07 junio, 2012

SALA PLEYEL Y MUSEO DEL HOMBRE - PARIS 1982


En 1887 se construye una sala de conciertos en París, con capacidad para unos 500 espectadores que llevará el nombre de Sala Pleyel, ya que la subvencionó la hija del fundador de la marca de pianos Ignace Pleyel.
En 1920 se decide levantar  una nueva sala de conciertos más grande, al estilo de la Carnegie Hall de Nueva York con capacidad de 3000 espectadores  que sustituirá a la antigua y llevará el mismo nombre.
La inauguración  1927  corre a cargo de Stravinsky y Rabel entre otros grandes músicos, pero la desgracia hace que a los nueve meses se produzca un gran incendio que daña el edificio y reduce su capacidad a 2400 espectadores.
En 1998 se acometen obras de remodelación que reducen a poco más de 2000 la capacidad de espectadores de la Sala, por otro lado cantidad nada desdeñable.
El Museo del Hombre también en París, esta ubicado en el Palacio de Chaillot en la Plaza del Trocadero, su misión es reunir en un sólo espacio todo lo relacionado con el ser humano (prehistoria, antropología, etnografía) con más de 500 mil objetos algunos de ellos con más de 3,2 millones de años de antigüedad.
Os preguntaréis de qué va esta clase de arquitectura-música-historia, pues bien, en el año 1982 este nuestro Grupo el Grupo Folklórico Alto Aragón, tuvo el honor de actuar tanto en la Sala Pleyel como en el Museo de Hombre ambos en París.
Se celebra  la "Semana de Aragón en París" organizada por la Diputación General de Aragón y la Casa de España en París, del 1 al 6 de Febrero de 1982.
La recién creada DGA, decide que nuestro grupo participe en éstas actividades junto al Ballet "Baluarte Aragonés" de Zaragoza, a D. José Iranzo "El Pastor de Andorra" y algunos cantadores de "El Cachirulo" de Monreal del Campo.


El autobús sale de Zaragoza y nos recoge en Jaca el jueves día 4, en la estación de autobuses al lado de nuestra sede, comienza el calvario del viaje hasta París. Como había sitio a su salida de Zaragoza el Ballet  Baluarte carga, no con muy buen criterio, sus equipajes e instrumentos en el autobús y se instala cómodamente cada uno en dos asientos para pasar la noche hasta el destino. Viendo el autobús, lo primero que pensamos nosotros, era que no se podían poner todo nuestro equipaje, y que hacía falta otro autobús aunque fuera más pequeño. A fuerza de apretar y apretar las maletas y mochilas, los instrumentos y los baúles y subir parte de ellos a la zona de pasajeros pudimos arrancar y poner rumbo a París. Recuerdo que el chófer que venía de Zaragoza nos comentó que le habían comunicado que había nevado "mucho" en el puerto de Somport y quería que hiciéramos el viaje por San Sebastián, tras varios minutos para convencerle por fin comenzó el tortuoso viaje a "París de la France", por nuestro querido Somport, por cierto sin nieve.
Uno a uno, nos fuimos instalando en los asientos que quedaban libres, a Máximo lo colocamos junto al "Pastor de Andorra" por aquello de la edad, para que se contaran sus batallitas. Al principio del viaje, Máximo cogió un tambor que llevábamos y que no cabía en el maletero  y subiendo el Somport le pidió al Sr. Iranzo que se lo guardara un momento, un momento que duró hasta París.
A la madrugada del día 5 llegamos a París y nos alojamos en un pequeño pero coqueto hotel en el centro. Rápidamente y tras arreglarnos un poco después del largo viaje, nos dirigimos al  Museo del Hombre donde fuimos recibidos por Julio Albar, etnólogo y profesor de la Universidad de la Sorbona, con el que a partir de entonces tuvimos una estrecha relación. En un escenario bastante reducido en el mismo Museo, efectuamos una actuación conjuntamente con los cantadores del Cachirulo, quienes nos agradecieron y elogiaron nuestro repertorio.
Terminada la actuación nos trasladamos a la Casa de España donde acabó la noche, tras degustar tapas y vino de nuestra tierra, con gentes que por diversos motivos se habían trasladado a vivir a París y sus alrededores hacía años.
Al día siguiente, por la mañana, tuvimos la suerte de ver por primera vez Notre Dame, La Torre Eiffel, el barrio latino entre otros muchos lugares, y traernos para nuestros familiares y amigos así como para el resto de componentes que no viajaron, la típica Torre Eiffel de plástico para colocar encima de la "tele", eran otros tiempos.
Ya por la tarde del día 6 en la Sala Pleyel  a rebosar y ante más de 2000 personas, muchas de ellas aragonesas, y con  el cartel de "no hay entradas", desde hacía varios días, tuvo lugar la gran gala de clausura de las "Jornadas de Aragón en París". Nuestro Grupo tuvo el gran placer de abrir el espectáculo, seguido por los cantadores de El Cachirulo de Monreal del Campo, el Pastor de Andorra y el Ballet Baluarte Aragonés.
Fue un gran espectáculo y a nosotros nos pidieron varios "vises" fuera de programa a los que accedimos pues teníamos el público completamente entregado.
A este espectáculo asistieron el entonces Presidente de Aragón D. Gaspar Castellano, representantes de la Casa de España así como de la Embajada en París y el alcalde de Jaca D. Armando Abadía.
La vuelta, parecida a la ida pero más cansados y muy contentos por nuestro primer viaje a París, por el gran éxito recogido y los próximos viajes ya concertados para el año que viene.

Rafa.

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