musical.
Tiene que dejar de tocar el clarinete, despedirse de sus ilusiones por el saxofón y sus actividades deportivas. Tiene que renunciar a demasiadas cosas a sus 19 años. Ve cómo se le van cerrando las puertas de la vida, y cómo "el camino verde" de su juventud se torna de repente en otoñal y sombrío.
Muchas veces, cuando la vida parece que cierra todas las expectativas e ilusiones que tenemos, nos abre de repente otra que ni siquiera habíamos intuído que existía ... y que es la nuestra, la que vamos a seguir.
Y ésto es lo que le ocurre  a Máximo. Se le han acabado todas sus ilusiones, y será su hermano Luis el que le proporcione su primer contrabajo. Es de segunda mano y ha costado 400 Ptas. de las de entonces. Había sido fabricado en Italia en 1914. Cuando están terminando su reparación y barnizado, la radio transmite una trágica noticia: Manolete muere en la plaza de Linares a consecuencia de una cornada del toro "Islero". Estamos en Septiembre de 1947.
De forma inmediata, pero al principio con poca ilusión, empieza a tañerlo con su hermano Luis, que le enseña lo más elemental del instrumento, a la vez que continúa con los estudios de solfeo.
Cuando Máximo empieza a acompañar con el contrabajo el acordeón de su hermano Luis, es el inicio de ésta historia de amor que citaba al principio. Máximo empieza a descubrir a su "fiel amigo", como era el título de otra canción de la época.
Y siguiendo con los títulos, y en un plano de total ficción, bien podría haber existido un dialogo de Máximo con su hermano y con su contrabajo italiano, que más o menos consistiría en: "Contigo aprendí", "Me gusta ir contigo", "Tengo una debilidad"...
Pero, regresando a la realidad, las primeras canciones que Máximo aprendió a acompañar fueron: "Yo te diré", el famoso bolero de la película "Los últimos de Filipinas", y "Angelitos Negros" que inmortalizó el inolvidable Antonio Machín.
Casi un año después, en el verano de 1948, "Lacasta y su ritmo" inician una vida artística y musical de larga perduración. En este grupo familiar, Máximo seguirá acumulando oficio y vivencias con el contrabajo, la batería y el acordeón. Sería muy extenso resumirlas, y excedería del propósito de esta celebración que nos reúne esta tarde aquí. Pero para intentar expresar lo que representa la música para un músico, citaría la frase del filósofo Bergson "La Música es la expresión de las íntimas vicisitudes del espíritu".
La Música ha sido para Máximo la forma de dar a su vida un contenido, una ilusión. Le ha proporcionado, con los diferentes grupos a los que ha pertenecido, y en las múltiples actuaciones y viajes, un caudal inagotable de recuerdos, de vivencias, de experiencias singulares, de conocimiento y trato con variopintos personajes. Y sobre todo la vida musical le ha proporcionado el afecto de cuantos hemos ido encontrándonos con él. En particular, me estoy refiriendo a todos los componentes que han sido y somos del Grupo Folklórico "Alto Aragón", al que Máximo pertenece desde 1977, cuando el Grupo no llegaba a los dos años de edad. Ha sido siempre el "toque" diferente y singular, el compañero con prodigiosa memoria, y sobre todo el amigo que ha sabido ganarse nuestro cariño y nuestra amistad.
Había mencionado una primera cruz musical en los comienzos de su vida con el contrabajo. Existe una segunda, más cercana en el tiempo (1983) y más conocida por los jacetanos.
Cuando el Grupo Folklórico "Alto Aragón" acudió a Nueva York en octubre de 1983 para celebrar la Semana Española, en uno de los diferentes desplazamientos a una de las actuaciones, el autobús dio un viraje, saliendo despedido el contrabajo de Máximo (su segundo contrabajo), que quedó roto sobre el asfalto de una calle de Queens. El autobús frenó y se hizo un silencio sepulcral entre todos nosotros, mientras Máximo rompía a llorar ante su compañero del alma, compañero, ya inservible. Fueron momentos durísimos para Máximo, que quedaron grabados en nuestra memoria. Máximo ya no era el mismo: su carácter alegre y jovial se tornó triste y apesadumbrado.
De la misma manera que su enfermedad le cerró los caminos abiertos, y otro (el contrabajo de su hermano) se le abrió para el resto de su vida, también en Nueva York un camino se cerró dolorosamente, pero uno nuevo se le abrió cuando, emocionado como nunca he visto a una persona, Máximo recibió al día siguiente en una actuación memorable en la Casa de España, un nuevo contrabajo (el tercero), gracias al generoso detalle de la Directora General del Instituto Español de Emigración, del Ministerio de Asuntos Exteriores, que decidió devolver a Máximo su contrabajo.
A propósito de este episodio, vendrían bien los títulos musicales de los años 40 - 50: "Duele", "Somos", "En tierra extraña"...
Hace, pues, 50 años que Máximo Lacasta vive una historia de amor con su contrabajo, a veces en competencia razonable con so otro amor que es Celia.
"Quizás, quizás, quizás..." añores otros tiempos, eches en falta mayor ajetreo, recuerdes episodios vividos. Pero toda tu vida musical es... tu vida entera. No se puede vivir sólo de recuerdos. Tienes hermosas realidades. Tienes, por ejemplo, nuestro cariño, nuestra amistad; la de todo el Grupo "Alto Aragón" que quiere celebrar contigo tus 50 años con el contrabajo.
Y como dice la canción: "Te he de querer mientras vivas, compañero, mientras vivas..."     ¡Muchas felicidades!


                 Javier Lagunilla Marín,
del Grupo Folklórico "Alto Aragón" de Jaca.

09 diciembre, 2011

M. Roger Lassabe - 4 Medalla de Oro

Y ya hasta Dijon

Como ya he dicho anteriormente, en 1986 volvimos a Confolens, en este festival y siempre en los de Jaca y Olorón seguimos encontrándonos anualmente con M. Lassabe. Vive cada festival en toda su intensidad y se le ve en los desfiles, las actuaciones, las exposiciones, paseando por la calle e incluso en los ensayos de los grupos. Siempre habla con unos y otros, aconseja, cuenta sus vivencias, se interesa por aquellos que ha ido conociendo a lo largo de los años, habla de proyectos,... En una ocasión me decía que todos los años, en el mes de junio, se hacía una revisión médica y, conocidos los resultados, organizaba sus tres citas anuales para él sagradas: el Festival de los Pirineos (Olorón o Jaca), El Festival de Confolens y el Festival de Dijon, al que asistió como miembro del jurado internacional durante más de 20 años consecutivos hasta 2.007, entonces tiene 83 años y decide jubilarse de esta tarea.

M. Lassabe va siguiendo con interés nuestra trayectoria, en alguna ocasión nos ofrece actuar en alguna localidad de Francia o facilita nuestras señas para que nos contraten en algún lugar. Van pasando los años y él mismo reconoce en más de una ocasión, no sin cierta nostalgia, que sus amigos y conocidos que regentaban salas para espectáculos o bien organizaban festivales se van jubilando... Nosotros lo notamos en que cada vez hacemos menos actuaciones promovidas por él... es la ley de vida.

Llega el año 1.997 y nos habla del Festival de Dijon. Nos da detalles del mismo –él siempre tiende a magnificar- e insiste en que presentemos nuestra candidatura para participar en la siguiente edición de este festival concurso. Siempre nos hemos dejado aconsejar por M. Lassabe y siempre nos ha ido bien. Así que, aunque nos imponía mucho lo de concursar, preparamos nuestro vídeo, cumplimentamos la solicitud y lo enviamos a Dijon; por detrás estaba también el respaldo personal de M. Lassabe para que nos seleccionaran. Aceptan nuestra solicitud y nos envían el reglamento y las bases del certamen. Merecería la pena dedicar un apartado a los ensayos, preparativos, viaje, nervios, actuación y celebración.

Digo celebración porque eso es lo que hicimos al conseguir la Medalla de Oro en la modalidad de folklore tradicional. A pesar de los numerosos nervios iniciales, la actuación a juicio de M. Lassabe había salido perfecta. Y como siempre es tan detallista y perfeccionista, nos comentaba que un bailador había comenzado la recta de San Lorenzo con el pie cambiado y había sabido rectificar con rapidez y profesionalidad. A recordar la imagen de M. Lassabe emocionado cuando nos lo encontramos en el aparcamiento del polideportivo en el que se había dado a conocer la relación de premiados. No se quiso poner en la foto que nos hicimos, debió pensar que no era ético que un miembro del jurado se fotografiara con el grupo ganador. Su satisfacción era completa, sus dos grupos preferidos, y a los que había “apadrinado y tutorizado” durante tantos años, habían triunfado en Dijon: Lous Pastous de Seignosse se llevaban el premio al mejor grupo francés y el Grupo "Alto Aragón" conseguía la mencionada medalla de oro.

Fernando